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Economía

Las empresas salvadas por la SEPI pretenden renegociar las condiciones de su rescate

La mayoría se encuentran asfixiadas por la fuerte subida de los tipos de interés y las duras condiciones de financiación

Las empresas salvadas por la SEPI pretenden renegociar las condiciones de su rescate

La presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Belén Gualda. | Agencias

Empresas que fueron rescatadas por la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) barajan pedir una renegociación del crédito que recibieron del Estado a través del Fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas (Fasee), creado para mitigar el impacto de la pandemia en sus cuentas. Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, su objetivo es lograr una extensión en el plazo de los pagos y la flexibilización de unas condiciones muy desventajosas impuestas a empresas que mayoritariamente estaban al borde de la quiebra.

Este diario ha informado de que muchas de estas compañías se encuentran actualmente asfixiadas por las elevadas tasas de interés (que esta semana subieron al 4,25%) y en riesgo de no poder cumplir con el calendario de amortizaciones que firmaron al recibir el rescate público. El sistema de ayudas concede un año de carencia a las empresas, por lo que -al producirse el grueso de las operaciones en 2022- muchas no comenzarán a pagar hasta el año 2024 y con los tipos en máximos desde 2008.

El Fasee finalizó dos años de ayudas en julio del año pasado con 30 empresas rescatadas y créditos concedidos por 3.255 millones. Los datos de la propia SEPI indican que hasta el 4 de julio se habían realizado devoluciones anticipadas por 442 millones, lo que un año después de que cerró el fondo deja el montante a devolver en los 2.817 millones. En 2023 se deben amortizar solo 11 millones de euros, según los datos de la sociedad pública.

Sede la SEPI en Madrid, en una imagen de archivo.
Sede la SEPI en Madrid, en una imagen de archivo (Agencias).

Empresas rescatadas

La mayoría de estas empresas todavía no presentan sus cuentas de 2022, momento en el que se reflejará que la situación de muchas sigue siendo crítica. Celsa (550 millones de préstamo), Air Europa (474 millones), Técnicas Reunidas (340 millones), Hotusa (241 millones), Volotea (200 millones), Duro Felguera (120 millones), Tubos Reunidos (112,8 millones), Air Nostrum (111 millones), Wamos (85,2 millones) y Hesperia (55 millones) recibieron los mayores rescates del fondo.

Sin embargo, después de la pandemia la mayoría de las 30 rescatadas volvió a sufrir tras los estragos que causó la guerra de Ucrania en la economía y el comercio mundial. Los costes de la energía, los insumos, la crisis de componentes y la caída de la contratación ha afectado a compañías especializadas en energía, manufactura, materias primas, comercio e infraestructuras. Los problemas operativos continuaron y se sumaron a la subida de los tipos, lo que amenaza sus flujos de caja y sus gastos financieros.

Incluso, algunas como Duro Felguera consumieron su rescate en menos de dos años y sin lograr cerrar operaciones que les dieran la necesaria tranquilidad financiera para poder emprender el calendario de pagos establecidos por la SEPI. Una situación similar enfrenta Celsa, que discute su futuro y el de su refinanciación en los juzgados; o Air Europa, que depende de la compra de Iberia para poder afrontar sus pagos del préstamo público.

Condiciones de la SEPI

Un préstamo con unas condiciones muy difíciles de asumir y más todavía tras la subida de los tipos de interés. Los parámetros establecidos desde Bruselas se firmaron con un interés de euríbor a 12 meses más un recargo de entre 250 puntos básicos (el primer año de devolución), 350 puntos (en el segundo y tercer año), 500 puntos (en el cuarto y quinto año), 700 puntos (en el sexto y séptimo año) y 950 puntos (el octavo año y siguientes). 

Casi todos los préstamos se firmaron con un euríbor en el 0,8%, pero ahora ya está sobre el 4,25%, lo que supone que una empresa rescatada por la SEPI que pague su primera cuota este año 2023 tendrá un recargo del 6,75% sobre el principal, que se elevará al 7,75% en el segundo y tercer año y al 9,25% en el cuarto y quinto año. Casi la totalidad de los préstamos se firmaron a cinco años.

Respecto de estas condiciones, el objetivo de las empresas que se plantean pedir una renegociación a la SEPI es que al menos se postergue el plazo de los pagos, de manera que se con uno o dos años más de carencia se pueda optar a tener tasas de interés más favorables ante una posible reducción de los tipos.

Opciones de refinanciación

En el caso de que no se congele el calendario de pagos, se puede aumentar la vida de la deuda para reducir el montante de las cuotas. Se pagaría el mismo dinero, pero en más años y con una reducción del volumen de los pagos anuales. No es la mejor solución, pero supondría un alivio para estas compañías y más tiempo para reunir las cuotas.

En lo que sí habría problema es en las condiciones y los tipos impuestos ya que son directrices de Bruselas y habría que negociar con la Unión Europea para poder modificarlas. De hecho, no hay claridad si es que el Gobierno y la SEPI tendrían que recurrir a las autoridades comunitarias para cambiar cualquier tipo de condición para estas ayudas, consideradas de Estado.

Una última opción es recurrir a la banca tradicional para que pueda ser aval de eventuales refinanciaciones y obtener nuevas condiciones, aunque nuevamente la condición de ayuda de Estado de dinero público aprobado bajo condiciones de máxima urgencia durante la pandemia puede jugar en contra de esta fórmula. De hecho, esta modalidad ya existe bajo el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y requiere de otros requisitos y condiciones.

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