La banca paga aún a las empresas un 25% más que a las familias por los depósitos

La banca ha ido poco a poco, sobre todo en los últimos meses, elevando el interés que paga a las familias por los depósitos, presionada por los propios clientes, los reguladores y el Gobierno. Pero el tipo abonado a las empresas es aún 25% superior que al de los hogares.

Los últimos datos recabados por THE OBJECTIVE ponen de manifiesto que la brecha todavía no se ha cerrado, aunque se está estrechando con el paso del tiempo. En concreto, las cifras de julio del Banco de España reflejan que de media las entidades desembolsan una tasa del 3,11% a las sociedades no financieras por sus imposiciones a plazo frente al 2,33% a los particulares.

En agosto y septiembre, previsiblemente, la diferencia se habrá estrechado debido a que algunos grandes bancos han comenzado a generalizar o extender a la clientela la mejora de la remuneración. De hecho, para los mejores clientes, con una vinculación elevada, tanto Unicaja como Kutxabank han comenzado a pagar hasta un 3%. Caixabank también ha lanzado una oferta con intereses que llegan hasta el 2%.

Estrategia comercial soterrada en depósitos

Por el momento, otros grandes bancos se resisten a incrementar sustancialmente la retribución por el ahorro tradicional al conjunto de la clientela y están llevando a cabo una estrategia soterrada, consistente en negociar con los usuarios las condiciones con el fin de retenerlos. Pero, en el sector se da por hecho que pronto cambiarán de actitud y lanzarán campañas para todos los públicos.

Esta política es la que desde un principio puso en marcha el sector para las empresas y para los altos patrimonios. Dos colectivos que tienen una mayor sensibilidad a los tipos y que pueden hacer un mayor boquete a los bancos por su rapidez en los movimientos de dinero y los importes. Hay que tener en cuenta que el sistema vivió en marzo y abril un momento tenso, tras la caída del estadounidense Silicon Valley Bank y el helvético Credit Suisse, que colocó en el centro de las miradas la liquidez y los volúmenes de depósitos de cada entidad.

Pese a las subidas de los intereses, los bancos están aún ofreciendo intereses muy por debajo del precio oficial del dinero y del euríbor. El BCE elevó los tipos al 4,5% a mediados de septiembre para controlar la inflación en Europa y el indicador de los préstamos variables -entre ellos el 70% de las hipotecas españolas- se encuentra en el 4,2%.

Los movimientos de los grandes bancos en depósitos hace apenas un mes no estaban sobre la mesa, ya que las principales entidades del mercado no tenían entre sus planes elevar los intereses por los depósitos y sus principales responsables alejaban hasta al menos finales de este año o principios de 2024 un aumento drástico.

Sin embargo, la presión ejercida por el Gobierno está surtiendo un primer efecto positivo. Desde antes del verano, la vicepresidenta Nadia Calviño viene insistiendo en la necesidad de que los bancos tienen que pagar intereses adecuados por los depósitos ante la subida de los tipos.

A mediados de junio, en plena campaña electoral, la ministra de Economía, Nadia Calviño, reclamó por primer vez a los grandes grupos financieros que retribuyeran de manera adecuada los depósitos tradicionales, ya que el euríbor alcanzaba entonces el 4% como consecuencia del alza del precio oficial del dinero por parte del BCE. Días después, metió más presión al sector y anunció la petición de un informe a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) para que analizara las causas por las que no estaban pagando por las imposiciones. Y a principios de este mes, en una reunión con los principales banqueros, la vicepresidenta les conminó a que mejoraran la remuneración.

Desde hace meses, en el mercado hay depósitos que abonan intereses similares al euríbor o casi lo mismo, pero éstos están en manos de pequeños bancos y de firmas que operan exclusivamente por internet, que están viendo como sus saldos se están incrementando. Hace unos meses, el BCE llamó la atención a las grandes entidades para que reaccionaran y evitaran una fuga de ahorros de la clientela, ya que se estaba observando una transferencia de dinero hacia los grupos que estaban abonando mayores intereses.