Macron gana las presidenciales francesas y se volverá a enfrentar a Le Pen en segunda vuelta
El actual presidente de la República vencería con claridad, según las primeras estimaciones de voto. Los partidos tradicionales apenas lograrían apoyos.
Europa Press
Francia repetirá el enfrentamiento electoral de 2017. La primera vuelta de los comicios galos ha arrojado el mismo resultado que hace cinco años, con un Emmanuel Macron que podrá optar a la reelección tras haber logrado un 28,6% de los votos, según las primeras estimaciones. Enfrente tendrá de nuevo a la ultraderechista Marine Le Pen, del partido Agrupación Nacional, que ha logrado imponerse como segunda opción con un 24,4% y disputará al actual inquilino del Elíseo la presidencia del país galo el 24 de abril, dentro de dos semanas.
Este resultado le ha valido para situarse bastante por delante de las otras opciones de derecha, Éric Zemmour (Reconquista) y Valérie Pecresse (Los Republicanos), que han logrado un 7% y un 4,8% de los sufragios respectivamente. La candidata de Agrupación Nacional también se ha situado por encima de la principal opción de izquierda, el «insumiso» Jean-Luc Mélenchon, que ha conseguido un 20,1 % de los votos.
Las otras opciones de izquierda han obtenido resultados muy decepcionantes, especialmente la alcaldesa de París, Anne Hidalgo (2%), que ha encabezado el peor registro del histórico Partido Socialista (PS). El resultado del PS y Los Republicanos significa que las que durante décadas fueron las fuerzas hegémonicas del país a izquierda y derecha consiguen reunir a apenas un 10% del electorado. Tampoco ha corrido mucha mejor suerte el candidato «verde», Yannick Jadot (4,30%).
Macron y Le Pen reeditarán por tanto el cara a cara de 2017, pero en unas circunstancias bastante distintas. Entonces, la mayoría de los sondeos daban por completamente imposible el que la candidata de Agrupación Nacional tuviera alguna opción de llevarse la segunda vuelta. Así fue: el actual inquilino del Elíseo acabó por duplicar en votos a Le Pen (66% frente a 34%).
Ahora, muchos apuntan a un empate técnico. El presidente, que ganaba por 12 puntos en enero y llegó a aumentar su ventaja hasta 16 tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha ido perdiendo terreno. Según los últimos datos, Macron ganaría la segunda vuelta por apenas cuatro puntos, 52% a 48%, una ventaja en absoluto definitiva si tenemos en cuenta que el margen de error suele ser de dos puntos en estos sondeos.
Mismo enfrentamiento, distinta situación
En cualquier caso, Macron ya no es el recién llegado que en 2017 hizo saltar por los aires a los partidos tradicionales con un movimiento de nuevo cuño, La República en Marcha, que a la postre terminaría dominando también el ámbito parlamentario. Ahora se presenta con el aval de los cinco años transcurridos y con el mensaje de que quedan cosas por hacer, erigiéndose incluso como líder también dentro de la UE. Los sondeos le sitúan como favorito, pero el sistema electoral francés no permite dar nada por sentado: para los dos candidatos, será clave conseguir que los partidos ya descartados den un apoyo que podría permitir inclinar la balanza.
Le Pen tampoco es la misma. Tras dar la sorpresa en 2017, la candidata ultraderechista ya no es una recién llegada y de hecho ha sugerido que éste será su último intento para alcanzar el Elíseo, para lo cual espera sacar partido de un electorado aparentemente más escorado a posiciones de derechas y de una izquierda desdibujada. Una vez abandonadas posiciones radicales como la salida de la UE y del euro, su principal desafío a la hora de mejorar su imagen durante estos últimos meses ha consistido en desembarazarse de la sombra del presidente ruso, Vladimir Putin, que ha pasado de ser su aliado confeso al elefante en la habitación. Agrupación Nacional destruyó miles de folletos por una imagen de Le Pen y Putin juntos, estrechándose la mano.
En cualquier caso, parece claro que estas elecciones marcarán no solo el futuro político de Francia, sino en gran medida el de Europa durante los próximos años. Macron y Le Pen tienen modelos casi enfrentados de política exterior, el primero más liberal y la segunda más proteccionista, dos perfiles que marcarán por completo la política europea de los próximos años teniendo en cuenta el enorme peso que tiene el país galo en la UE.
El proceso electoral no termina aquí. En junio, el país celebrará elecciones legislativas, ya por entonces con Macron en su segundo mandato o con un nuevo presidente estrenando alojamiento en el Elíseo, que serán decisivas para saber exactamente el margen de maniobra que tendrá el nuevo mandatario galo. Hace cinco años, el partido del actual presidente arrasó en esos comicios parlamentarios, en los que el partido de Le Pen ha conseguido siempre hasta ahora resultados muy por debajo de lo logrado en las presidenciales debido a su débil implantación territorial.
