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Mujer de 29 años que se ha preparado en cinco años: así es el perfil de los nuevos registradores

Los 46 aspirantes que han aprobado la oposición juraron sus cargos esta semana. La mayoría lo ha logrado a la segunda

Mujer de 29 años que se ha preparado en cinco años: así es el perfil de los nuevos registradores

Laura Sánchez-Moreno toma posesión de su plaza. | Colegio de Registradores

Cada vez más jóvenes y preparados. Y cada vez más mujeres, que siguen abriéndose paso en un mundo tradicionalmente de hombres. Los 46 aspirantes que han aprobado la última convocatoria de la oposición del Cuerpo de Registradores de la Propiedad juraron sus cargos esta semana en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid. El perfil medio de los nuevos profesiones es el de una mujer de 29 años que ha preparado la oposición durante cinco años y medio y que ha logrado la plaza en segunda convocatoria.

El acto se celebró el miércoles y estuvo presidido por el secretario de Estado de Justicia, Antonio Julián Tontxu Rodríguez, y la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente. El número dos del ministerio destacó la labor de los registradores como servidores públicos. Su función es anotar los actos, contratos y resoluciones judiciales y administrativas que afectan la propiedad.

En España hay 1.082 profesionales, la mitad, mujeres. «El Cuerpo de los Registradores fue de los primeros en aceptarlas y, ahora mismo, prácticamente tenemos paridad», afirma Sebastián del Rey Barba, director de Relaciones Institucionales del Colegio. En los últimos años desarrollan tareas de gobierno, como la actual decana, María Emilia Adán, que se convirtió en 2017 en la primera fémina en conseguirlo.

Registradores

La cifra ha crecido notablemente gracias a que el porcentaje de mujeres que aprueba la oposición en los últimos años se sitúa entorno al 60%. En la última convocatoria alcanzó el 65%, ocho puntos más que en la anterior. Dos de cada tres opositores tenían una edad inferior a 30 años, siendo los de menor edad tres aspirantes masculinos de 25 años y el de mayor, un hombre de 50 años.

El tiempo de estudio para lograr la plaza varía entre un mínimo de un año y un máximo de 13. De forma mayoritaria comenzaron la preparación inmediatamente después de finalizar sus estudios universitarios, consiguiendo su plaza en primera convocatoria uno de cada tres opositores.

Foto de familia tras la jura de cargo de los nuevos registradores. | Foto: Colegio de Registradores

El perfil medio de los nuevos registradores en esta convocatoria es el de una mujer de 29 años que ha preparado la oposición durante cinco años y medio y que ha logrado la plaza en segunda convocatoria. Es el caso de Laura Sánchez-Moreno, una extremeña de 32 años. Eso sí, ha pasado ocho preparándose.

«Durante ese tiempo tu vida se reduce a la oposición. Supone un esfuerzo enorme y renunciar a muchas cosas. No existe verano, ni Semana Santa ni Navidad», explica Sánchez-Moreno. Y eso que ella quería ser médica, como buena parte de su familia. Lo llevaba en la sangre, pero cuando veía una gota se desmayaba. «Mi madre me aconsejó probar con Derecho. Lo hice de forma reticente y me encantó. Descubrí que tenía vocación de servicio público y que como registrador ayudas a la gente».

Profesiones complementarias

Beatriz Zamora es de las que bajan la media del perfil. Esta madrileña de 26 años acaba de aprobar la oposición de registradores, pero hace apenas dos que hizo lo propio con la de notaría. «Son profesionales muy complementarias, el primer examen incluso es muy parecido». No sabe todavía cuál escogerá, pero asegura que lo ideal sería dedicarse unos años a cada una de ellas.

Los nuevos registradores de la propiedad proceden en su mayoría de Andalucía, seguidos de la Comunidad Valenciana y Castilla y León. Las tres regiones aglutinan la mitad de los aspirantes que se han presentado. Algunos con éxito, como María Fernández-Figueroa, una cordobesa que acaba de aprobar la oposición después de tres años estudiando. Era la primera vez que se presentaba.

María Fernández-Figueroa tras jurar su cargo como registradora de la propiedad. | Foto: Cedida

«Me gustó mucho la carrera de Derecho y después de hacer prácticas en un Registro me di cuenta de que era lo que quería. Es una profesión apasionante en la que velas por la protección de la seguridad jurídica y gracias a ello se ayuda a la sociedad», subraya Fernández-Figueroa. Ella, como la mayoría de los que han aprobado, presenta un alto conocimiento de inglés como primer idioma extranjero.

En cuanto a su formación universitaria, uno de cada cuatro decidió cursar otros estudios después del grado o licenciatura en Derecho, optando tres de cada cuatro por el grado de administración de empresas. Zamora, por ejemplo, se decantó por la Economía, pero en segundo curso se dio cuenta de que lo suyo eran las leyes, aunque en su familia nadie había optado por esa rama.

Cambio en la profesión

Las tres forman parte de ese selecto grupo que derriba techos de cristal. Espejos para otros jóvenes. Aunque consideran que aún hay mucho trabajo por hacer. «Este año la mayoría somos mujeres, pero no por ello está cambiando la profesión. No obstante, no creo que sea una cuestión determinante a la hora de ejercerla, sino una simple estadística. Estamos igualmente capacitados», reconoce Fernández-Figueroa.

«Creo que está cambiando no solo la profesión, sino la sociedad. Se está abriendo y permitiendo a las mujeres estudiar y dedicarse a lo que les gusta. Y muchas queremos ser registradoras», sentencia Sánchez-Moreno. Una opinión que comparte Del Rey Barba, director de Relaciones Institucionales del Colegio, que también destaca la implementación de la digitalización que está desarrollando el sector.

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