Podemos intenta elevar el choque interno por Pegasus a una guerra entre Robles y Sánchez

Podemos quiere que el choque interno en el Gobierno se eleve en una ‘guerra’ entre Pedro Sánchez y Margarita Robles. Los morados creen que el ministro Félix Bolañós es un desconocido para la mayoría de los votantes, a pesar de que ejerce de hombre fuerte en la Moncloa. Así que Podemos prefiere centrar sus esfuerzos contra la ministra de Defensa, asociando en su discurso directamente a Bolaños con Sánchez. Robles es considerada una dirigente enemiga de los morados desde hace meses y el caso de Pegasus ofrece para el entorno de Pablo Iglesias una oportunidad para aislar y hasta hacer caer a la exjueza.

La estrategia que plantean en el partido morado consiste en aprovechar hasta el final el enfado de los republicanos catalanes y sus amenazas sobre el futuro de la legislatura. Podemos, como desveló este diario el viernes, actúa de la mano de ERC y advierte a Sánchez de que la situación puede empeorar si no asume «la gravedad de la situación». El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se expresó en esos mismos términos para exigir a Sánchez una reunión bilateral.

El partido morado cree que Sánchez no quiere convocar elecciones porque se ve debilitado frente a Alberto Núñez Feijóo. Y que para salvar la legislatura está dispuesto a todo. Incluso a sacrificar a uno de sus principales ministros: Bolaños o Robles. Los dos han activado una «guerra de filtraciones» en los medios de comunicación, que corresponde a la voluntad de imponer cada uno su propio «relato», según dicen en Podemos.

La lectura que dan es que Robles ya está actuando más como jueza que como ministra, y que su actitud puede convertirse en un problema para Sánchez. Podemos cree que Bolaños no está contando toda la verdad en el caso del espionaje a los independentistas y a Pedro Sánchez, pero su interés político obliga a los morados a centrar sus esfuerzos en debilitar a Margarita Robles. De tal manera que si bien el partido morado no respalda oficialmente a ninguno de los ‘superministros’ de Sánchez, de facto se alinea con Bolaños.

Iglesias ataca a Robles

Pablo Iglesias se halla entre los autores intelectuales de este planteamiento. El exvicepresidente sabe que Sánchez no va a dudar en desprenderse de un ministro si éste se convierte en un problema para su continuidad en el Gobierno, o si se enfrenta a él. Robles, sostienen miembros socialistas del ejecutivo, sigue formando parte del círculo de confianza de Sánchez. Pero Podemos cree que esos equilibrios pueden cambiar rápidamente.

Los morados recuerdan que en tan solo tres años Sánchez ha laminado a dirigentes como Josep Borrell y José Luis Ábalos, y su gurú estratégico Iván Redondo. «Lo que estamos viendo con Pegasus es un enfrentamiento entre Margarita Robles y Pedro Sánchez», dijo el propio Iglesias en una entrevista en RNE el pasado viernes. Para el exlíder morado la principal responsable del espionaje al móvil de Sánchez es Robles: «Si yo no he logado proteger al presidente del Gobierno […], no tengo que seguir aquí», señaló.

Las palabras de Iglesias se enmarcan en una estrategia dirigida a evitar que la guerra interna entre los ministros socialistas se cierre con un armisticio entre los involucrados. De ahí que desde hace dos semanas, como adelantó este diario, los morados centraran sus críticas contra la ministra de Defensa.

El portavoz Pablo Echenique participó, por ejemplo, en la última comisión del ramo de forma extraordinaria para atacar directamente a Robles. Echenique dijo que la ministra debería dimitir por «la dignidad del Gobierno». «La situación actual es sencillamente insostenible», afirmó. Y añadió: «Usted ha venido hoy a esconderse detrás del conjunto del Consejo de Ministros, detrás de la inmensa mayoría de agentes, honestos del CNI y de la fuerza en Cuerpos de Seguridad de Estado y dentro de un concepto muy limitado de la democracia».

‘Modus operandi’ experimentado

Iglesias y los miembros de Podemos usan en esta polémica el mismo modus operandi que han aprendido en otras crisis del Ejecutivo. Ese método se centra en aislar a su objetivo para que se desgaste de cara al presidente. Iglesias entendió rápidamente que Sánchez suele decir lo que más le interesa en función de la permanencia en la Moncloa, de ahí que eleve la pugna con Bolaños como arma arrojadiza para que se instale en el debate público una confrontación directa con él.

El pragmatismo de Sánchez es, en definitiva, el mejor aliado de Podemos, según revelan las fuentes consultadas. Y el partido juega sus cartas sobre el temor de una crisis institucional que derive en una ruptura con los aliados en el Congreso. La estrategia está trabajada en colaboración con dirigentes de ERC, con quienes se reúnen y hablan a menudo. Su estrategia parlamentaria, tal y como mantienen desde las filas moradas, es la misma para paliar el escaso peso de los 35 diputados de Unidas Podemos.

El diputado Jaume Asens sostuvo que Sánchez puede haber sido «chantajeado» por el robo de más de dos gigas de su móvil. Asens sostiene que aunque existiera una autorización judicial a los líderes independentistas supuestamente espiados, la cuestión es más política que judicial. Y afirma que dicho espionaje se realizó cuando Podemos no estaba en el Gobierno.

Los morados repiten así el refrán de que Robles es «una ministra más del PP» para intentar desgastar su imagen. Esta es la pieza que los morados han decidido ganar en el enfrentamiento interno a los ministros socialistas. Pero para esto es necesario que se eleve a nivel de opinión pública que el choque no es entre dos ministros, sino entre uno de ellos y el propio presidente. Iglesias ha ordenado a los suyos resumir la cuestión del espionaje a este tipo de choque.