Florentino Pérez reclama solo un euro de indemnización por la filtración de sus audios

Un solo euro de indemnización, una condena por intromisión ilegítima del derecho a la intimidad y el honor, así como la publicación íntegra de la sentencia en las páginas centrales de las ediciones digitales e impresas de cinco de los diarios generalistas y deportivos de mayor tirada nacional. Lo anterior son algunas de las principales peticiones de la demanda por la que Florentino Pérez ha logrado llevar a juicio al diario El Confidencial y al periodista José Antonio Abellán por la publicación y presunta filtración de los polémicos audios en los que el presidente del Real Madrid hablaba a calzón quitado de jugadores, entrenadores y leyendas del club blanco.

El Juzgado de Primera Instancia número 42 de Madrid celebrará el próximo 27 de septiembre, a las 9:30 horas, el juicio del máximo mandatario del Grupo ACS y del Real Madrid contra El Confidencial, el director de ese diario digital, Ignacio Cardero, y el periodista José Antonio Abellán, según han confirmado distintas fuentes jurídicas a THE OBJECTIVE. La juez Mónica Boticario ha fijado esa fecha tras la celebración de una vista previa entre las partes que tuvo lugar el pasado 22 de abril. Un juicio en el que Florentino Pérez y Abellán están citados a declarar ante la magistrada. Sin grabadora de por medio, ambos volverán a verse las caras en el juzgado ese día para dirimir si el presidente del Real Madrid ha sido víctima de una intromisión ilegítima del derecho a la intimidad y al honor.

En su demanda, a la que ha tenido acceso este medio, los abogados de Florentino Pérez acusan al diario digital de haber publicado desde el 13 de julio de 2021 «diferentes extractos descontextualizados, y en ocasiones manipulados, de diversas conversaciones privadas que el periodista José Antonio Abellán mantuvo en distintas fechas con nuestro representado, y que grabó sin su conocimiento ni consentimiento». Las grabaciones a las que alude el presidente del Real Madrid recogen «frases sueltas y entresacadas del más amplio contexto en el que se produjeron» sobre exjugadores del equipo blanco como Raúl González Blanco, Iker Casillas o Cristiano Ronaldo, además de entrenadores como José Mourinho o Vicente del Bosque y periodistas de distintos medios de comunicación.

Florentino, «víctima» de una «campaña de desprestigio»

En su denuncia, los abogados del presidente del Real Madrid señalan que algunas de las conversaciones datan del año 2006, «lo que da cuenta de que el propósito de los demandados (…) ha estado en todo momento alejado de cualquier ánimo pretendidamente informativo». Asimismo, señalan que el propio Abellán ha reconocido en público haber sido el autor de las grabaciones e insisten en que Florentino Pérez «nunca pudo prestar su consentimiento a que las conversaciones en que intervenía pudiesen estar siendo grabadas ni, mucho menos, difundidas».

«Tales subrepticias grabaciones y su posterior divulgación pública en un diario con el seguimiento y la repercusión de El Confidencial, constituyen una palmaria e ilegítima intromisión en el derecho a la intimidad, constitucionalmente protegido, del señor Pérez, que está siendo víctima, merced a dicho ardid, de la intensa campaña de desprestigio que contra su persona y reputación han puesto en marcha los demandados», indican los abogados de Pérez en su denuncia. Además cargan las tintas contra «la actuación del diario» por haber publicado un total de ocho entregas o publicaciones distintas sobre los audios. «Como si de un serial se tratase», indica el escrito.

En la demanda, los abogados de Florentino Pérez reiteran en varias ocasiones que el presidente del Real Madrid no tuvo conocimiento ni autorizó la grabación o difusión de las conversaciones que mantenían. Además, denuncian que la difusión de los audios por parte del diario digital «no resultaba necesaria ni proporcionada a cualquier fin pretendidamente informativo». «Máxime si se tiene en cuenta que se trata de conversaciones que datan de hace entre 9 y 15 años y que, consecuentemente, tienen en la actualidad un nulo interés informativo».

Abellán publicó los audios en un libro en 2015

Por el contrario, en su escrito de contestación a la demanda de Florentino Pérez, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la defensa del periodista José Antonio Abellán alegó que «el contenido de todos los audios publicados por el medio de comunicación El Confidencial, ya fue publicado por parte del señor Abellán en el libro ‘Asalto al Real Madrid’», publicado el 9 de abril de 2015. Y recuerda que entonces los principales medios de comunicación generalistas y deportivos se hicieron eco del contenido de esas grabaciones publicadas en el libro sin que el presidente del club blanco ejerciera acción legal alguna.

«En el citado libro, se recogen las manifestaciones de Don Florentino Pérez, entrecomilladas y literales, de forma que, desde abril de 2015, podía haber interpuesto acciones contra mi representado, si es que consideraba de alguna forma, que constituían algún tipo de intromisión en su honor, intimidad o imagen. El señor Pérez no lo hizo, pues sabe perfectamente que no ha existido intromisión ilegítima alguna por parte del señor Abellán», indica en su escrito de contestación la defensa del periodista.

Además, el escrito de los abogados del periodista alegan que Florentino Pérez «supo siempre que las conversaciones que mantuvo con el señor Abellán se grababan» y afirman en reiteradas ocasiones «que no ha sido el señor Abellán el que ha facilitado, en absoluto, ninguna grabación a El Confidencial». En concreto, la defensa de Abellán enmarca las conversaciones en una serie de reuniones de carácter informativo y periodístico con las que «Florentino Pérez pretendía usar (y de hecho usó) al señor Abellán» -entonces presentador y director de un programa deportivo de alcance nacional en la cadena COPE- «para sus fines particulares de deteriorar a su rival, el entonces presidente del Real Madrid, don José Ramón Calderón Ramos».

Un euro de compensación frente a los 17,6 millones de Iberdrola

«¿Cómo es posible que si realmente considera el Sr. Pérez que se hubiese cometido una intromisión en su derecho al honor, intimidad e imagen, no procedió a interponer acciones legales en el ejercicio 2015? ¿A qué obedece que haya tardado más de seis años en ejercitar acciones legales, solicitando un euro como indemnización?», cuestiona la defensa de Abellán. «A nuestro juicio, el motivo es muy claro: sabe el señor Pérez que Don José Antonio Abellán no ha cometido intromisión ilegítima alguna en su intimidad, honor, ni derecho a la propia imagen», añade.

Frente a las acusaciones de Florentino Pérez, los abogados de El Confidencial se defendieron apelando al derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, amparado en el artículo 20 de la Constitución Española, según fuentes jurídicas. También alegaron la trascendencia pública del demandante. No obstante, la del presidente del Real Madrid no es la única demanda que tendrá que enfrentar el diario digital durante los próximos meses.

El pasado mes de febrero, Iberdrola presentó una demanda contra Titania, grupo editor de El Confidencial, también por una supuesta intromisión ilegítima en el derecho al honor, por la cobertura de las investigaciones sobre las presuntas relaciones entre el grupo eléctrico y el comisario jubilado José Manuel Villarejo. A diferencia de Florentino Pérez, que reclama una indemnización de un euro, la eléctrica demanda una compensación de 17,6 millones de euros al medio de comunicación.

Además de un solo euro de indemnización, una condena por intromisión ilegítima del derecho a la intimidad y el honor, así como la publicación íntegra de la sentencia en las páginas centrales de todas las ediciones digitales e impresas de cinco de los diarios de mayor tirada nacional, Florentino Pérez reclama a la juez que condene al diario El Confidencial y a José Antonio Abellán a pagar las costas del juicio que se celebrará el 27 de septiembre y a condenarles al «cese efectivo y permanente de la divulgación y difusión del contenido íntegro o parcial de las grabaciones».