¿Quién paga todo esto?
«Usted y yo, los desdichados que pertenecemos a la ‘fachosfera’. Somos muchos más que ellos porque, si no, no podrían darse tantos lujos los progresistas»
«Usted y yo, los desdichados que pertenecemos a la ‘fachosfera’. Somos muchos más que ellos porque, si no, no podrían darse tantos lujos los progresistas»
«Nuestro futuro se abría a una Europa que marcaba el compás del progreso. Luego, todo se oscureció y reaparecieron miedos que nuestra generación no conocía»
«El pasado día 15 murió Jaime Botín, un tipo decente y singular. Estoico en la moral, en el trabajo y en las finanzas, epicúreo en la vida y en los sentimientos»
La biografía del escritor de Xavier Pla es una vasta obra de documentación fallida por una estrecha óptica nacionalista
«Volvamos al mundo de Josep Pla, a defender la vuelta a una vida posible, una vida de un país diverso, unido por cocinar con aceite y comer con vino»
El escritor suizo fijó con su ‘Diario’ el tono y el modelo para dar cobijo al género de la literatura de la intimidad
«Arrolladora, seductora, simpática sin concesiones ni disimulos. Fuerte y tierna, siempre joven aunque llegaran las arrugas, los libros, los éxitos. Así era Rosa»
«Es lamentable el acaparamiento y privatización del legado del escritor llevados a cabo por quien fuera ungido hace lustros como gestor y futuro biógrafo»
El ensayo, reeditado por Athenaica, ofrece en sus 200 páginas un análisis de la vida, obra y legado del escritor catalán
«Gracias a la inteligencia artificial se está descifrando el lenguaje de las ballenas y hasta ahora se han podido identificar dos palabras: ‘sopla’ e ‘idiota’»
«En el Berlín de entreguerras, Josep Pla, 26 años, se ennovia con Aly Herscovitz, una escort judía de 18 que cumplía los estándares de lo que hoy etiquetaríamos como ‘curvy’»
«’Apostrophes’ llegó a ser uno de los tres programas principales de la parrilla francesa y adelantó por la izquierda, la derecha y el centro a los deportivos»
«Cuando un lector nos da las gracias no por lo que escribimos, sino por un autor que le hemos descubierto surge esa alegría que llama la atención por su pureza»
Describir la realidad, afán del periodismo, se ha convertido en un ejercicio de rebeldía en la era del populismo
«El nuevo libro de José Ángel González Sainz, ‘Por así decirlo’, consta de cuatro parábolas y tiene su principal virtud en la sorpresa y el asombro»
H&O Editores publica un libro con las entrevistas inventadas del escritor aparecidas en prensa en los inicios de su carrera
«En medio de la revuelta posmoderna y el anonadamiento gubernamental a lo Gila, la voz del poder antiguo de la Corona fue un bálsamo»
El ensayista conversa con David Mejía sobre su trayectoria como filólogo catalán, su paso por la política y su última obra
Tres novedades editoriales profundizan en los aspectos más desconocidos de la vida y obra del escritor catalán
«Hamás y sus huestes cavan cada vez más profunda la zanja de un odio del que, si llegaran a dudar un segundo, ¿soportarían seguir, no ya viviendo, sino siendo?»
«Para Pla, la cultura significa sobre todo memoria, el recuerdo de todo lo acaecido, para hacer, en cada momento, «tabla rasa de lo existente»»
Xavier Pericay publica ‘Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla’, una investigación paciente y brillante
«En estas dos últimas décadas, la discusión política ha ido adquiriendo cada vez más el rostro de una pugna entre la democracia y el sentimiento identitario»
«La lógica del poder es sólo una: perpetuarse, aun a costa de los ciudadanos. Las elecciones llegan con la economía al alza. El PP tiene motivos para no confiarse»
El primer efecto del valenciano normativo-catalán de colonización fue proscribir el valenciano popular, esa maravillosa corrupción de valenciano y castellano
«Cada cuatro años, los alcaldes nos recuerdan que somos un país dejado de la mano de Dios. De repente hay dinero para todo lo innecesario»
«Los intelectuales del régimen pretenden encarnar la disidencia a pesar de que llevan la voz cantante, por eso todo el discurso se ha quedado viejo»
«Pla, al describir la verborrea estéril de los políticos republicanos y las fatales consecuencias de su incapacidad, no disimuló su nítido adhesión al relato de la victoria franquista»
El martes pasado compartí mantel con Santi Vila en la cena de los Premios Planeta. Y hablamos de Pla.
Tener veinte años y hacer el primer viaje a Italia. Tal era, según Josep Pla, el deseo que rogaría al diablo si este le ofreciera uno último antes de morir. Yo tenía veintiuno y no el diablo, pero sí el programa Erasmus, me concedió un curso para estudiar Filosofía en Roma (también me ofreció pasarlo en Alemania, Francia o Inglaterra, lugares todos ellos donde se parlan lenguas bien apreciables…
La actual edición de El cuaderno gris es fruto de un concienzudo trabajo de «restauración». Durante dos años, el catedrático Narcís Garolera corrigió errores tipográficos, mitigó algunas licencias artísticas de los correctores y reparó descuidos en la transcripción mecanográfica de la obra cumbre de Josep Pla. Garolera introdujo unas cinco mil correcciones en la edición catalana y tres mil en la traducción al castellano de Dionisio Ridruejo y su mujer, Gloria Ros. Tres mil correcciones sobre una traducción que más bien fue una reescritura.
Gaziel y Pla congeniaron como dos solitarios que repudiaban la dictadura, y a quienes las muertes del historiador Jaume Vicens Vives, en 1960, y del editor que compartían, Josep Maria Cruzet, en 1962, los terminó de desmoralizar.
Borja Bauzá conversa con Jordi Amat a raíz de su libro Largo proceso, amargo sueño que ha llegado esta primavera a las librerías de la mano de Tusquets.
¿Un Pla desconcertante?
Tengo por costumbre matar a todos mis ídolos cada 31 de diciembre, y luego voy renovando la fascinación por ellos, si se lo merecen, poco a poco. Para volver a admirar a Josep Pla me marché a Palafrugell recién comenzado el año, a hacer la ruta del escritor, con la idea de conocer la Costa Brava con el autor catalán como anfitrión. En el primer día de la escapada M. y yo caímos en la plaza Nova para comer en el Centro Fraternal, mientras los abuelos echaban la partida. Allí Pla se estrenó en el arte de la tertulia. “Al atardecer voy al café del Centro Fraternal. Encuentro a casi todos mis amigos —escribió—. Larga conversación sobre mujeres. La conversación de siempre”.
Para desintoxicarme de los nacionalistas catalanes leo a dos catalanes no nacionalistas, trenzados en un libro: el ‘Josep Pla’ de Arcadi Espada (ed. Omega). El libro era inencontrable, pero lo encontró Manuel Arias Maldonado en Palma de Mallorca. Lo trajo a Málaga, me lo prestó, yo me lo llevé a Madrid y de allí a Barcelona para la manifestación del 8 de octubre.
La fiesta del Día del Libro no se celebra solo en España, sino en todo el mundo. Pero fue aquí donde nació la tradición, y este es un dato desconocido. La iniciativa de crear una jornada para conmemorar la vida del libro, así, como un objeto de reverencia, surgió de un escritor valenciano llamado Vicent Clavel, quien trasladó su propuesta a la Cambra del Llibre de Barcelona, donde residía, con la esperanza puesta en que respaldarán su plan.
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