El fuera de juego semiautomático se atasca en la liga española

La liga española podría contar con la tecnología del fuera de juego semiautomático para la próxima temporada en Primera División. Esta apuesta de la patronal parece clave, ya que está comprobada la enorme incidencia que esta tecnología está teniendo en el juego, como ha quedado patente semana tras semana en las competiciones internacionales. La última, sin ir más lejos, en la Liga de Naciones que acaba de concluir. 

Sin embargo, su implantación en la Primera División española no llega en plazos para el arranque de la próxima temporada previsto para el fin de semana del 12 de agosto.

La explicación es bien sencilla. Desde el pasado 21 de abril, está suspendido el concurso de adjudicación del VAR en nuestro país para las próximas tres temporadas después de que el juez de lo mercantil de Madrid aceptara las medidas cautelares presentadas por Mediapro contra la Federación Española de Fútbol. Un concurso que arrancó el pasado 23 de marzo.

En condiciones normales, ya debería estar adjudicada esta licitación, donde está incluida la implantación de este fuera de juego semiautomático. Pero la realidad es que, hoy en día, aún no se ha producido. Y esto tiene una clara incidencia en la puesta en marcha de la gran renovación tecnológica prevista en la máxima categoría para la próxima temporada.

Porque este sistema, también conocido como SAOT, requiere de la instalación de doce cámaras en todos los campos de primera división para su utilización. Y eso lleva su tiempo. Y hasta que no esté instalado y testado en todos y cada uno de los 20 campos de la primera categoría, no puede empezarse a usar en la competición española.

Ya se utiliza en grandes competiciones de UEFA y FIFA

El fuera de juego semiautomático es una tecnología que ya se está empleando en las competiciones que organiza UEFA como la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y en el pasado Mundial de Clubes de FIFA y en Qatar. En España se utilizó en la Supercopa de España del pasado mes de enero y en la reciente final de la Copa del Rey.

Es un sistema que permite mejorar tanto la precisión como la rapidez en la toma de decisiones. Se trata de una tecnología que permite que, tanto en el estadio como en casa, se pueda ver la posición exacta del jugador. Se llama «semiautomático» porque esta información se envía a la sala VOR tanto el VAR como el AVAR, que tienen que dar el ok definitivo. 

En concreto, la tecnología se basa en la detección de extremidades, llamada limb-tracking en inglés. Con ella, la imagen permite crear en tiempo real representaciones visuales tridimensionales del esqueleto de los futbolistas durante las jugadas, gracias a estas 12 y hasta 14 cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio, que captan los movimientos de todos los jugadores y del balón.

Son capaces de ofrecer hasta 29 puntos monitorizados en cada futbolista gracias a este número de cámaras alrededor del terreno de juego, que sirven para crear esqueletos animados, y podría funcionar, por ejemplo, para ver un partido entero como animación virtual con apenas unos segundos de retraso. 

En Italia se empezó a emplear tras el Mundial

El hecho de que el sistema no llegue para el arranque liguero, no implica que no se lleve a emplear durante la próxima temporada. En el momento que esté habilitado en todos los campos, se sumará a la sala VOR de las Rozas. Precisamente en Italia ha pasado algo similar durante esta temporada 2022-2023 que acaba de finalizar. No empezó a utilizarse hasta la primera jornada de diciembre tras la celebración del Mundial de Qatar.

El gran problema radica en que ahora mismo sólo Hawk Eye, la empresa que ha tenido hasta ahora la adjudicación del VAR en España, cuenta con la licitación desde FIFA y UEFA de esta tecnología. Por lo que también hay un importante cuello de botella tanto en su gestión como en su aplicación.