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Economía

El PSOE, a punto de perder su influencia en el último reducto politizado de las cajas

La previsible no renovación de Manuel Menéndez como consejero delegado de Unicaja pondrá fin a los lazos del socialismo con una antigua entidad de ahorros

El PSOE, a punto de perder su influencia en el último reducto politizado de las cajas

El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, y su presidente, Manuel Manéndez. | Efe

El PSOE está a punto de perder su influencia en Unicaja. Con ello, de confirmarse en los próximos meses, dejará de tener su cuota de poder en el sector financiero tras más de diez años del rescate del sector, que modificó por completo a un parte esencial del sistema, las antiguas cajas de ahorros.

Según señalan fuentes financieras a THE OBJECTIVE, todo parece indicar que el consejero delegado de Unicaja, Manuel Menéndez, no cumplirá con su sueño de ser el primer ejecutivo de la entidad a partir de julio, momento en el que Manuel Azuaga tendrá que abandonar el sillón presidencial, para dar cumplimiento a lo acordado con el BCE en la integración con Liberbank.

Las posibilidades para que Menéndez se haga con el mando son cada vez más reducidas y todo el proceso que comenzó hace más de un año, convulso en muchas ocasiones, va encaminado a que no pueda obtener tal recompensa.

Menéndez, una figura clave para el PSOE en el mundo financiero

El ejecutivo asturiano ha sido siempre una de las figuras claves vinculadas al PSOE en el mundo de las antiguas cajas de ahorros. Desde que llegó a lo más alto de la extinta Cajastur en 1995, de la mano del Gobierno socialista regional de entonces, ha sido una de las personalidades financieras más destacadas en la órbita de Ferraz.

Aunque la influencia de los partidos políticos ya no es lo que fue antes de la pasada crisis en las antiguas cajas de ahorros y ahora es prácticamente inexistente, sus vínculos con el PSOE siguen estando ahí. Y su plan para conquistar el trono en Unicaja estaban entrelazados con los intereses de otra parte del socialismo español, que estaban encabezados por el defenestrado Braulio Medel.

De hecho, la caída de éste último en la Fundación Unicaja, que con el 30% del capital controla Unicaja, fue el detonante para que el camino de Menéndez se haya llenado de piedras. Unos cantos que, previsiblemente, le van a a hacer tropezar en el intento.

Medel, al igual que Menéndez, procede una época en la que las cajas de ahorros estaban al servicio de la clase y de los gobiernos de turno. Hasta el punto de que él había sido consejero socialista de la Junta de Andalucía de un Manuel Chaves todopoderoso. En aquel tiempo y hasta 2010, las cajas estaban tomadas por los políticos, un hecho que llevó a estas entidades a tomar decisiones completamente nefastas que las llevaron a buena parte de ellas su quiebra.

El PSOE tuvo el control de importantes cajas, como CCM, Caixa Cataluña, Caixanova y Caja Extremadura, además de Cajastur y Unicaja, entre otros. Muchas de ellas han ido desapareciendo y han tenido que ser rescatadas con dinero público. Al igual que las poseídas por el PP, como Caja Madrid, Bancaja, Caixa Galicia o la CAM.

Precisamente, la Cajastur de Menéndez -que posteriormente se convertiría en Liberbank- fue determinante en los primeros momentos de la crisis financiera. El Banco de España, entonces comandado por el socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez- le encomendó la tarea de hacerse cargo de CCM tras proceder a la primera intervención. También pilotó el intento de reflotar la CAM, pero el directivo asturiano se echó para atrás a última hora por los riesgos que entrañaba.

La Unicaja de Medel fue llamada también a protagonizar alguna importante operación, pero no todas llegaron a buen puerto el salvamento de la vieja Cajasur, que estaba en manos de la Iglesia. En cambio, sí pudo culminar con la absorción de Caja Jaén y la castellana Caja España Duero.

Medel y Menéndez, tras varios intentos, a finales de 2021 lograron ponerse de acuerdo para integrar Unicaja y Liberbank. Su plan incluía que en verano de 2023 el asturiano ascendería al primer puesto ejecutivo del nuevo grupo, una vez Azuaga dejara la Presidencia y esta perdiera las funciones ejecutivas.

Su proyecto se ha torcido y en la batalla -que aún está abierta- el PSOE tuvo que pactar con el PP la defenestración de Medel de la Fundación Unicaja, lo que ha provocado posteriormente un cambio de fuerzas en el seno del consejo de administración de la entidad. En poco más de un año han salido nueve miembros del órgano rector.

Proceso tras la junta de marzo

La junta que celebrará Unicaja aprobará la sustitución de los cuatro representantes de la Fundación, que ya han dado su brazo a torcer, y autorizará el nombramiento de un nuevo independiente por la baja de María Garaña -procedente de la Liberbank de Menéndez-. Tras estos cambios, el consejo iniciará la maquinaria para analizar la situación del consejero delegado y la elección del nuevo presidente, que ya solo tendrá labores institucionales.

Una vez termine el proceso, Unicaja perderá por completo cualquier lazo político. Y tan solo un grupo financiero mantendrá un estrecho vínculo con un partido político en nuestro país: Kutxabank con el PNV. En todas las demás, incluso en Caixabank donde el Estado tiene el 17,3%, ya ha desaparecido cualquier tipo de interferencia en la gestión.

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