MásMóvil prevé cerrar 2022 con un crecimiento anual de 800.000 líneas

El grupo MásMóvil espera lograr un crecimiento anual de 750.000 a 800.000 líneas al cierre de 2022, según ha indicado este miércoles su consejero delegado, Meinrar Spenger, en un encuentro con periodistas. El directivo ha hecho además una cerrada defensa de las subidas de precios de las operadoras de telecomunicaciones -como las que han anunciado Movistar y Vodafone en España- recordando que nuestro país ha sido el último en aplicarlas y que el sector ha perdido un 35% de sus ingresos en la última década.

Los pronósticos de Spenger suponen que todas las marcas del grupo MásMóvil cierren en torno a las 15,3 de líneas el año 2022, una ralentización del crecimiento respecto de años anteriores -incluso con algún mes con pérdida de líneas por portabilidad-, pero todavía lejos del estancamiento de clientes que presentan otros competidores.

El consejo delegado de la compañía ha destacado que tras su integración en MásMóvil hace más de un año, Euskaltel ha vuelto a ganar clientes en sus territorios históricos del norte de España, en especial en el País Vasco. Una situación que, a su juicio, refleja la buena gestión de sus equipos comerciales y que todavía existe margen de crecimiento en la mayoría de sus marcas.

Nuevos competidores

En 2021, MásMóvil registró una ganancia neta de tres millones y una mejora del 26% -un crecimiento impulsado por la integración con Euskaltel-, mientras que en 2020 fue de 2,6 millones de líneas (un 28% más), el de 2019 de 1,2 millones (un 15%) y en 2018 de 2,2 millones, un 42%. De esta manera, se ha pasado de tener una media de crecimiento del 30% hasta 5,5% de alza con que prevén cerrar en el año 2022. En cualquier caso, han ganado 10 millones de líneas desde 2017.

Respecto de la operatividad de MásMóvil, Spenger ha destacado que la compañía marcha bien, que siguen invirtiendo en redes de fibra y de 5G y que, pese a la caída de ingresos de todo el sector es una de las pocas que sigue generando caja de todas las compañías de telecomunicaciones de España, algo que puede permitir tener en marcha un ecosistema de empleo y de inversión. Ha valorado además que sigan ganando cuota de mercado y líneas, pese a no ser una de las compañías que actualmente están tirando los precios.

Spenger ha vuelto a rechazar la etiqueta de compañía low cost que sus competidores insisten en colgarles, desviando la atención hacia otras operadoras más nuevas como Digi, Finetwork, Avaltel o Adamo, las que actualmente son las que más ganan cuota de mercado en el sector, al ritmo que MásMóvil lo hacía hace solo tres años. «Actualmente un 20% de las nuevas altas en el mundo de las telecomunicaciones son de estas compañías», recordó el CEO de la operadora amarilla.

Fusión con Orange

Respecto de la integración con Orange, Spenger recordó que el interés de combinar sus negocios en España es poder tener una mayor fuerza inversora en la nueva joint venture, un «proyecto industrial» con el que se pueda afrontar el crecimiento en fibra rural y en el nuevo entorno 5G. «No queremos fusionarnos para controlar el mercado y poder subir los precios, entre otras cosas porque en este mercado hay muchos operadores que garantizan una gran competitividad que continuará tras nuestra integración».

En el caso del estado de las infraestructuras en España, recordó que seguirán existiendo tres grandes redes con espectro adjudicado y con gran cobertura de banda ancha (Orange-MásMóvil, Telefónica y Vodafone). En relación al proceso que se está siguiendo en Bruselas, donde en estos momentos se analiza de manera preliminar la integración, indicó que va por buen camino y que esperan mantener los plazos para presentar formalmente el expediente en enero.

¿El futuro? Spenger manifestó su intención de que él y su equipo seguirán siendo fieles al proyecto, incluso después de que se formalice la fusión. «Aquí no se va nadie», dijo. Ello pese a que en el acuerdo hay una cláusula de salida de los dueños de MásMóvil (los fondos KKR, Cinven y Providence), quienes a partir de dos años desde la puesta en marcha de la joint venture podrían vender su participación y ceder el control a Orange tras una salida a bolsa de la nueva operadora.