La juez del caso Negreira rechaza que el Barça se persone como acusación particular
La magistrada considera que Laporta explicó que las facturas estaban documentadas y que no existe «daño patrimonial»
Joan Laporta durante la comparecencia del 17 de abril. | Zuma Press
Malas noticias para el FC Barcelona. La juez del caso Negreira ha rechazado que el club se persone como acusación particular porque su presidente, Joan Laporta, defendió la legalidad de los pagos que los azulgranas abonaron al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). La magistrada, que también ha prorrogado el secreto de las actuaciones, da la razón a la Fiscalía, que recientemente señaló que el Barça no puede presentarse como víctima en una causa de administración indebida que llevaron a cabo «los representantes legales del club».
En un auto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la juez Silvia López Mejía señala que «resulta contradictoria la pretensión del FC Barcelona de personarse en su condición de perjudicado cuando en una comparecencia pública realizada el 17 de abril, Laporta afirmó que los servicios de asesoramiento fueron prestados, que se documentaron en facturas detalladas, que se pagaron mediante transferencias bancarias» y que así consta en la contabilidad del club, por lo que «no se desprende la existencia de daño patrimonial alguno».
«El hecho de alegar un perjuicio, por lo general económico, (… ) no significa necesariamente que se pueda ostentar la condición de perjudicado en el proceso penal, y por tanto ejercitar las acciones inherentes a tal condición, pues es necesario que ese perjuicio presente unas determinadas circunstancias o características entre ellas la imputabilidad directa con el hecho delictivo», señala la magistrada en su escrito. Esto es, personarse en la causa no puede tener como fin defenderse.
Pagos a Negreira
La juez reclama a Laporta los 629 informes, 43 CDs y otros cuatro documentos de los que dio cuenta el 17 de abril. Quiere saber qué despacho elaboró los informes y dónde se custodian. Además, desvela que el Barça aún no ha respondido a sus requerimientos y que está a la espera de que seleccione a una persona que le represente, algo que está previsto este miércoles.
López Mejía solicita al Barça que identifique su estructura ejecutiva, los vicepresidentes deportivos y otros responsables, entre ellos la secretaría técnica o deportiva, y que le informe de qué personas trasladaban las cuestiones a los órganos de decisión, como la Junta Directiva, la Asamblea General o el cuerpo técnico. La juez también pone el foco en los responsables económicos del club y recuerda que ha ampliado la investigación a partir de 2001 y que el hijo de Negreira tiene consideración de investigado.
La investigación del caso Negreira comenzó tras un requerimiento de la Agencia Tributaria para conocer los pagos que recibió José María Enríquez Negreira entre 2016 y 2018 en concepto de asesoría. Las pesquisas apuntan a que el club azulgrana le pagó siete millones de euros entre 2001 y 2018, año en el que dejó de ser número dos del CTA. La siguiente temporada entraría en acción el sistema de videoarbitraje conocido como VAR.
En otro auto, la juez ha decidido admitir a trámite la querella interpuesta contra Negreira y su hijo, Laporta, los expresidentes Joan Gaspart, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, y los exdirectivos Óscar Grau y Albert Soler por un delito continuado de administración desleal. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona investiga si el Barça abonó más de siete millones de euros para obtener favores arbitrales. De hecho, solicita a la RFEF una lista de árbitros y rastrear las declaraciones tributarias.
Los pagos se habrían realizado entre 1993 y 2018, año en que Negreira dejó de ser el número dos de los colegiados españoles. López Mejía ha admitido una personación en la causa, como acusación popular, pero fija en 3.000 euros la fianza como requisito previo. No ha acabado aquí la cosa. La magistrada también ha prorrogado, durante un mes más, el secreto del sumario. Considera que, al estar pendiente de varias diligencias, hacer pública las pesquisas puede resultar contraproducente.
