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Economía

Los autónomos que ingresen más de 1.300 euros al mes pagarán más con la 'reforma Escrivá'

Los expertos y las asociaciones de trabajadores por cuenta propia reclaman una reforma de la fiscalidad de los autoempleados en paralelo a los cambios en su cotización

Los autónomos que ingresen más de 1.300 euros al mes pagarán más con la ‘reforma Escrivá’

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. | Europa Press

La reforma de la cotización de los autónomos deparará unas mayores cuotas para aquellos que luzcan ingresos superiores a los 1.300 euros al mes. Sin embargo, y de prosperar la última propuesta oficial, se aligerará la cotización de los que se sitúen en tramos inferiores a 1.300 euros.

Según los datos del último borrador del Ministerio que dirige José Luis Escrivá consultados por THE OBJECTIVE, una vez finalizado el periodo transitorio de alzas de cotización graduales previsto, en 2031, en los tramos de ingresos mensuales a partir de 1.300 euros los trabajadores por cuenta propia cotizarán más del 30% de sus ingresos.

La reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) es una de las patas con las que se cerrará este año la segunda fase de la reforma de las pensiones. Comenzará a tener efecto el año próximo y su despliegue será progresivo hasta un máximo de nueve años, con revisiones periódicas cada tres años.

Subidas graduales a los autónomos de más ingresos

El último borrador de la propuesta del Ejecutivo expone un calendario de evolución de las cuotas de 2023 hasta 2031, con subidas graduales en los tramos a partir de 1.300 euros de ingresos mensuales (ver tabla).

La reforma choca con el desafío de definir el concepto «ingresos reales» en virtud del cual se aplicarán los distintos tipos de cotización a cada escalón. Es éste el principal debate técnico que subyace a la reforma.

Los expertos y representantes de los colectivos afectados consideran que el nuevo sistema, que aparca la actual libertad de cotización y la sujeta a los llamados ingresos reales, puede derivar en situaciones injustas de modo que autónomos con facturación similar paguen cantidades diferentes en función de que puedan deducirse o no ciertos gastos afectos a la actividad.

Volatilidad de los ingresos

Si hay un factor que aglutina a los casi 3,4 millones de trabajadores por cuenta propia es la volatilidad de sus ingresos mensuales. Por ello, cerca del 65% cotiza por la base mínima, cubriéndose ante mermas de la facturación.

La introducción de cuotas referenciadas a los ingresos reales abre nuevas diferencias entre los autónomos, ya que no todos pueden deducirse los mismos gastos. Por ello, los expertos reclaman una modificación de su fiscalidad en paralelo a la de su cotización.

En este sentido se pronuncia el economista Javier Santacruz: «Las posibles desigualdades de trato obligan a que en paralelo a la reforma del sistema de cotización se aborde la reforma de la fiscalidad de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF para establecer las mismas reglas de deducibilidad de gastos y el mismo cálculo de rendimientos netos».

Adiós a la libertad de elección de bases

En resumen, con la reforma de RETA se tendrán en cuenta los rendimientos reales declarados fiscalmente, no pudiéndose elegir la base de cotización como hasta ahora. La cuota a pagar se fijará en función de una serie de tramos de rendimientos, lo que implica la desaparición del tipo de cotización único. Para ello, se establece el periodo transitorio de 2023 a 2031.

De ahí y de la diferente capacidad de deducción de gastos afectos a la actividad según el tipo de autónomo de que se trate derivan el grueso de las quejas de las organizaciones de autónomos. Concretamente, el presidente de la Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, destaca que «la propuesta no es justa porque se asa en la capacidad de deducción que tiene el autónomo en cuanto a los gastos afectos a su actividad y no de sus beneficios finales».

El último Documento de Trabajo del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), bajo la rúbrica Valoración del Nuevo Modelo del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, considera que «utilizar un sistema de cuotas y una función por escalones supone que no todos los afiliados van a estar sujetos al mismo tipo de cotización, lo que implica una quiebra respecto a lo que ocurría hasta ahora en el RETA y en el Régimen General».

El informe del IVIE concluye también que aunque las tablas de cuotas contempladas en el último borrador suponen una ligera mejora del RETA, éste sigue presentando importantes deficiencias en cuanto a la equidad del sistema.

Genera nuevas inequidades

Por un lado, los expertos del IVIE destacan que mientras en el Régimen General de la Seguridad Social existe una base mínima de cotización (13.510,80 euros en 2022) con el nuevo RETA sí que se prevé que se pueda cotizar por debajo de dicha base mínima sin haberse establecido ninguna restricción para acceder a la pensión mínima por parte de los autónomos, lo cual provoca una inequidad entre regímenes de cotización.

Por otro, el nuevo RETA aparcaría el modelo de tipo de cotización único (a excepción de la tarifa plana), lo que se considera por los expertos un retroceso en la equidad del sistema porque la pensión se seguirá devengando en función de la base de cotización y no de los tipos aplicados a ella ni de la cuota pagada.

De hecho, la reforma, tal cual está esbozada, plantea -a juicio de los autores del informe- ineficiencias entre el propio colectivo de autónomos, ya que los sujetos a bases más altas obtendrán proporcionalmente una peor pensión que el resto del colectivo.

Además, detecta el grupo de trabajo una «subvención indirecta» hacia el RETA que se producirá durante el periodo transitorio, de 2023 a 2031, ya que los tipos de cotización de autónomos serán en casi todos los casos inferiores a los del Régimen General.

Debilita el principio de contributividad

De ahí deriva que la reforma rompa, en parte, el principio de contributividad que inspira los ejes del Pacto de Toledo, ya que personas con idénticas carreras laborales, en función de su pertenencia al Régimen General o al RETA, pagarán cuotas diferentes pero recibirán la misma pensión.

Por todo ello, el documento del IVIE ofrece la solución de utilizar los rendimientos fiscales como base de cotización y seguir aplicando un tipo único para todos los autónomos y similar al del Régimen General.

El estudio del IVIE ha sido elaborado por los expertos Enrique Devesa (Universidad de Valencia e Ivie), Mar Devesa (Universidad de Valencia), Borja Encinas (Universidad de Extremadura), Inmaculada Domínguez (Universidad de Extremadura), Miguel Ángel García (Universidad Rey Juan Carlos) y Robert Meneu (Universidad de Valencia).

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