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La talidomida se vuelve a vender mientras 3.000 afectados siguen sin ser indemnizados

A partir del 3 de febrero, los hospitales dispensarán este fármaco para tratar a personas con cáncer

La talidomida se vuelve a vender mientras 3.000 afectados siguen sin ser indemnizados

La ministra de Sanidad, Carolina Darias (i), y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra (d). | EP

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), adscrita al Ministerio de Sanidad, ha vuelto a aprobar la comercialización de medicamentos con talidomida. Un fármaco patentado por la farmacéutica alemana Grunenthal que fue retirado en España en 1985 por provocar deformaciones a unos 3.000 bebés en nuestro país al ser consumido por mujeres embarazadas, que nunca fueron advertidas de los efectos de la talidomida en el feto.

El próximo 2 de febrero, este medicamento –que en su día fue comercializado con los nombres de Imidan, Varian, Contergan, Gluto Naftil, Softenon, Noctosediv, Entero-sediv, Entero-Sediv-Suspenso… y ahora pertenece a la compañía biofarmacéutica estadounidense Celgene– volverá a ser dispensado en los hospitales de España para tratar a personas con cáncer, cuando cientos de afectados piden ser indemnizados por el Estado, como así reconoce la Ley 6/2018, de 3 de julio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2018.

Así lo denuncia en THE OBJECTIVE Rafael Basterrechea, uno de los afectados por la talidomida y vicepresidente de Avite (Asociación de víctimas de la talidomida), que señala que no está «en contra» de que este medicamento vuelva a dispensarse «si puede ayudar a otras personas», pero sí defiende que las víctimas sean indemnizadas: «Tengo a compañeros viviendo en la indigencia, sin piernas ni brazos, porque ‘el Gobierno de lo social’ no nos quiere indemnizar», señala Basterrechea, que tiene los brazos más cortos, no tiene articulaciones en los codos y presenta poca funcionalidad en hombros y muñecas. No obstante, se siente un «afortunado» ya que, lamenta: «Hay afectados que hasta para abrazar a su hijo necesitan a otra persona para que lo abracen por él».

3.000 afectados en España, ningún indemnizado

Entre 1950 y 1985, miles de mujeres embarazadas tomaron talidomida –que se facilitaba sin receta– para combatir las náuseas o mareos. También fue dispensado para tratar el insomnio, ya que carecía de los efectos adversos de los barbitúricos y no producía adicción. Poco después de su introducción en el mercado, «se produjo un incremento de niños nacidos con focomelia» y otras alteraciones genéticas graves.

En España los primeros casos de afectados por el consumo de talidomida empezaron a aparecer en el primer trimestre de 1960. Sin embargo, no se retiró del mercado hasta 1985 , 22 años después que en el resto de los países donde se comercializaba, que fue retirada en 1963 (según la Orden de 13 de mayo de 1985 sobre medicamentos sometidos a especial control médico en su prescripción y utilización, la talidomida se siguió suministrando hasta 1985 en ámbito ambulatorio). En ese periodo, en ese periodo, en nuestro país nacieron unos 3.000 niños con focomelia (extremidades más cortas o atrofiadas) o amelia (falta de extremidades). Se calcula que en todo el mundo fueron 50.000 personas.

En el resto de los países (Alemania, Holanda, EEUU, Portugal, Brasil…) se indemnizó a todas sus víctimas. En el nuestro, los que aún viven –unos 600– no han recibido dinero alguno a pesar de que la Ley 6/2018, de 3 de julio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2018 así lo establece.

«Se concederá una ayuda a quienes durante el periodo 1950-1985 sufrieron malformaciones corporales durante el proceso de gestación compatibles con las descritas para la Talidomida», se lee en el escrito, que agrega que estas «serán compatibles con cualquier pensión pública a que la persona beneficiaria tuviera derecho», y establece que el importe de la ayuda a percibir «será el resultado de multiplicar 12.000 euros por cada uno de los puntos porcentuales de discapacidad reconocida a la persona afectada».

Sin embargo, ninguno de los afectados ha recibido la prestación aprobada en los últimos Presupuestos Generales de Mariano Rajoy, justo antes de su moción de censura. ¿La razón? Rafael Basterrechea lo tiene claro: «Cuestión de dinero. Rajoy salió y el PSOE no nos ha querido pagar».

Afectados talidomida. Imagen 1998. | Europa Press
Afectados talidomida. Imagen 1998. | Europa Press

«Según nuestras cuentas, el Gobierno necesita 120 millones para compensar, sin embargo, en los PGE de 2018 se destinaron 20 millones para compensarnos. Por lo tanto, es muy fácil: ‘el Gobierno de lo social’ te dice que no hay dinero para compensarnos», denuncia el vicepresidente de Avite, que también se lamenta que solo hayan sido reconocidas 127 personas con malformaciones como consecuencia de este medicamento.

Desde THE OBJECTIVE, nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 para conocer el estado de esas ayudas, a qué se debe este retraso y a qué se ha destinado finalmente esos 20 millones si no han sido recibidos por los afectados. Sin embargo, hasta el momento de la publicación del artículo no hemos recibido respuesta.

Por su parte, la compañía farmacéutica alemana que en su día patentó la talidomida, Grunenthal, nunca llegó a ser condenada. «Antes de la sentencia llegó a un acuerdo con las víctimas alemanas y así se liberó de responsabilidad en el resto del mundo. Nosotros la demandamos en 2011, pero el Supremo consideró el delito prescrito. Aunque sigamos vivas las víctimas, hemos prescrito para la justicia», se lamenta Basterrechea.

Uso actual de la talidomida

Como hemos comentado anteriormente, el próximo 2 de febrero la talidomida se comercializará de nuevo en España después de 38 años fuera del mercado. Sin embargo, tal y como señala la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), su única indicación autorizada es de forma combinada con melfalán y prednisona para tratar a pacientes con mieloma múltiple no tratado, siempre que estos tengan más de 65 años y que no sean aptos para recibir quimioterapia a altas dosis. Además, se dispensará solamente en los hospitales.

Además, desde la Aemps, señalan que «debido al riesgo de producir malformaciones congénitas, el uso de talidomida está contraindicado en mujeres embarazadas». Sin embargo, en caso de tener que ser ingerido en «mujeres con capacidad de gestación» estas tendrán que usar un método anticonceptivo eficaz antes de iniciar el tratamiento, durante el mismo y hasta al menos las cuatro semanas siguientes a finalizarlo y realizarse pruebas de embarazo antes de iniciar el tratamiento, cada cuatro semanas durante el mismo y cuatro semanas después de terminarlo.

En cuanto a los pacientes varones y dado que la talidomida se encuentra en el semen, la Aemps informa que deberán utilizar preservativo si mantienen relaciones sexuales con una mujer con capacidad de gestación que no utiliza un método anticonceptivo eficaz y no podrán donar semen durante el tratamiento ni durante los siete días tras finalizar el mismo.

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