Guardias civiles exigen refuerzos ante la oleada de pateras en las costas del Mediterráneo
Denuncian la falta de medios humanos y materiales en Almería, la zona donde más ha crecido la inmigración este verano
Un agente observa una embarcación de inmigrantes. | AUGC
Los guardias civiles ven «inasumible» la situación por la oleada de pateras de este verano en las costas españolas y especialmente en el litoral mediterráneo, donde la presión migratoria ha aumentado en las últimas semanas. Sin ir más lejos, la Cruz Roja ha atendido en las últimas 24 horas a 186 personas que han llegado en pateras a diferentes puntos de la costa de Almería. Andalucía y Baleares son las regiones donde más ha crecido la inmigración irregular respecto al año pasado. Tanto es así que diferentes asociaciones profesionales del Instituto Armado han denunciado «sentirse desbordados» y reclaman más efectivos.
Independientes de la Guardia Civil (IGC) insiste en la necesidad de que desde el Gobierno central, regional y local, así como desde la propia Dirección General del Instituto Armado se «adopten medidas de urgencia para paliar la difícil situación que supone la llegada masiva de inmigrantes». En este sentido, critican que las fuerzas policiales que «se ven incapaces de dar una respuesta efectiva, ya que los desembarcos se realizan a gran velocidad» y, una vez en territorio español, los inmigrantes «salen corriendo» y es «especialmente complicado establecer un control».
Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), en la misma línea, señalan que la oleada de embarcaciones llegadas al litoral almeriense es «inasumible» y advierten que no hay suficientes unidades ni vehículos para poder prestar labor humanitaria o encargarse de su posterior custodia y traslado desde la playa. Entre tanto, en declaraciones a Europa Press, el delegado de AUGC en Almería, Víctor Vega, ha advertido de que las patrulleras con las que cuenta ahora la Guardia Civil no son capaces de dar alcance a las «narcopateras».
Se trata de un tipo de embarcación de gran velocidad y de gran ocupación que las mafias han empezado ha emplear después de la pandemia. De este modo, cuando llega una embarcación con más de 100 personas, como ha ocurrido hace unas horas en Almería, «resulta imposible llevar a cabo nuestro trabajo», ha explicado este guardia civil. No obstante, según ha insistido, es algo que llevan sufriendo desde «hace tres años».
La inmigración crece un 37,1%
En lo que llevamos de año, la inmigración irregular ha crecido un 3,3% respecto al año pasado. La primera vez desde que Madrid y Rabat rubricaron sus compromisos para establecer un mayor control de los flujos migratorios a cambio del giro del Sáhara Occidental. Hasta la fecha, 18.745 inmigrantes han llegado a territorio español. Donde más se ha disparado, no obstante, ha sido en Andalucía y Baleares, en concreto un 37,1% más si se compara con 2022. Más de 8.000 personas, en su mayoría procedentes de Marruecos y Argelia, han llegado a estas regiones a bordo de 634 embarcaciones.
Las zonas que más presión sufren son Almería y Algeciras. La ruta entre Marruecos y Algeciras se ha reactivado desde principios de este año. Cerca de un millar de inmigrantes marroquíes han llegado a Almería en lo que va de 2023. Estos recorridos vía lancha, custodiados por las mafias, parten de la región de Nador y varias playas cercanas a la localidad de Alhucemas, y terminan en la costa andaluza que va desde Motril hasta la capital almeriense, según las fuentes consultadas por este diario.
Sin controles
«A la situación del grave drama humano para las personas que se embarcan en una peligrosa travesía marítima en busca de una mejor vida, se suma la problemática para la seguridad ciudadana que supone la llegada sin prácticamente ningún control de inmigrantes irregulares deambulando por el territorio nacional, y que irremediablemente se ven abocados a vivir en un régimen de clandestinidad, que lleva aparejado vivir al margen de las leyes vigentes en nuestra sociedad», denuncian desde la IGC.
Ante este escenario, las asociaciones de la Benemérita urgen a las administraciones que «tomen cuantas medidas sean necesarias para solucionar este problema a través de políticas más estrictas en materia migratoria, así como una mayor dotación de medios materiales y humanos para proteger el territorio» y «blindar la seguridad ciudadana» ante la llegada de la inmigración.
