El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista o pool se situará mañana lunes en 154,16 euros el megavatio/hora (MWh), lo que supone el precio más alto de la historia en España, por encima del récord que batió el pasado viernes, a 152,32 euros.
En cifras: el precio del pool se pagará mañana 10 euros más caro que hoy (144,18), que ha sido el domingo más caro desde que hay registros, y casi cuatro veces más que el mismo lunes de 2020, cuando se pagaba a 43,49 euros. Por franjas horarias, el máximo llegará a los 170 euros entre las 21.00 y las 22.00 horas y el mínimo a los 125 euros de 05.00 a 06.00 y de 06.00 a 07.00.
El aumento de los precios en los mercados mayoristas de energía es un fenómeno que afecta a toda Europa, debido fundamentalmente al encarecimiento del gas en el mercado internacional y al aumento de los costes por emisión de CO2.
Así en Reino Unido, el MWh se dispara este lunes a 197,14 libras (230,65 euros), en Alemania sube a 141,32 euros, en Francia a 139,41 euros y en Italia, donde el Gobierno se prepara para intervenir, a 148,18, mientras que en Portugal el precio es el mismo que en España, ya que comparten mercado, según datos recabados por Efe entre los respectivos operadores.
En España el precio mayorista tiene un peso de en torno al 24% en la factura de la luz de los más de 10 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).
Está previsto que el Consejo de Ministros apruebe el martes un nuevo paquete de medidas para amortiguar la subida del precio de la electricidad en el mercado mayorista, que podría incluir una nueva rebaja fiscal, la revisión de la tarifa regulada o PVPC para que no esté tan expuesta a las oscilaciones del mercado mayorista y obligar a las grandes eléctricas a subastar energía entre comercializadoras e industriales.
Entretanto el PP ha arrancado este fin de semana en Madrid su campaña de reparto de octavillas con las medidas que propone para rebajar la factura de la luz un 20%: mantener el IVA al 10%, suprimir el impuesto al valor de la producción de la energía eléctrica, que se usen los más de 2.000 millones de los derechos de la emisión de CO2 y que en los Presupuestos Generales del Estado se incluyan los costes no energéticos.
