THE OBJECTIVE
Cultura

Enrique Piñeyro, el médico, piloto, cocinero y filántropo que llena teatros en Madrid

«Hay mucha gente que ha perdido su salud, pero no su sentido del humor, y ese nos salva bastante a veces»

Enrique Piñeyro, el médico, piloto, cocinero y filántropo que llena teatros en Madrid

Jorge Ochagavía | Daniel Mejías

Enrique Piñeyro es todo un personaje. A sus 63 años ha tenido tiempo de sobra para hacer de todo en la vida, o casi. Es médico, piloto de avión, productor de cine y teatro, cocinero, actor y creador de varios grandes proyectos solidarios.

Es su faceta de actor y cómico la que ha traído a este italoargentino de vuelta a España, en concreto a los Teatros del Canal, en Madrid, con su espectáculo Volar es humano, aterrizar es divino.

A pesar de la complicada situación que vive España debido a la expansión del coronavirus[contexto id=»460724″], el actor decidió continuar adelante con sus planes de hacer reír a los madrileños una vez más. «Para mi gran sorpresa, se está vendiendo muy bien, pero yo lo iba a hacer igual así hubiera cuatro personas», dice Piñeyro, que asegura que no le daba miedo no llenar el teatro porque se lo «había tomado así como una militancia antiviral», como algo para «plantarle cara al virus».

Porque la comedia «siempre nos hace falta», pero «ahora es más necesaria que nunca». «Hay mucha gente que ha perdido su salud, pero no su sentido del humor, y ese nos salva bastante a veces», afirma. «Me parece que si yo no me puedo reír de lo que me está pasando, ahí sí lo encontraría un panorama muy deprimente».

Enrique Piñeyro, el médico, piloto, cocinero y filántropo que llena teatros en Madrid
Foto: cedida por Daniel Mejías

Tras estudiar Medicina, trabajar como piloto en una aerolínea y producir y dirigir cine y teatro, Piñeyro ha vuelto a los aviones y a los escenarios, esta vez con un show de comedia con el que ya ha agotado localidades en otras ocasiones en España.

Sobre el porqué de centrarse en esta faceta ahora, la respuesta es muy simple: «Porque es la que más me divierte». «No sé, cuando sea grande volveré a ser médico, o me dedicaré a cocinar, pero el tema es que al terminar las carreras, lo bueno es que puedes optar de vuelta a volver a una actividad», explica Piñeyro, que señala que «en realidad, nunca me interesaron las carreras, siempre me interesaron los proyectos».

Enrique Piñeyro, el médico, piloto, cocinero y filántropo que llena teatros en Madrid 1
Foto: cedida por Daniel Mejías

Para él, lo interesante es «la destreza que se requiere para armar el proyecto», y considera que «te da libertad poder ir cambiando cosas».

En esa libertad de elegir proyectos, el multifacético Piñeyro se ha decantado en muchas ocasiones por actividades solidarias que lo han llevado a ser conocido también por ellas. En 2010 publicó su película documental El Rati horror show, en la que contaba la historia de Fernando, un hombre inocente condenado injustamente por la manipulación policial de la escena de un crimen. Tras su publicación, «me llamaban de todas las cárceles del país, como te imaginarás fue un exitazo en las cárceles esa película, y me decían ‘bueno pero qué pasa conmigo, yo también soy inocente, estoy en la misma situación que Fernando’», recuerda Piñeyro. «Ahí me di cuenta de que no podía hacer una película por cada uno, entonces la solución era crear la ONG Innocence Project, que fuera la rama argentina de una organización hermana en Estados Unidos que se dedica a eso y que ya llevan muchos años».

También ha colaborado con Open Arms, «y lo seguiré haciendo». «No puedo creer que los estados no se hagan cargo de levantar náufragos, que simplemente es el coletazo de los 500 o 200 años que estuvieron depredando el África y ahora no quieren hacerse cargo de las consecuencias y eso me parece una tragedia humanitaria inenarrable».

Su última idea para ayudar a los demás también surgió a raíz de una experiencia cuando iba a grabar. «Cuando fuimos a Somalia para hacer un documental me di cuenta de que todo el mercado aéreo que sirve a esas organizaciones le cobra cualquier cosa, las operaciones son bastante oscuras, las compañías tienen matices de grises», explica. «Ahí me di cuenta de que estaba todo dejado a la buena de Dios».

De ahí surgió la idea de SolidAire, «una ONG para ONG». «Ahí me cayó la ficha, que es una zona de grises que nadie está sirviendo y que las operaciones que se hacen deberían hacerse con los más estrictos estándares de aerolíneas, que se pueden hacer operaciones complejas y de riesgo pero se tienen que planificar muy bien».

Por eso decidió intentar ayudar a las ONG que operan en países donde volar ayuda humanitaria, por ejemplo, es una tarea realmente complicada. Con sus vuelos se ofrece a transportar lo que sea necesario. «De personas, si hay vuelos de refugiados que nos piden que hagamos, los hacemos, lo que vaya saliendo, es que todo es tan nuevo», explica. Aunque va con pies de plomo, «porque el mundo de las ONG también tiene su costado gris oscuro, hay ONG que están en una actividad más política, hay que saber muy bien a donde uno presta ayuda».

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D