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Simpatizantes de Bolsonaro invaden el Congreso y el palacio presidencial de Brasil

Las fuerzas de seguridad han retomado finalmente el control de las sedes de los tres poderes tras intervenir Lula el control policial de Brasilia

Simpatizantes de Bolsonaro invaden el Congreso y el palacio presidencial de Brasil

Los manifestantes en apoyo a Bolsonaro asaltan el Congreso. | Evaristo Sa (AFP)

Miles de simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han asaltado este domingo el Congreso de Brasil, el Tribunal Supremo y el Palacio Presidencial en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que han causando numerosos destrozos a estos edificios públicos. Unas cuatro horas después de que los manifestantes lograran invadir el Congreso, las fuerzas de seguridad brasileñas han logrado recuperar el control de las sedes de los tres poderes.

Los asaltantes protestan contra el regreso al poder del izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, quien derrotó a Bolsonaro en la segunda vuelta el 30 de octubre y fue investido hace una semana como nuevo presidente de Brasil. En las imágenes difundidas por las televisiones locales se ve puede ver a muchos de ellos vestidos de verde y amarillo arrancando sillones del Congreso o rompiendo cristales y mesas de la sede del Tribunal Supremo Federal, entre otros destrozos.

Las inmediaciones del Congreso habían sido acordonadas por las autoridades para la protesta, pero los manifestantes, que se niegan a aceptar la elección de Lula, han retirado las vallas de seguridad y decenas de ellos han logrado subir la rampa del edificio para ocupar la azotea. Poco después han ocupado también los jardines adyacentes, incluido el del palacio presidencial de Planalto, dando lugar a una situación que ha llevado al presidente a anunciar la intervención federal de la seguridad de Brasilia.

Los manifestantes se habían concentrado este domingo frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y han marchado hasta la Explanada de los Ministerios, donde se han producido los incidentes. Los afines a Bolsonaro exigen la intervención de las Fuerzas Armadas y la detención de Lula.

Entrada al Parlamento asaltada por seguidores de Bolsonaro. Foto: Evaristo Sa (AFP)

El ministro de Justicia y Seguridad Pública del nuevo gobierno de Da Silva, Fávio Dino, ha advertido de que los intentos «absurdos» de imponer por la fuerza un intento de golpe de Estado «no se impondrán». «El Gobierno del Distrito Federal afirma que habrá refuerzos y las fuerzas de que disponemos están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia», ha afirmado el ministro, según recoge el diario Folha de Sao Paulo.

También el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, ha criticado las acciones de los manifestantes y ha advertido de que «deben sufrir con urgencia el rigor de la ley». «He hablado hace poco por teléfono con el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, con quien mantengo un contacto permanente. El gobernador me ha informado de que está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial para controlar la situación», ha publicado Pacheco en redes sociales.

«En esta acción están participando las fuerzas de seguridad del Distrito Federal y la Policía Legislativa del Congreso. Condeno vehementemente esos actos antidemocráticos que deben sufrir el rigor de la ley con urgencia», ha añadido. Por su parte, Lula sigue los acontecimientos de Brasilia desde Sao Paulo, donde se encuentra para comprobar en primera persona los daños causados la semana pasada por las intensas lluvias, que causaron la muerte de seis personas.

Más de un centenar de detenidos

Las fuerzas de seguridad han detenido a al menos 150 seguidores del expresidente Jair Bolsonaro por su participación la invasión y saqueo de las principales sedes de los tres poderes del Estado, según informan los medios locales.

A medianoche (hora española) las autoridades solo habían informado de la detención de 30 personas, una cifra que los medios ya elevaban hasta más de un centenar.

Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos.

La mayoría están siendo arrestados por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé penas de entre cuatro y 12 años de prisión por «tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo».

Gran apoyo internacional a Lula da Silva

El asalto a las sedes de los poderes brasileños ha desatado una oleada de reacciones políticas a nivel internacional.

En España, el expresidente del Gobierno Felipe González ha sido de los primeros en mostrar su solidaridad con Lula: «Mi solidaridad con Lula da Silva, presidente legítimo de Brasil y con la democracia brasileña frente al golpismo que intenta interrumpir el proceso democrático brasileño», ha dicho en un comunicado.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha enviado su apoyo a Lula y «a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño» después de haber condenado «rotundamente» el asalto al Congreso del país sudamericano.

Los líderes políticos de América Latina no han tardado tampoco en responder a lo que está ocurriendo en Brasil. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha pedido la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). «Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática», ha dicho en su cuenta en Twitter. «Toda mi solidaridad a (Luiz Inácio) Lula (Da Silva) y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia», ha añadido.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha tachado de «impresentable» el ataque a «los tres poderes» de Brasil, que ha atribuido a bolsonaristas. Así, ha ofrecido «todo» el respaldo de Chile «frente a este cobarde y vil ataque a la democracia».

También desde Argentina su mandatario, Alberto Fernández, ha expresado su «incondicional» apoyo a Lula frente a «un intento de golpe de Estado». Espera unidad regional ante «esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil».

Para el mexicano Andrés Manuel López Obrador, lo ocurrido en Brasilia es un «reprobable y antidemocrático intento golpista de los conservadores de Brasil, azuzados por la cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos». Lula, afirma, «no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo».

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha condenado «enérgicamente» los actos «violentos y antidemocráticos» en Brasil, ya que entiende que tienen como objetivo «generar caos» e incumplir «la voluntad popular» expresada en las elecciones e 2022.

En esta línea, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha condenado «la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro», que «han asaltado las instituciones democráticas del Brasil, y ha expresado su confianza en la movilización del pueblo brasileño «en defensa de la paz» y de su líder.

Por su parte, el jefe de Estado de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, se ha sumado a las críticas contra «las acciones de irrespeto y vandalismo» perpetradas contra «instituciones democráticas», ya que «atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana».

También se ha pronunciado sobre estos sucesos la Unión Europea. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha expresado su «absoluta condena» por el «asalto a las instituciones democráticas» de Brasil, con un mensaje en el que también ha querido dar en nombre del bloque el «pleno apoyo» a Luiz Inácio Lula da Silva. Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell se ha mostrado «consternado» por «las acciones de violencia y la ocupación ilegal» de instituciones a manos de miles de «extremistas». «La democracia brasileña prevalecerá sobre la violencia y el extremismo», ha sentenciado en una primera reacción en Twitter.

Por otro lado, el embajador encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Brasil, Douglas Koneff, ha condenado «contundentemente» el asalto. «La violencia no tiene cabida en ninguna democracia. Condenamos contundentemente los ataques a las instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en Brasilia, que son también un ataque a la democracia», ha apuntado.

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