THE OBJECTIVE
Ignacio Ruiz-Jarabo

Esa indeseable prima (de riesgo)

«Medir la buena/mala gestión por los recursos que se gastan no es sino una burda manera de premiar al mal gestor»

Opinión
Comentarios
Esa indeseable prima (de riesgo)

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. | Europa Press

Lo ha vuelto a hacer. Esa pariente no deseada nos viene a ver otra vez y con su visita, malhadadamente, va a encarecernos las nuevas emisiones de deuda pública, esa lacra de nuestras cuentas que arrastramos por culpa de gastar año a año más de lo que ingresamos. Y no será escaso el efecto, dado la carrera ascendente que lleva la prima.

El citado encarecimiento es la consecuencia, pero tiene interés conocer las causas del subidón de la prima: 103 puntos básicos hace un mes; 132 ahora, la segunda más alta entre los países de nuestro entorno solo superada por la de Italia. Sin duda el volumen relativo de nuestra deuda, que ronda el 120% del PIB, es un factor clave, pero no es el único. Otro consiste en el mantenimiento del déficit público en porcentajes notablemente superiores al establecido en las reglas fiscales de la Unión Europea, 5,1% al fin del pasado año y, según prevé al Banco de España, por encima del 4% en el presente año y en los dos siguientes. También está la alta tasa de desempleo, la más alta entre nuestros socios y con perspectivas de seguir siéndolo pese a la distorsión que en el cómputo de los parados está suponiendo la aplicación de la contra reforma laboral de Yolanda Díaz

Es inevitable comparar los últimos datos expuestos con los correspondientes a la etapa histórica en la que mejor estaban las cuentas del Estado y, por ello, es obligado referirse al final del periodo de gobierno de José María Aznar. En aquel momento, la deuda pública española era inferior al 40% del PIB -como hemos dicho, hoy está en torno al 120%-; la tasa de desempleo bajó del 10% -hoy es el 13,3%-; y se consiguió eliminar el déficit público -actualmente el 5% del PIB-. Con aquellos parámetros, la prima de riesgo desapareció e incluso llegó a ser negativa, lo que quiere decir que endeudarnos nos costaba menos que a Alemania, cuando ahora nos cuesta un 1,3% más. Como la Dirección General del Tesoro prevé que la emisión bruta de deuda en este año alcance la cifra de 240.000 millones de euros, y el Banco Central Europeo ya ha anunciado la inminente subida del tipo de interés, es fácil deducir que se avecina un nuevo rejón para las cuentas del Estado. Es lo que tiene gastar tan alegremente. O, por decirlo con mas propiedad, tan irresponsablemente.

Lo peor del caso es que la situación descrita no ha provocado reacción alguna en el seno del Gobierno. Ningún plan de choque para ajustar al gasto. Ningún plan de ahorro para contener el dispendio al que nos tiene acostumbrados. Y no se trata solo de la inevitable necesidad de eliminar partidas de gasto y reducir el asignado a otras. Se trataría también de la inevitable introducción de criterios de eficiencia en la prestación de los servicios públicos, de modo que  éstos llegaran a prestarse con igual o mayor nivel de calidad pero con menor coste. 

En el ámbito de la economía privada, lo anterior es algo consuetudinario. Por el contrario, en el ámbito del sector público, la eficiencia en el gasto es la gran ausente hasta el punto de que, con frecuencia, en el debate público y en la discusión social se comete el imperdonable error de medir la calidad de un servicio por el volumen de gasto empleado en su prestación. Es hora ya de sustituir este paradigma y empezar a utilizar indicadores alternativos de la calidad con la que se presta un servicio que sean diferentes al dinero gastado. De no hacerlo, la actual carrera desenfrenada de nuestro gasto público se mantendrá en el tiempo y, con ello, seguiremos faltando a la cita con las reglas fiscales de la Unión Europea. Medir la buena/mala gestión por los recursos que se gastan no es sino una burda manera de premiar al mal gestor, a ese que no es capaz de introducir métodos eficientes para prestar el servicio público a su cargo. 

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D