Sorpresa en Exteriores: las becas que Sánchez y Díaz prometen para ser diplomático ya existen

La promesa incluida en el pacto entre los líderes de PSOE y Sumar, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, de crear un sistema de becas en la carrera diplomática «para garantizar un acceso justo y equitativo a las posibilidades de entrada» dentro de este cuerpo ha provocado sorpresa e incredulidad en el Ministerio de Asuntos Exteriores porque ya existen desde hace años, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.

El compromiso de Sánchez y Díaz aparece en la última página del documento firmado este martes en el Museo Reina Sofía y dice así: «Reformaremos y modernizaremos el servicio exterior español y crearemos un sistema de becas en la carrera diplomática para garantizar un acceso justo y equitativo a las posibilidades de entrada». En realidad, se trata de una promesa electoral de Sumar, ya que el PSOE no llevaba nada al respecto en su documento para las generales.

La coalición que lidera Yolanda Díaz incluyó en la página 142 de su programa para el 23-J el compromiso de «democratizar» la carrera diplomática «con un sistema de becas para reflejar plenamente la diversidad existente en la sociedad española y garantizar que el origen social y el género no limiten las posibilidades de entrada». Una redacción, por tanto, que se asemeja mucho al texto firmado con Pedro Sánchez este martes.

Albares ofertó 16 becas en septiembre

Lo sorprendente, subrayan las fuentes diplomáticas, es que estas becas ya existen. Concretamente, desde 2020… cuando ya estaba constituido el Gobierno de coalición entre socialistas y morados. En aquel año se ofertaron 30 plazas en la Escuela Diplomática y este 2023 se han publicitado 16 becas, según la convocatoria del Programa de Preparación de la Oposición de Acceso a la Carrera Diplomática que el departamento de José Manuel Albares publicó el pasado 1 de septiembre (leer abajo).

La Escuela Diplomática no entrega una subvención a los alumnos que consiguen esta beca, sino que paga a los preparadores del temario e idiomas para que los aspirantes tengan una «formación elemental» con la que poder prepararse durante un año los ejercicios que componen la oposición de acceso a la carrera diplomática.

«En concreto, incluye la preparación online del test; ensayo y entrevista; idiomas inglés y francés; exposición de temas y preguntas y, en su caso, el ejercicio práctico», se explica en el citado programa al que ha tenido acceso este diario. Una ayuda que supone, grosso modo, unos 350-400 euros al mes por cada alumno, según las estimaciones de las citadas fuentes.

A cambio, los alumnos tienen que conectarse «cada semana» a las sesiones de práctica de la exposición de temas y ensayo, a las clases de los idiomas inglés y francés, así como realizar «cualquier otra actividad que les encomienden los preparadores». También disponen de «acceso libre» a todos los fondos bibliográficos de la Escuela Diplomática con el temario completo de la oposición, así como «a la sala de lectura» del centro para el estudio personal.

Las becas de Exteriores siguen los mismos criterios de selección que el Ministerio de Educación ya que se analizan los expedientes académicos junto con la situación económica, personal y familiar de cada solicitante. Además, se realiza una entrevista final entre los preseleccionados con una prueba oral de idiomas. Para ser diplomático se necesita un mínimo de dos lenguas extranjeras si se quiere superar la exigente oposición.

El departamento de Albares cuenta, asimismo, con 13 becas para el Máster Interuniversitario en Diplomacia y Relaciones Internacionales, dotado con 87.750 euros para el curso 2022/2023. En este caso, los alumnos seleccionados por sus «recursos económicos limitados» sí que reciben una dotación económica de 6.750 euros repartida en dos pagos: el primero es de 4.500, el equivalente a seis mensualidades, que se realizó en abril; mientras que el segundo, de 2.250 euros por las tres mensualidades restantes, se transfirió a los seleccionados en julio.

Varios embajadores consultados por este periódico temen que detrás de este compromiso político entre PSOE y Sumar esté el intento de establecer «un cuarto turno», como en la judicatura, para acabar «con la mentira» de que el acceso a la carrera diplomática es «elitista» y que solo lo superan «los hijos de los aristócratas». Un mantra venido a menos en los últimos años pero que aún persiste «en algunos círculos de la izquierda»… pese a que el propio Albares recuerda a menudo sus orígenes humildes en el barrio madrileño de Usera antes de convertirse en diplomático.