Podemos se centra en defender a Montero y se olvida del 28-M: sin mítines ni actos de campaña

Podemos se centra en defender a la ministra de Igualdad y número dos del partido, Irene Montero, y se olvida de la campaña electoral para las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo. De cara al 28-M, la dirección morada se ha puesto de perfil. El partido de Montero y Ione Belarra es el menos activos en este frente. Así lo comentan fuentes internas de la formación, que apuntan a una sustancial desbandada ante unos comicios que podrían ser desastrosos para el partido que quería regenerar las instituciones y dar el asalto al poder.

Los morados podrían quedarse fuera de las instituciones locales en Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja y Extremadura, según asumen en la formación. Y ante ese escenario apocalíptico, los miembros del partido morado asisten con sorpresa y desconcierto al hecho de que su dirección se esté centrando, sobre todo, en la defensa de Montero y la ley del sólo sí es sí, en lugar de promover a candidatos locales. Los únicos actos políticos que se están organizando en estos días sirven para «cerrar filas» con Montero, dejando a un lado todo tipo de actividad política en otros territorios de cara al 28-M.

No hay mítines y ni presentación de candidatos, lamentan desde el partido morado. Hasta ahora, ha habido tan solo unas presentaciones en ruedas de prensa, sobre todo en la capital. Pero la dirección morada destaca por su ausencia en lugares como Extremadura y la Comunidad Valenciana, donde el partido puede acabar siendo extraparlamentario. En Valencia, por ejemplo, se tiene que cerrar un acuerdo de coalición con Izquierda Unida. Hay muchas dudas al respecto. Es posible incluso que IU acabe sumándose a Compromís en una lucha electoral de la que Podemos podría salir como principal derrotado.

Sondeos preocupantes para Podemos

En Madrid, por ejemplo, los sondeos internos de los partidos de izquierda competidores destacan que Podemos se quedará fuera tanto del pleno del Ayuntamiento como de la Asamblea de Madrid. Como desveló este diario, sondeos internos de Más Madrid apuntan a este escenario. Pero los afines a Yolanda Díaz revelan en conversación con este diario que todos los datos que manejan confirman esta tendencia. La situación no es muy diferente en Extremadura y La Rioja, avisan fuentes del partido.

Esto significa seguir la estela que se inauguró en las elecciones de Galicia de 2020, cuando por sorpresa Podemos quedó fuera del Parlamento. Entonces la dirección morada intentó culpar a Yolanda Díaz del batacazo, generando una herida que ahora ha desembocado en enfrentamiento directo entre los dos sectores.

Lo que más preocupa internamente es que la dirección morada parece estar más centrada en defender a Irene Montero en su pulso por el solo sí es sí que en la campaña de las elecciones de mayo. Varias fuentes moradas confirman que el nivel de esfuerzo y compromiso de la cúpula está muy por debajo de lo esperado. Otros partidos ya han celebrado congresos y mítines con candidatos autonómicas y municipales, reflexionan.

Pero Podemos se ha centrado en la promoción y defensa de la ministra Montero. Los actos públicos orbitan todos alrededor del impulso de su figura, en una estrategia claramente centrada a las próximas elecciones generales. El último fue el del pasado 24 de febrero en la Universidad Complutense de Madrid, donde se celebró un encuentro del «feminismo internacional».

Desconcierto entre los cuadros

Podemos rehúye las plazas y se encierra en el Ministerio de Igualdad. Ni siquiera se sabe en qué territorio centrará su campaña. El PP, por ejemplo, lo hará en Valencia, mientras que Vox apuesta por Murcia. Fuentes gubernamentales del PSOE sostienen que el objetivo de Pedro Sánchez es revalidar ciudades como Valencia y Sevilla, y consolidar sus gobiernos en Castilla-La Mancha y Extremadura para lanzar el mensaje de que es posible revalidar el Ejecutivo en las próximas generales. Podemos, en cambio, parece desaparecido en combate.

Con las peores previsiones electorales de los últimos años, el partido morado está encerrado en sí mismo. Las «purgas», según recuerdan internamente, han impedido la promoción de nuevos cuadros. Y con la lucha encubierta contra Yolanda Díaz, el partido prefiere apostar por defender a Irene Montero de cara a la manifestación del 8-M que arrancar los actos de campaña de mayo. De momento, Podemos es, sin duda, el partido que está tardando más en perfilar una estrategia clara de campaña y en promover actos y mitines con sus candidatos en los diversos territorios. Sus cuadros asisten atónitos a esta deriva, mientras que Díaz conserva la paciencia y espera el 28-M para lanzar su verdadero asalto.