Feijóo desarbola a Sánchez en un bronco debate que aleja el pacto del CGPJ

El primer cara a cara entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha durado casi tres horas y no ha defraudado. Pese a que el primero tuvo una intervención inicial de más de una hora en el Senado y el segundo solo una primera réplica de apenas 15 minutos, el presidente de los ‘populares’ desarboló por momentos al jefe del Ejecutivo por su gestión en la crisis económica y al mantener una Administración «sobredimensionada», en la que supera en siete ministerios a Alemania -23 contra 16-. Los reproches mutuos han alejado, aún más si cabe, un posible pacto sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Feijóo puso nervioso a Sánchez cuando le propuso el apoyo del PP a cambio de romper con sus socios y cesar «a todos los ministros que no ha nombrado», es decir los de Podemos, y «a los que no están a la altura». Fue el momento más tenso del debate, en medio de varias interrupciones del presidente de la Cámara alta, Ander Gil, para que concluyese su intervención. «Nunca seremos socios parlamentarios permanentes», le reconoció el líder de los ‘populares’ a Sánchez, «sino aliados de los españoles».

Previamente, el jefe del Ejecutivo dibujó un panorama sombrío para la economía española en los próximos meses tras constatar que el problema «grave» del alza de los precios, que están «por las nubes», y pidió a los ciudadanos «prepararse para lo peor» de cara al próximo invierno cuando se agrave el suministro de gas en Europa, aunque excluyó la adopción de medidas «dramáticas» como «los apagones, el racionamiento de bombonas de butanos o escenas apocalípticas de la derecha y extrema derecha». También defendió que la economía española no entrará en recesión.

Sánchez acusa a Feijóo de «mentir sin despeinarse»

El jefe del Ejecutivo ha reconocido que la situación económica es «endiablada y compleja» por culpa de la guerra de Vladimir Putin y que obligarán al país a superar «incertidumbres y retos importantes», pero dejó claro que habrá «justicia social y empatía» con los ciudadanos. En este sentido, ha lamentado que la oposición solo piense en echar «al malvado Sánchez y acabar con el Gobierno socialcomunista», aunque ha admitido que su equipo se equivoca y comete errores en ocasiones.

Sánchez ha acusado a Feijóo de «mentir sin despeinarse» y que, al mismo tiempo, se queje «de que le insultan» desde los distintos ministerios. También le ha reprochado el haber llegado a la cúpula del PP con la ayuda de las grandes corporaciones empresariales y mediáticas. Entre ellos, ha vuelto a señalar de forma genérica a «los cenáculos de poder madrileños» y en otro momento del debate, ha señalado directamente a las eléctricas y los bancos. «Usted es el más devoto defensor de las grandes empresas y corporaciones de este país», le ha reprochado a Feijóo, quien se ha revuelto ante los «descalificativos» vertidos desde la tribuna.

«Decir que los jueces se dejan presionar por un partido político es lamentable. Decir que las eléctricas y los bancos me han aupado al PP es un insulto a la democracia y a todos los militantes del PP», ha replicado el líder de los ‘populares’, quien se esperaba un debate «serio, sosegado y sereno» y, sin embargo, se ha encontrado con «la estrategia de la crispación».

Sánchez ha pedido al líder del principal partido de la oposición no comportarse «ni como un chamán ni como un curandero» en la gestión de la crisis, al tiempo que ha garantizado una visión «equilibrada» de las soluciones. «Un líder político no debe jugar con el miedo de la población. Hay que ofrecer confianza», ha hecho hincapié dirigiendo la mirada a la bancada del PP.

El presidente del Gobierno ha insistido en varias ocasiones en «la insolvencia y mala fe» de Feijóo en el análisis de la situación. Una actitud que, en su opinión, combina con «insultos y disparates» como el recurso a la novela El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez el pasado lunes en un desayuno informativo y en el que «se me comparó con dictadores como Trujillo o Somoza».

Sánchez también ha lamentado que Feijóo tilde de «timo ibérico» la excepción energética conseguida en Bruselas y que ha permitido, según ha subrayado, 2.000 millones de euros de ahorro en viviendas y empresas desde su aplicación. Un panorama que ha rechazado el líder del PP con una inflación de dos dígitos durante varios meses consecutivos, la factura de la luz más cara de la historia y una serie de «volantazos» cuando se avecina un «durísimo otoño». «Ya no hablan de pobreza energética, ahora habrá que decir miseria energética», le ha soltado en su segunda réplica.

«Mientras los ministros insultan, están descuidando sus funciones», le ha reprochado Feijóo, quien ha recomendado a renglón seguido a Sánchez que «pise la calle con la gente» en vez de apoyarse en la «docilidad» de los socios de investidura o los actos «con casting previo» como el del lunes en el Palacio de la Moncloa.

Pese a los garrotazos dialécticos, ambos dirigentes han querido ofrecer la mano para futuros pactos, sobre todo el del CGPJ. «Su ‘no es no’ es el único principio inmutable desde que empezó en política. Nadie en España cree que es más constructivo Bildu que el PP», le ha dejado claro Feijóo sobre sus preferencias para gobernar.

Sánchez ha respondido que a los ‘populares’ «les importa un bledo la Constitución» con el bloqueo en la renovación de cargos en el Poder Judicial, pero ha insistido en que no pierde la esperanza. «Sigo abierto a un acuerdo con el principal partido de la oposición. Cumpla con la Constitución y renueve el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional», le ha emplazado al líder de la oposición, si bien los acuerdos son «prácticamente imposibles» ante una situación «absolutamente excepcional, antidemocrática, abusiva, ilegal que le beneficia a usted».

Feijóo ha replicado que los españoles no se merecen una política como la que ofrece el Gobierno de coalición y le ha advertido que se equivoca cuando habla de «oscuros poderes que conspiran contra él, pero no dice quién». Por ello, le ha pedido «un poco de humildad» y que haga caso a socialdemócratas como el exsecretario general de UGT, Cándido Méndez, quien ha pedido prolongar las centrales nucleares en el actual contexto económico. «Usted no manda ni en su propio Gobierno. Es usted un mal presidente en sus últimos momentos», ha concluido el líder del PP desde la tribuna.