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Calviño no se suma al boicot al Kremlin en el G20 y permanece durante la intervención del ministro ruso

Los responsables de Finanzas de la UE, EEUU, Francia y Canadá, entre otros países, abandonaron la reunión cuando comenzó a hablar el ministro ruso de Finanzas

Calviño no se suma al boicot al Kremlin en el G20 y permanece durante la intervención del ministro ruso

La vicepresidenta primera del Gobierno español, Nadia Calviño. | Jorge Armestar (Eruopa Press)

Los responsables de Finanzas de la Unión Europea (UE), EE.UU., Francia y Canadá, entre otros países, abandonaron este miércoles una reunión del G20 en protesta por la presencia de Rusia y su invasión a Ucrania. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, no se sumó a este boicot y permaneció sentada y presente en la reunión.

Los representantes abandonaron la reunión que se celebraba en formato híbrido en Washington justo cuando comenzó a hablar el ministro ruso de Finanzas, Antón Siluánov.

La vicepresidenta primera del Gobierno español, Nadia Calviño, también condenó «de forma firme» la agresión rusa, pero permaneció en su silla dado que estaba presente en calidad de presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional del Fondo Monetario Internacional (FMI), explicaron a Efe fuentes cercanas a la reunión. Otros países europeos como Alemania tambiémn han permanecido en la sala cuando hablaba el alto funcionario ruso.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni; la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen; el ministro de finanzas de Francia, Bruno Le Maire, y la titular de la misma cartera en Canadá, Chrystia Freeland, se encuentran entre los líderes que salieron de la sala en Washington donde se celebraba la reunión.

Otros que estaban conectados de manera virtual apagaron las cámaras de sus computadores en señal de repudio a Rusia, explicaron a Efe fuentes estadounidenses.

Freeland colgó en su cuenta de Twitter una foto de aquellos responsables políticos que habían salido de la sala y entre los que se podía ver al presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, y a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

«Las democracias del mundo no se quedarán de brazos cruzados ante la continua agresión de Rusia y sus crímenes de guerra«, manifestó Freeland, con raíces ucranianas y quien consideró que Rusia no debería participar en las citas del G20, que reúne a las economías más importantes del mundo.

El ministro de Finanzas de Reino Unido, Rishi Sunak, dijo en Twitter que la delegación británica también abandonó la reunión.

Estados Unidos, Reino Unido y otros países también quieren que Rusia deje de participar en el G20, aunque esa opinión no la comparten otros Estados miembros, como China, la India e Indonesia, que este año ostenta la presidencia de turno.

Avalancha de discursos contra Rusia

Aparte de la protesta, varios de los responsables de Finanzas aprovecharon sus intervenciones para arremeter contra Rusia.

Fuentes del Ministerio francés de Finanzas dijeron a Efe que Le Maire consideró que Rusia debe abstenerse de participar en los encuentros del G20, una idea de la que también se hicieron eco sus homólogos del G7, integrado, aparte de Francia, por EE.UU., Alemania, Canadá, Italia, Japón y el Reino Unido.

Por su parte, Gentiloni aprovechó para expresar la condena de la UE a la invasión «injustificada» y «no provocada» de Rusia, dijeron a Efe fuentes comunitarias.

Además, Gentiloni afirmó que los crímenes en Bucha, a las afueras de Kiev y donde han aparecido más de 420 cadáveres de civiles tras la retirada de las tropas rusas, no pueden quedar sin «respuesta» y reiteró el compromiso de la UE para recopilar pruebas que permitan que estas atrocidades se juzguen como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

En la cita también intervino el ministro ucraniano de Finanzas, Serhiy Marchenko, quien fue invitado por algunos países del G20.

En respuesta a las críticas, Siluánov urgió al G20 a no politizar el diálogo y consideró que el G20 «siempre ha sido y sigue siendo» un foro de carácter económico, según recogió la agencia oficial TASS. 

Los precios de la energía y los alimentos en segundo plano

La división dentro del G20 hizo que quedaran relegados a un segundo plano la subida de los precios de la energía y de los alimentos que amenazan con afectar al crecimiento mundial y hundir en la pobreza a los países que ya enfrentan más dificultades económicas.

El encuentro no acabó con un comunicado conjunto, como es tradición, debido a los desacuerdos en torno a la guerra en Ucrania.

En sustitución de ese comunicado, la ministra de Finanzas de Indonesia, Sri Mulyani, ofreció una rueda de prensa virtual en la que explicó que los precios de los combustibles y los alimentos son dos de los temas que más preocupan a los miembros del G20, ya que podrían truncar la recuperación tras la pandemia.

Mulyani reconoció que el encuentro se produjo bajo «unas circunstancias difíciles» por la guerra en Ucrania, pero intentó matizar el impacto que tuvo la ausencia de algunos de los miembros más importantes y consideró que eso no erosionará la cooperación futura del grupo.

El Gobierno indonesio, en su posición de presidente de turno del G20, está intentando evitar la polémica y sigue manteniendo la invitación al presidente ruso, Vladímir Putin, para la cumbre del grupo en Indonesia a finales de este año.

Rusia fue expulsada del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (el G8) en 2014, después de la anexión de la península ucraniana de Crimea, pero mantiene su presencia en el G20.

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