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Los profesores arremeten contra el nuevo Bachillerato: «Hay que tener en cuenta el mérito»

Los profesores arremeten contra el nuevo Bachillerato: «Hay que tener en cuenta el mérito»

Cézareo De Luca | Europa Press

La comunidad educativa recibe dividida las principales novedades del borrador del decreto que regulará Bachillerato a partir del próximo año. Los estudios podrán organizarse en tres cursos de forma excepcional y los alumnos podrán presentarse a la Selectividad con una asignatura suspensa si el equipo docente lo considera oportuno. Unos valoran la flexibilidad de la norma para adaptarse a las necesidades de los estudiantes y otros consideran que se castiga el mérito y el esfuerzo. En lo que sí coinciden es en la falta de transparencia del Ministerio de Educación, al que acusan de ocultarles el texto que adapta esta etapa a la Lomloe, la nueva ley educativa aprobada en diciembre.

«Las enseñanzas obligatorias tendrían que tener en cuenta el mérito y el esfuerzo. Son valores importantes. Este borrador supone un error porque desmotiva al alumno y al profesorado», sostiene Sonia García, portavoz del sindicato ANPE, el mayoritario entre los profesores, con más de 80.000 afiliados en España. Cree que el cambio normativo resta autoridad académica al profesor, ya que si suspende a un alumno debe someterse a continuación al veredicto de sus compañeros. «Esto puede ocasionar conflictos en los equipos docentes y presiones de las familias». 

García critica que los estudiantes puedan llegar a la universidad con materias suspensas en el escalón educativo anterior. Y advierte: «No queda definido en el borrador, por lo que en unos centros pasarán la mano y en otros no». La representante de ANPE también lamenta no haber tenido acceso al borrador, que se ha filtrado antes a la prensa. «Nos afecta directamente porque somos quienes tenemos que llevarlo a la práctica y no lo conocemos. No obstante, el texto del ministerio es un contenido de mínimos». Está previsto que el nuevo decreto se apruebe en unas semanas, pero antes deben pronunciarse las comunidades autónomas, que son quienes poseen la competencia educativa, y organismos como el Consejo Escolar del Estado.

El claustro

«No conocemos el texto a fondo, pero la hipótesis de trabajo me parece acertada», reconoce Esteban Álvarez, presidente de Adimad, la asociación de directores de institutos públicos de Madrid. Defiende que, en la actualidad, la promoción de los alumnos la deciden los profesores a través de un órgano colegiado, el claustro, y que muchos estudiantes ya promocionan con asignaturas suspensas. «Este decreto solo lo regula. Es de sentido común». 

Álvarez admite a THE OBJECTIVE que el segundo año de Bachillerato en España es especialmente complicado por la amplitud de contenidos, el poco tiempo disponible (el curso acaba en mayo) y el elevado nivel académico, por lo que ve con buenos ojos la propuesta de ajustar la materia. «La concepción tradicional piensa que cuanto más contenido, más nivel educativo. Eso va en contra de la realidad. Lo que garantiza el nivel es el aprendizaje significativo». Y sentencia: «Nuestro Bachillerato se parece más al de Corea del Sur que al de Francia».

Desde ANPE también apuestan por una reestructuración de esta etapa educativa. Para ello plantean que los tres cursos no sean solo una medida excepcional, sino que se aplique de manera general: el primer año sería común y los dos siguientes servirían para especializarse. «Es lo que ocurre en otros países europeos», esgrime su portavoz, Sonia García.

Los profesores arremeten contra el nuevo Bachillerato: «Hay que tener en cuenta el mérito»
Clase de Matemáticas en un colegio de San Sebastián de los Reyes. | Foto: Eduardo Parra | Europa Press

«En la Educación Superior te puedes titular con una asignatura suspensa por compensación, por lo que esto no es una novedad radical», aclara Francisco García, de CCOO. En su opinión, que los alumnos de Bachillerato puedan presentarse a Selectividad sin haber superado todas las materias dependerá de muchos factores, como haber asistido a clase habitualmente. La decisión final recaerá en los profesores, por lo que «no es una puerta abierta» al aprobado general.

Respecto al aumento de la duración de la etapa educativa, el portavoz de CCOO afirma que «está bien acotado», ya que solo será posible si se acredita ser deportista de élite, estar desarrollando enseñanzas artísticas de manera simultánea o se trata de alumnos con necesidades específicas. «No se trata de medir lo que saben los alumnos, sino de si son capaces de aplicar lo que saben. Es un salto adelante interesante». García también celebra el diseño de cinco modalidades propuestas por el Gobierno: «Para nosotros es fundamental recuperar la importancia de las enseñanzas artísticas».

«17 currículos diferentes»

Maribel Loranca, secretaria del sector de la Enseñanza en UGT, prefiere no hacer declaraciones porque desconoce el decreto. Antes de valorarlo desea realizar un análisis pormenorizado. «El texto habrá trascendido, pero los representantes del profesorado no lo tenemos. Me parece fatal». Una cuestión que también ha criticado el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, del PP. En su opinión, el futuro decreto «va contra el esfuerzo» y ese es un mensaje «muy negativo». Ossorio sostiene que en el texto se pueden encontrar «todos los mantras del Gobierno, pero de los conocimientos básicos que deberían tener todos los alumnos no aparece prácticamente nada». Y concluye: «Va a haber 17 currículos diferentes, uno en función de cada comunidad autónoma».

La mayoría de los representantes regionales han preferido no valorar el borrador, que aumenta la autonomía de los institutos, hasta que se reúnan con el Ejecutivo central. Una de las consejeras que sí lo ha evaluado es la de Castilla-La Mancha, la socialista Rosa Ana Rodríguez, para quien este texto pretende dar facilidades al alumnado. Sobre la posibilidad de presentarse a Selectividad con una asignatura suspenda considera que esa es «una consideración de la ley que tenemos que asumir».

Entre los colectivos de padres y madres de alumnos, división de opiniones. «Se vuelve a despreciar la cultura del trabajo y del esfuerzo», sostiene Pedro José Caballero, presidente de Concapa, una confederación católica. Desde su punto de vista sigue sin abordarse «de una manera transversal e integral» la reforma del currículo para orientarlo al futuro universitario del estudiante. Denuncia que el borrador traslada la responsabilidad de promoción a los docentes y que se ha elaborado «sin consenso». Para Leticia Cardenal, presidenta de CEAPA, se trata de un texto más flexible y por eso «se adapta mejor a las necesidades del alumnado». «Esperamos que el desarrollo del currículo sea más realista». Cardenal también destaca que sea el equipo docente quien tenga la última palabra: «Será una decisión colegiada, siempre velando por el interés del alumno». No obstante, reconoce que tendrán que revisar «minuciosamente» la propuesta.

María del Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, sostiene que lo importante del nuevo decreto es que «no deja a nadie atrás», ya que se harán adaptaciones curriculares «para chicos con discapacidad que ahora no pueden titularse». Y resalta: «Cuando un estudiante fracasa, el que fracasa es el sistema porque no ha sabido darle una respuesta». Cree que este texto es más flexible y que acaba con contenidos obsoletos. Morillas desmiente que en la elaboración del borrador no se haya contado con la comunidad educativa. «Nos pasaron 550 enmiendas que fueron debatidas y votadas en el Consejo Escolar del Estado, donde hay representantes de todas los sectores». Su deseo ahora es que la Educación deje de utilizarse como «un arma arrojadiza y partidista».

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