Ivanka Trump era una de las invitadas este martes a un foro del G-20 centrado en las mujeres (W-20). Sentada junto a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y a sólo unas sillas de distancia de la canciller alemana, Angela Merkel, la hija del presidente estadounidense Donald Trump tuvo que hacer frente a los abucheos y las risas que recibió al defender en Berlín la labor de su padre como «activista» en favor de las mujeres. Ivanka fue preguntada además sobre los comentarios misógenos de su padre que se filtraron durante la campaña electoral, a lo que ella, no tuvo reparo en contestar que «mi padre no tiene pelos en la lengua. Habla a menudo, pero también es afectuoso y empático» y añadió, «los electores saben, como antes, por qué temas está dispuesto a luchar mi padre y que va a ser el primero en esa lucha por las mujeres».