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Irene Montero entra en el equipo de Unidas Podemos sobre el CGPJ para controlar a Díaz

La número dos de Podemos quiere evitar otra pinza Bolaños-Díaz. Quiere seguir la negociación del CGPJ para que no se repitan errores como con los Presupuestos

Irene Montero entra en el equipo de Unidas Podemos sobre el CGPJ para controlar a Díaz

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha empezado a dar algunos pasos al frente, tal y como adelantó en exclusiva THE OBJECTIVE la semana pasada. Coincidiendo con el embarazo de Ione Belarra, pero no siendo esa una condición determinante, Montero ha exigido sentarse en la mesa de contactos creadas en el grupo confederal de Unidas Podemos para gestionar las negociaciones sobre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Montero ha participado a la primera reunión interna el lunes con el objetivo de controlar a Yolanda Díaz, según sostienen fuentes internas de la formación.

La negociación presupuestaria acabó en reproches mutuos y la sensación de que los supuestos referentes de Unidas Podemos, véase el economista Nacho Álvarez, habían actuado como agentes dobles en favor de Díaz. La ministra de Trabajo puso su firma y rostro en un acuerdo presupuestario con un gasto récord en políticas sociales que Podemos tuvo que aceptar a regañadientes. Aunque sí acusaron a los socialistas de haberles escondido el aumento del gasto en Defensa: Podemos quiere desmarcarse de las demás fuerzas políticas a la hora de asumir ese desembolso militar.

Ahora, con el inédito acercamiento entre el PP y el PSOE sobre la renovación del CGPJ, Podemos no quiere dar otra vez la imagen de pasividad. Cuando Pablo Iglesias estaba al mando de la formación desde la vicepresidencia segunda todo era muy diferente. Los ‘morados’ habían logrado imponer a Sánchez uno de entre dos nombres de jueces -el de Vicky Rosell y Juan Manuel de Prada- como futuros vocales del CGPJ si se llegaba a un acuerdo con el PP. Sin embargo, ahora todo apunta a que el PSOE ha descartado a ambos y los ‘morados’ temen que, con el visto bueno de Díaz, PP y PSOE lleguen a un pacto ignorando una vez más sus exigencias.

Reunión interna el lunes

El pasado lunes, el grupo confederal mantuvo una reunión interna después de que Podemos dijera desconocer que se iba a mantener un encuentro en La Moncloa entre Sánchez y Feijóo (tampoco sabía de la renuncia del magistrado Carlos Lesmes). Una vez más, los socialistas se escudaron en que informaron a la ministra Díaz. Pero el teléfono escacharrado en Unidas Podemos es una evidencia, y ahora Irene Montero ha decidido aprovechar la convocatoria por parte de la propia Díaz de un grupo reducido de miembros de la formación para mostrar y demostrar su presencia.

No se trata de una decisión baladí si se piensa que Montero y Díaz llevan meses sin hablarse. La vicepresidenta segunda ha mantenido a lo largo de estos últimos meses contactos directos únicamente con Belarra, pero lo ocurrido en la negociación presupuestaria de la semana pasada ha enojado profundamente a la dirección de Podemos. Y esta vez Montero ha decidido aclarar las jerarquías.

Por ahora, lo único que trasciende internamente es la voluntad de llegar a un acuerdo entre los socios de Unidas Podemos para volver a exigir a Sánchez que no le tiemble el pulso ante los ‘populares’. Los ‘morados’ parecen tener de su lado esta vez tanto a Izquierda Unida como a Enrique Santiago, el líder del PCE y el principal jurista del grupo parlamentario, contrario a asumir la propuesta del PP (avalada por una exigencia de Bruselas) de compaginar las nuevas nóminas con una reforma integral del sistema de selección de los vocales del organismo de gobierno de los jueces.

Temor a otra traición de Díaz

La diferencia se halla, no obstante, en los tonos. Podemos empezó el pasado lunes hablando de «golpe blando» del PP, mientras que Díaz ofreció una lectura mucho más sosegada y aperturista al encuentro entre Sánchez y Feijóo: «Hace casi cuatro años que se mantiene una situación de excepcionalidad en el poder judicial por un bloqueo antidemocrático. La Administración de Justicia es fundamental para nuestro país. Hay que corregir ya esta anomalía».

Irene Montero no quiere que opere otra vez la «pinza» entre el ministro Félix Bolaños y Díaz. Los ‘morados’ ya han decidido controlar de cerca a la política gallega, convencidos, tal y como desvelaba THE OBJECTIVE, que Díaz está lanzando una operación de promoción personal con un rumbo difícil de corregir. Pero la decisión de Montero de asistir a la reunión interna, si bien justificada con el embarazo de Belarra, confirma la intención de la ministra de Igualdad de volver a la primera línea del partido, después de cuestionar los métodos demasiado conciliadores de Belarra.

En lo que Podemos no quiere ceder es en la negociación judicial. Los ‘morados’ siguen exigiendo una cuota de los nuevos vocales del CGPJ y, sobre todo, impedir a los ‘populares’ convertir la negociación en un diálogo reservado con los socialistas.

El portavoz Pablo Echenique lo dejó meridiano en el Congreso el martes. Mientras que Jaume Asens, formalmente portavoz de los afines a Colau en Madrid, aunque para muchos ya «sumado» al nuevo ejército de Yolanda Díaz, abogó por manifestar sus dudas sobre el encuentro entre Sánchez y Feijóo. «El PSOE cree en esta vía y lo respetamos. Vamos a dar unos días de confianza por respeto a nuestro socio de Gobierno antes de emprender acciones de cualquier tipo y tomar la iniciativa política». Paripé o negociación sincera, Podemos quiere poder decir la suya. Y la presencia de Montero en el sanedrín de seguimiento de la negociación es una advertencia seria a Yolanda Díaz.

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