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Mad Cool 2019: la satisfacción compartida es mejor que colgar el cartel de 'Sold Out'

Mad Cool 2019: la satisfacción compartida es mejor que colgar el cartel de ‘Sold Out’

Ambiente junto a la icónica noria del Mad Cool | Foto: Paco Poyato | Mad Cool

En su cuarta edición finalmente el Mad Cool ha logrado encontrarse. Una mejor organización ayudada por unas cifras de concurrencia rondando los 45.000 espectadores diarios lograron que los asistentes desconectaran y disfrutaran de la experiencia. Al final, eso es de lo que se trata todo y es mucho más satisfactorio que colgar el cartel de Sold Out

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Cada año durante el verano miles de personas viajan por el mundo tratando de sumergirse en el festival que mejor refleje sus gustos. Para algunos es simplemente la alternativa a un fin de semana en la playa, para otros pretende ser una experiencia vital.

Los festivales musicales masivos, tal y como los conocemos en la actualidad se fueron configurando en los 60 y 70. Woodstock, Glastonbury y el Festival de la Isla de Wight fueron pioneros y formaban parte de una serie de demostraciones contraculturales prácticas de modelos alternativos de sociedad creados con la finalidad de ser «utopias miniatura de diversión y conciencia comunitaria». Obviamente este modelo ha pasado por transformaciones radicales y los festivales han pasado de ser utopias piratas políticamente comprometidas a trending topic del fin de semana donde es tan importante el ambiente dentro del festival como la posibilidad de poder subir fotos a Instagram con el hashtag oficial del evento.

La experiencia Mad Cool este año fue radicalmente diferente a la del año pasado y el público lo sintió y lo agradeció

Sin embargo, quitando capas de psicodelia y espiritualidad hippie, e incorporando la mediación casi constante de móviles (y su consecuente necesidad de hacer selfies y de postearlos), la intención de los festivales modernos sigue ser pasarla bien, desconectarse un poco de la cotidianidad y los problemas,  y eso solo es posible si las cosas fluyen y los inconvenientes se reducen al mínimo. Es por eso que la organización resulta un aspecto fundamental y es por eso que la experiencia Mad Cool este año fue radicalmente diferente a la del año pasado y el público lo sintió y lo agradeció.

Foto del equipo técnico de ‘The Loop’ durante la actuación de George Fitzgerald. | Foto:

Este año el festival logró reunir en Valdebebas a unas 186.128 personas, una media de 46.000 diarias, una cifra mucho menor a la esperada por los organizadores (75.000, cinco mil menos que el aforo máximo del año pasado), todo esto se tradujo en mejores colas para acceder al recinto, para comprar bebidas, para el baño, menos aglomeración en los escenarios, mayor espacio para bailar… en resumen: más oportunidades de desconectar y disfrutar de la música y la experiencia. Tal vez el aforo ideal del Mad Cool, tal y como está planteado en este momento es de 50.000 y no más.

Viernes y sábado de mucho rock

Ya hemos comentado por aquí tanto la Welcome Party y como la primera jornada del Mad Cool. La primera con la actuación destacada de Rosalía, y la segunda marcada por la inesperada, pero perfecta, baja afluencia y por una serie de conciertos que aunque no eran cabeza de cartel como Iggy Pop, Perry Farrell y Noel Gallagher, fueron memorables.

Las cabezas de cartel de viernes y sábado decididamente no defraudaron, tanto The Smashing Pumpkins como The National, Vetusta Morla, Prophets of Rage y el concierto de más de dos horas ofrecido por The Cure lograron que el disfrute por la música se convirtiera en protagonista principal de dos jornadas en las que el rock se impuso alto y claro. También bandas como Wolfmother y Greta Van Fleet, ambas con presentaciones bastante concurridas en el escenario ‘Comunidad de Madrid’ o Black Midi en el ‘Consequence of Sound’ lo reafirmaron.

Billy Corgan en personaje. | Foto: Kiko Huesca | EFE.

The Smashing Pumpkins, fueron tan espectaculares y siniestros como los muñecos que adornaban el escenario durante su actuación. La banda de Billy Corgan, cuenta ahora casi con su formación original después de que el guitarrista James Iha retornara a la banda el año pasado.

El concierto empezó fuerte con empezando con Siva del álbum Gish, e incluyó canciones de su último trabajo, Shinny and Oh So Bright Vol.1, pero centró el repertorio en temas clásicos, y con una mayoría de temas tanto de Mellon Collie and the Infinite Sadness como Zero, Bullet with Butterfly Wings, 1979, y el himno Tonight, Tonight, como de Siamese Dream como Disarm, Cherub Rock y Today.

Smashing Pumpkins en el escenario ‘Madrid te abraza’. | Foto: Ana Laya | The Objective.

Por su parte, The National, dio un concierto sólido con algunos temas de su aclamado álbum Boxer, pero enfocado en presentar su nuevo trabajo I Am Easy to Find. Sus seguidores, que no son tantísimos en España, quedaron satisfechos y en general fue entretenido ver cómo el vocalista de la banda, Matt Berninger, es adicto a darse «baños de público» en cada oportunidad que puede.

A Pucho le dio también por hacer incursiones por el público. | Foto: Kiko Huesca | EFE.

Los chicos de Vetusta Morla fueron el plato fuerte en el escenario principal la noche del viernes. Pero a pesar de haber dado un muy buen concierto, muchos de los asistentes coincidían en que «últimamente están en todas partes», y prefirieron ir a disfrutar de alternativas menos accesibles como Wolfmother o el poderoso DJ Set de Erik Prydz, otros optaron por descansar o comer algo para prepararse para el electroglam australiano de Empire of the Sun.

Loud and noisy. | Foto: Kiko Huesca | EFE.

El sábado, Prophets of Rage, un grupo mashup de Rage Against the Machine, Public Enemy y Cypress Hill, proyecto con el gran Tom Morello a la cabeza, sorprendió con un montón de clásicos de cada de una de las bandas entre los que destacó el repertorio de RATM, desde Know Your Enemy a Take the Power Back. Tocaron también un mix de temas de Cypress Hill que incluyó Insane in the Brain y Jump Around, estrenaron en vivo el single Mad With Hate, y remataron con Killing in the Name y un sugerente visual que decía Make España Rage Again (sí, en el estilo rojo gorra de Trump), quien no había saltado aún no pudo evitar ponerse de pie. Así la banda dejaba el listón bien arriba para las estrellas de la noche: The Cure.

“The Boys Are Back In Town”
✊🏿✊🏾✊🏽✊🏼✊🏻✊@prophetsofrage @madcoolfestival #GRACIAS Madrid.🙏🏾 #repost @DjLORDofficial pic.twitter.com/LMMl0mPlPY

— Prophets of Rage (@prophetsofrage) July 14, 2019

La presentación de The Cure, la más larga y la más esperada por los asistentes (el sábado fue el día con mayor afluencia de público), será la única que realizará la banda en España durante la actual gira que celebra los 45 años de vida del grupo. En esta actuación destacó lo prácticamente intacta que se encuentra la particular voz de Robert Smith, y se evidenció en escena que «la armonía reina en la banda, que todos los miembros se están llevando bien y que es una alegría estar tocando juntos», como lo comentaba Smith en una entrevista exclusiva a NME,

Robert, suave. | Foto: Kiko Huesca | EFE.

El concierto comenzó un poco más tarde de lo esperado (y se anunció oportunamente en las pantallas, gracias), y duró las dos horas y 10 minutos que estaba planificado. Entre las 27 canciones destacaron muchos temas de Disintegration, como Lullaby, Pictures of You, Fascination Street y Lovesong. Disintegration, que este año cumple 30 años, es considerado por muchos fans el mejor álbum de la banda.

En el repertorio tampoco faltaron clásicos más populares como Boys Don’t Cry, Just Like Heaven, Why Can’t I Be You y Friday I’m in Love, y temas un poco más oscuros y menos radiofónicos como A Forest, Never Enough y Primary.

The Cure definitivamente será recordado como uno de los grandes performances del festival junto a Pearl Jam y Foo Fighters. | Foto: Kiko Huesca | EFE.

El futuro de Mad Cool, de Rosalía a The Cure, pero sin reggeatón

En una entrevista en la Cadena Ser este pasado sábado recogida por El País, Javier Arnáiz, director del festival se mostró satisfecho con la evolución de esta edición del festival y aprovechó para asegurarle a los espectadores que hay «líneas rojas que el Mad Cool nunca va a cruzar, como el reggeatón».

Nosotros decidimos conversar con algunos de los asistentes para conocer su opinión acerca de esta edición del festival y ver qué les gustaría ver en la edición del 2020 que ya tiene fecha: 10, 11 y 12 de julio. Además de pedir más presencia de bandas españolas, algunos de los nombres que nos dijeron fueron: Red Hot Chilli Peppers, Radiohead y Peter Gabriel.

¿Y vosotros a quién os gustaría ver?

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