Interior expulsa a un policía por robar un reloj de 6.200 euros a un detenido en Málaga
La Audiencia de Málaga ha condenado al agente por un delito de malversación de caudales públicos por apropiarse del reloj de lujo de un arrestado
Un reloj de alta gama, en una imagen de archivo. | TO
El robo de un reloj de alta gama le ha costado a un policía andaluz su carrera profesional. La Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio de Interior, firmó este lunes la resolución por la que declara la pérdida de la condición de funcionario del Cuerpo Nacional de Policía del agente Jorge D.R.M., adscrito a la Comisaría de Estepona (Málaga), tras ser condenado por un delito de malversación de caudales públicos, según reza el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha ejecutado la sentencia en la que, el pasado mes de octubre, la Audiencia Provincial de Málaga condenó en firme a este policía como autor criminalmente responsable de un delito de malversación a las penas, entre otras, de un año de prisión e inhabilitación para el ejercicio de empleo o cargo público por el plazo de tres años.
En cualquier caso, recuerda Interior, la Ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional ya contempla la expulsión del funcionario si comete este ilícito. «Son causas de pérdida de la condición de funcionario de carrera del Cuerpo: la pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta o especial para el ejercicio de empleo o cargo público que tuviere carácter firme», reza el artículo 5.1 de la citada norma.
Un reloj de 6.200 euros
Los hechos se remontan a agosto de 2016. El condenado, que en ese momento trabajaba en el servicio de custodia y seguridad de los calabozos de la Comisaría de Estepona, se valió de su posición y actuó «con ánimo de procurarse un beneficio injusto» apropiándose del reloj cuando su dueño estaba arrestado, reza la sentencia.
Tras la detención de un hombre por la presunta comisión de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y su posterior ingreso en el calabozo policial, el objeto en cuestión fue entregado por el detenido e introducido en una bolsa que se abría y cerraba con una llave. Sin embargo, cuando abandonó las dependencias policiales, nadie se lo devolvió.
Acto seguido, el dueño presentó denuncia por la sustracción del reloj, tasado pericialmente en la cuantía de 6.200 euros, y la Comisaría de Estepona inició una investigación interna. Al percatarse de esto, el funcionario Jorge D.R.M. devolvió el objeto, pero lo depositó en un lugar distinto de las dependencias, no en la bolsa de seguridad, «con la finalidad de evitar ser descubierto», según quedó probado en el fallo.
El juicio por todo lo sucedido no se celebró porque el agente, tras admitir los hechos de los que se le acusaba, llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y aceptó la pena de un año de cárcel e inhabilitación para empleo o cargo público durante tres años, ratificada posteriormente por el tribunal. Además, se le suspendió la ejecución de la condena de prisión bajo la condición de que no volviese a delinquir.
Policías expulsados
Los policías son el colectivo de funcionarios que lidera la pérdida de su condición como tal tras haber sido condenados por la comisión de algún ilícito, según publica Civio. Que un trabajador deje de ser funcionario solo es posible en dos casos: una sanción o una condena en firme en la que se incluye la inhabilitación.
Desde 1996, de acuerdo con los últimos datos disponibles del BOE, 524 funcionarios han perdido su plaza de este modo. 505, el grupo más numeroso, perdieron esa condición tras haber sido condenados. Entre ellos, destacan 201 policías, 97 administrativos, 87 funcionarios de Correos, 41 de Justicia o 31 profesores. Los otros 19 lo hicieron tras una sanción administrativa, la mayoría por abandono del servicio, es decir, dejar de ir a trabajar.
