Madrid, País Vasco y Cataluña lideran el ranking de regiones con ciudadanos de «clase alta»

¿Qué es ser de clase alta, mediana o baja? Estas categorías, cada vez más difuminadas, tienen múltiples interpretaciones. Y la mayoría de población española se considera «de clase media» pese a tener ingresos muy dispares entre sí. Según un análisis independiente del consultor de comunicación Pablo Gracia, con los microdatos de todos los barómetros del CIS del último año, refleja que en la Comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña hay más ciudadanos que se perciben de «clase alta o media alta» en comparación al resto de comunidades autónomas.

En la región presidida por Isabel Díaz Ayuso, un 10,5% de sus habitantes se considera de la clase más privilegiada. Le siguen el País Vasco (8,3%) y Cataluña (7,3%). En cambio, las comunidades autónomas donde más personas creen ser «de clase baja o pobre» son Galicia, (15,7%), Castilla-La Mancha (14,1%), Canarias (13,8%), Principado de Asturias (13,6%) y Cantabria (12,9%). Con todo, las regiones donde más personas creen ser de clase media-baja son Principado de Asturias (29,6%), Cataluña (27,9%), Comunidad Valenciana (26,9%), Aragón (26,9%) y Cantabria (26%).

El analista Gracia explica el carácter subjetivo de estas autopercepciones: «Estas cifras muestran la clase social en la que se autoubican los encuestados, aunque luego en la realidad pudieran ser considerados de una clase completamente distinta. ‘¿A qué clase social diría usted que pertenece?’ fue la pregunta exacta, de modo que siempre hablamos de una cuestión subjetiva».

Vivir en las capitales

Según este análisis independiente, hay varios factores que tienen que ver con la autopercepción. En primer lugar, los ingresos del hogar. Aquellos con mayores ingresos son los que más se autoperciben de clase alta o media-alta. Sin embargo, añade el autor, «las clases se solapan en muchos rangos de ingresos».

Por ejemplo, el 21,5% de las personas en hogares con menos de 1.100 euros netos al mes se considera de clase media. También lo hace el 55,6% en hogares con unos ingresos superiores a 5.000 euros netos al mes. «Los ingresos son muy dispares y la precepción de clase es la misma» resume Gracia. «Según a quién preguntemos, el concepto de lo que es una clase tiene una amplia variedad de interpretaciones que van más allá de los ingresos. Algunas personas en hogares por debajo de los 1.100 euros al mes se consideran de clase media-alta, aunque es un caso excepcional», abunda.

Otra variable está relacionada con la edad: las personas más jóvenes tienden ligeramente a pensar que pertenecen a una clase social superior. El 9,2% de las personas entre 20 y 29 años cree ser de clase alta y media alta, cifra que desciende paralelamente a la edad hasta el 4,5% de las personas mayores de 70 años. Sin embargo, este descenso no se trata de una devaluación de clase, ya que las respuestas ‘otras’ y ‘NS/NC’ también aumentan con la edad.

Las personas que viven en una capital tienen más probabilidades de sentirse de clase alta o media alta: el 9,1% de los habitantes de una capital autonómica se considera al menos de clase media-alta. En el caso de los municipios sin capitalidad, este dato es del 5%. Paralelamente, las personas que viven en otros municipios sin capitalidad se sienten de clase media-baja o baja de forma más habitual.

Las provincias catalanas

En el caso de Cataluña, la provincia de Barcelona es donde mayor porcentaje de población adulta cree pertenecer a la clase alta y media-alta, con el 7,9%. Le siguen Gerona (6,3%), Lérida (5,3) y Tarragona (5,3%).

Para los habitantes de esta región, ser de la capital catalana y su entorno inmediato es un signo de mayor riqueza. De hecho, el segundo municipio más rico de España, solo por detrás de Pozuelo de Alarcón, es Matadepera, en la provincia de Barcelona.