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Política

Bildu doblega al Gobierno y cuela su acuerdo de pensiones en el decreto de la guerra 

Los abertzales amenazaron con votar en contra de la ley del fondo de pensiones este jueves. El Ejecutivo rectifica tras un conflicto con Escrivá

Bildu doblega al Gobierno y cuela su acuerdo de pensiones en el decreto de la guerra 

No ha sido un giro de 180 grados sino de 360, tras el cual la posición final del Gobierno ha terminado exactamente en su mismo punto de origen, aunque la relevancia de los movimientos radican en la cascada de tensiones y conflictos internos que pretenden ocultar los muchos pelos que se deja el Ejecutivo en la gatera. Ha pasado exactamente una semana desde que el pasado jueves el Ejecutivo llegara a un acuerdo con EH Bildu en la comisión de Trabajo para aumentar las pensiones no contributivas un 15%. Un acuerdo que, según anunció la formación abertzale en un comunicado, se incluiría en el nuevo decreto que prepara Moncloa para prorrogar las medidas derivadas de la guerra de Ucrania, como la bonificación del precio de la gasolina o la limitación del precio de los alquileres. 

Desde el primer momento, los ministerios encargados de la redacción de ese decreto descartaron esa inclusión. Tanto Hacienda como Economía y presidencia aseguraron que «las pensiones no estarán en el decreto de la guerra» y que se incluiría en otro tipo de iniciativas que no estén sujetas a una aplicación temporal de tres meses, que es el periodo de vigencia del nuevo decreto. Según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, «la subida de las pensiones tiene que prolongarse hasta finales de año y no puede estar supeditada a una norma que decaerá el 30 de septiembre».

Es decir, «lo lógico» es que la subida de las pensiones no contributivas se incluya vía enmiendas en la ley que regulará los planes y fondos públicos de pensiones, que precisamente se vota este jueves en el Congreso, y no en el nuevo decreto de la guerra al que Bildu quiso vincular este incremento de las prestaciones para exhibir su logro social de forma inmediata.

Rafael Simancas a su llegada este miércoles al Congreso.

Montero, Calviño y Bolaños vs. Escrivá

El rechazo de los ministerios de María Jesús Montero, Nadia Calviño y Félix Bolaños destilaba recelos respecto al pacto acordado entre Inclusión y EH Bildu, y señalaban al ministro José Luis Escrivá como responsable del «error» de haber accedido a esta petición de Bildu para salvar su proyecto de ley de planes de pensiones.

El error de Escrivá fue doble, según las fuentes consultadas por este periódico. De un lado, ceder a Bildu una cuestión de forma unilateral sin cuestionar previamente a los ministerios responsables de hacer los números, Economía y Hacienda; del otro, sin consulta previa al ministerio de Félix Bolaños, responsable de las negociaciones parlamentarias y que cuenta con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, como principal responsable de apagar fuegos y arreglar entuertos de última hora.

Tanto Bolaños como Simancas eran partidarios de «dejar morir» este acuerdo de aquí a la votación del decreto de la guerra, que aún no se ha aprobado por el Consejo de Ministros y que tendrá un mes hábil para ser convalidado una vez que reciba la luz verde del Gobierno en Moncloa. Pero, según ha podido saber THE OBJECTIVE, las primeras informaciones de la agencia de noticias Colpisa para El Diario Vasco, que adelantaban la posición de Moncloa contraria a lo pactado por Escrivá, motivaron la amenaza de Bildu al Gobierno: si no se incluye el aumento de las pensiones no contributivas en el decreto, votarían en contra de la ley de planes de pensiones.

El chantaje de EH Bildu

Un chantaje que confirman a THE OBJECTIVE fuentes de la dos facciones de la coalición de gobierno. Sin embargo, desde la órbita de Podemos lo hacen con reproches hacia el miembro mayoritario del Ejecutivo: «A Bildu no se la cuelan, son perros viejos ya para esto». Los morados eran conscientes de que «había problemas», muchos de ellos derivados de la debilidad de un Gobierno que, pese a su proclamada estabilidad, sólo tiene una vía para sacar adelante sus iniciativas pues, de momento, «se han roto las comunicaciones con ERC, por lo que nos dicen». Bildu salvó el primer decreto del plan de la guerra aprobado a finales de abril y volvió a salvar la semana pasada el dictamen de la Comisión de Trabajo con un voto a favor.

Según fuentes parlamentarias, la intención de Bildu es abstenerse este jueves en el proyecto de ley de planes de pensiones, lo cual motivó el reproche de Podemos al Gobierno por haber acordado un «pacto en la sombra» de espaldas al resto de formaciones, incluido el socio minoritario de la coalición, solo a cambio de una abstención y generando el malestar también del socio preferente del Ejecutivo, el PNV, donde tienen un «ataque de cuernos».

Un reproche que, a juicio de estas fuentes, tiene como origen la irrupción del ministro Escrivá en las negociaciones del Ejecutivo. Perfil poco asiduo en estas lides que habitualmente coordinan Bolaños y Simancas, con la ayuda del portavoz parlamentario, Héctor Gómez. Así las cosas, el Gobierno se lame las heridas, asume los errores y los chantajes del nuevo socio capaz de condicionar los decretos del Consejo de Ministros a fin de salvar las votaciones. Una cesión no menor que pone en tela de juicio la verdadera estabilidad de la tarea legislativa del Ejecutivo al que según Pedro Sánchez le queda aún un año y medio… de agonía parlamentaria.

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