La nueva fortaleza ya tiene Lord que la gobierne: Jude Bellingham
Parecía imposible mejorar las tres primeras ‘performances’ del fichaje estrella del Madrid, pero el inglés lo hizo posible
El sábado regresé al Santiago Bernabéu después de 89 días sin pisarlo. El primer lugar al que se me fueron los ojos tras ingresar en la tribuna de prensa fue al impresionante e hipnótico techo retráctil que cubre al estadio. Cerrado porque así lo aconsejaban las amenazantes lluvias que se vaticinaban (y que no fueron tales), descubrimos que tiene más usos a parte del meteorológico. El más llamativo, conferir al recinto de una acústica superior a la que estábamos acostumbrados. El «Hey Jude» dedicado a Bellingham por la grada de animación y el «corrupción en la Federación» coreado por todo el recinto en varias fases del encuentro sonaron más atronadores que nunca.
Con el templo vacío llama la atención el contraste de las butacas. Diría que un 60% de las mismas ya están sustituidas por las nuevas «azul navy«. El resto permanecen (sobre todo en el fondo norte y los graderíos superiores) con ese «azul eléctrico» de los últimos años. Las lonas han desaparecido y la grada de animación ha recuperado su capacidad habitual y su típica vestimenta: todos de blanco.
En las alturas destacan también los nuevos video marcadores. Mastodónticos e inconclusos guardan un cierto parecido en su figura a los que hubo en el pasado, pero con un tamaño y tecnología muy superiores. Bajando la vista hasta el final de la primera tribuna nos encontramos con el anillo led 360º que juega con los colores, los cánticos, los saludos en todos los idiomas y las alineaciones. Abajo, en el terreno de juego, daba la impresión por primera vez en mucho tiempo que el césped (ya descansando sobre las 6 planchas móviles ) se encontraba en perfectas condiciones.
Homenaje a las campeonas
El pistoletazo de salida de la temporada en Chamartín no pudo ser más emotivo. Ivana Andrés, Misa Rodríguez, Teresa Abelleira y Olga Carmona (cuatro de las ocho Campeonas del Mundo merengues que no se encontraban de gira con el resto del equipo en México) ofrecieron el título mundial ante la ovación cerrada de todo el Santiago Bernabéu.
Desde el fondo sur se apreciaba una pancarta de considerables dimensiones que rezaba: «El madridismo orgulloso de vosotras, campeonas». Los jugadores del Real Madrid y del Getafe C.F. realizaron un coordinado pasillo de ida y vuelta en el que aplaudieron a rabiar a las conmovidas futbolistas.
Ha nacido una estrella
Parecía imposible mejorar las tres primeras performances de Bellingham como fichaje estrella del Real Madrid, pero el inglés lo hizo posible. Corría el minuto 95 del partido, el Getafe se defendía como gato panza arriba y el marcador reflejaba un decepcionante empate a uno. Entonces apareció Jude. El británico, en modo llegador, sacó la caña para pescar un rechace de David Soria tras un disparo de Lucas Vázquez y anotar el gol de la victoria. El debut soñado ante los tuyos. El Santiago Bernabéu explotó de tal forma que dejó boquiabierto a Bellingham. «El momento de mi gol es lo más ruidoso que he escuchado en un campo de fútbol» aseguró.
La manera de celebrarlo por parte de los jugadores estuvo a la altura del templo: Jude parecía un poseso, Rodrygo no le iba a la zaga, a David Alaba sólo le faltó blandir la silla al cielo y a Rüdiger poco para acabar aplastado. El afortunado trabajador de la Cruz Roja que se encontraba pegado al córner acabó inmerso en la melé de jugadores del Real Madrid. Militao lo recibió en muletas en el túnel de vestuarios y el resto de la plantilla en las duchas. El momento merecía tal nivel de locura; no sólo había nacido una estrella, se acababa de consagrar delante del público más exigente del mundo.
Y es que el aficionado blanco es tan duro aniquilando ídolos de barro como certero detectando generales al mando y desde el sábado saben que su nueva fortaleza tiene Lord que la gobierne: Jude Bellingham.
