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¿Las deudas con Hacienda prescriben en algún momento?

La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para todos aquellos que deben dinero y no pueden afrontar el pago

¿Las deudas con Hacienda prescriben en algún momento?

¿Las deudas con Hacienda prescriben en algún momento? | Pixabay

Existe una pregunta muy frecuente y generalizada, especialmente entre los autónomos. Tiene que ver con las deudas con Hacienda y si estas caducan o no. La respuesta es afirmativa: las deudas con Hacienda también caducan.

Sin embargo, no lo hacen del modo en el que exactamente se piensa.

¿En qué momento expiran las deudas con Hacienda?

Las obligaciones fiscales caducan en un plazo de 4 años, según lo establecido en el artículo 66 de la Ley General Tributaria. Este período determina el límite en el que la Administración puede:

  • Calcular la deuda tributaria a través de la correspondiente liquidación.
  • Reclamar el pago de las deudas tributarias, ya sean liquidadas por la Administración o autoliquidadas por el contribuyente.

Además, de acuerdo con el mismo artículo, este plazo también se aplica al contribuyente, quien tiene 4 años para:

  • Solicitar las devoluciones contempladas en la normativa tributaria de cada impuesto, así como las devoluciones por ingresos indebidos y el reembolso de garantías.
  • Obtener las devoluciones mencionadas anteriormente.

Esto es importante tenerlo en cuenta en el contexto de la discusión actual sobre la caducidad de las deudas con Hacienda.

¿Hasta cuándo puede Hacienda reclamarte el pago de una deuda?

Hacienda tiene la capacidad de perseguir una deuda prácticamente sin límite de tiempo. Cuando hablamos de que las deudas con Hacienda prescriben en 4 años, nos referimos al plazo que tiene la Administración para reclamarte la deuda.

Sin embargo, este plazo se reinicia cada vez que Hacienda inicia algún tipo de acción para reclamar el pago, lo que significa que comienza un nuevo período de 4 años, y así sucesivamente.

El plazo de prescripción se interrumpe cada vez que Hacienda toma medidas para recuperar la deuda. Por lo tanto, es muy poco probable que una deuda llegue a prescribir una vez que Hacienda se da cuenta de ella.

Es decir, la prescripción de una deuda con Hacienda solo es posible si la Administración no se da cuenta de la deuda durante ese período de 4 años inicial. Sin embargo, una vez que Hacienda tiene conocimiento de la deuda y comienza el proceso de reclamación, es poco probable que se detenga hasta que se pague.

¿Cómo se procede si hay delito fiscal?

Generalmente existen dos tipos de delitos fiscales: los generales y los agravados. La diferencia reside en la cuantía defraudada en cada caso:

  • Si se defraudan más de 120.000 euros de cuota, se considera delito fiscal, y la prescripción en este caso es de 5 años.
  • Para que el delito se considere agravado, se deben defraudar más de 600.000 euros de cuota, y en este caso el periodo de la prescripción asciende hasta los 10 años.

Qué hacer si no se puede pagar una deuda de Hacienda

Si te encuentras en la situación de deber dinero a la Agencia Tributaria y no puedes afrontar el pago, una de las mejores opciones disponibles es acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad.

La Ley de Segunda Oportunidad, introducida en la legislación española en 2015, es un recurso legal que permite, de manera similar al concurso de acreedores para empresas, solicitar la exoneración total o parcial de las deudas existentes cuando no se puede cumplir con ellas.

La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para aquellos que no pueden pagar una deuda
La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para aquellos que no pueden pagar una deuda

Aunque en versiones anteriores de la ley la cancelación de deudas con Hacienda era un tema debatido judicialmente, desde la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad en 2022 se ha establecido que es posible cancelar hasta un máximo de 10.000 euros de deudas con Hacienda bajo esta ley.

Las cantidades restantes, si las hubiera, se incluyen en un plan de pagos que puede durar de 3 a 5 años.

De esta manera, el deudor, ya sea un individuo o un autónomo, puede salir adelante después de enfrentar una situación de insolvencia y empezar de nuevo sin deudas abrumadoras o incluso sin ninguna deuda.

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