La OMS deja de considerar la transexualidad una enfermedad mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha excluido la transexualidad como una enfermedad mental y ha incorporado el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento en la primera actualización de su Clasificación Internacional de Enfermedades en casi tres décadas publicada este lunes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha excluido la transexualidad como una enfermedad mental y ha incorporado el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento en la primera actualización de su Clasificación Internacional de Enfermedades en casi tres décadas publicada este lunes.
Con la decisión de la OMS, la transexualidad, que es un desorden de la identidad de género, ha salido del apartado de enfermedades mentales -algo que llevaban años reclamando las asociaciones LGTBI[contexto id=»383891″]-, y ha entrado en el de los comportamientos sexuales. Se mantiene de esta forma dentro de la clasificación para que cuando una persona busque ayuda médica la obtenga ya que en muchos países, si la diagnosis no está incluida en la lista, el sistema sanitario público o privado no reembolsa el tratamiento.
«Queremos que las personas que padecen estas condiciones puedan obtener la ayuda sanitaria cuando la necesiten», ha explicado en rueda de prensa el director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena, informa Efe.
Otra de las modificaciones más llamativas de la clasificación es la inclusión de los videojuegos en un nuevo desorden, el del «juego» pernicioso. «Incluimos el desorden de jugar de forma adictiva tras analizar las pocas evidencias que tenemos y tras escuchar a un Comité Científico que sugirió que este nuevo fenómeno se incluyera como una enfermedad que puede y debe ser tratada», ha resaltado Saxena.
La Organización estima que entre un 2% y un 3% de los que juegan a videojuegos «tienen un comportamiento abusivo y pernicioso», pero quieren tener certeza científica. Asimismo, el hecho de que este desorden esté incluido en la lista de enfermedades permite a las personas que lo padecen contar con ayuda de forma oficial, dado que el sistema lo reconoce como una dolencia, por lo que está cubierto por los sistemas públicos de salud y por los seguros.
La Clasificación Internacional de Enfermedades es una codificación estandarizada de todas las dolencias, desórdenes, condiciones y causas de muerte que sirve para que los países obtengan datos estadísticos y epidemiológicos sobre su situación sanitaria y puedan planear programas y recursos en consecuencia.
La última revisión de esta norma se hizo hace 28 años, y durante 11 años se ha analizado la información científica más reciente para crear un nuevo estándar que está disponible para ser usado por el personal médico del mundo entero, aunque los Estados tienen tiempo para adaptarse hasta el 1 de enero de 2022.