Ayuso limita la remodelación dentro del Gobierno de Madrid a «puestos intermedios»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha declarado este miércoles que no descarta hacer cambios en «puestos intermedios» en su Gobierno de cara al último año de legislatura, pero ha dejado claro que no planea cambiar a ninguno de los nueve consejeros.

Ayuso ha señalado en un encuentro informativo organizado por Europa Press que quiere disociar completamente la labor en el PP de Madrid del trabajo dentro del Ejecutivo madrileño. En concreto, ha precisado que no quiere tener vicesecretarios que, a su vez, sean consejeros regionales. Con ello, se aleja del modelo de Esperanza Aguirre e Ignacio González, quienes mantuvieron estructuras miméticas en el Gobierno y el partido de la región.

«Hacia el final de la legislatura tenemos todavía un año por delante, tenemos mucho por hacer, y siempre es bueno reformar, reafirmar nombres o poner al frente a personas nuevas. No descarto en puestos intermedios que haya cambios, eso no lo descarto», ha manifestado.

Al separar la vicesecretarías de la tarea gubernamental, Ayuso está indicando que Carlos Izquierdo y David Pérez dejarán de ser vicesecretarios de Organización y de Territorial, respectivamente, en el nuevo organigrama que salga del congreso regional del PP de Madrid de los días 20 y 21 de mayo. Ambos consejeros -de Administración Local y de Transportes- eran sobre los que se posaban todas las miradas por su cercanía a Pablo Casado.

Ayuso defiende a sus consejeros

La continuidad de Izquierdo y Pérez puede implicar la salida de sus números dos –Carlos Díaz-Pache y José Antonio Sánchez– para que asuman cargos orgánicos del PP de Madrid. Ambos altos cargos son de la plena confianza de Ayuso y fueron colocados por la presidenta en esos segundos escalones para vigilar y atar en corto a los consejeros impuestos por la anterior dirección de Génova.

Ayuso ha defendido que no se ha equivocado con los consejeros que tiene la Comunidad de Madrid y se ha mostrado «muy orgullosa de todos ellos». Para la presidenta madrileña, «cada día que pasan son mejores», así que quiere llegar con ellos hasta el final de la legislatura en mayo de 2023.

«No hemos tenido nada fácil desde 2019, desde que empezamos este nuevo camino: por gobiernos en coalición, por una pandemia de seis olas, cuando no fue Filomena, una crisis económica como la que tenemos… No contamos con la situación de nuestros antecesores y a pesar de eso, cuando uno hace balance, mira atrás y ve todo lo que hemos realizado juntos es increíble. Es digno de orgullo», ha hecho hincapié.

Preguntada por si no tendrá en cuenta la lealtad que dirigentes del PP madrileño tuvieron con el anterior presidente del partido, el citado Casado, ha admitido que «casadistas» han sido «todos» en el pasado. «Yo era la primera que estaba… ¡Solo faltaba! Era el presidente y había que estar con el presidente. Somos un partido además que siempre nos hemos cuidado y respetado entre nosotros y que hemos reconocido la labor del que se pone al frente», ha dicho.

Cosa distinta es, a su parecer, «quien haya puesto en tela de juicio la honorabilidad de su Gobierno y la gestión de la Comunidad de Madrid», algo que sí va a tener en cuenta porque han trabajado «al céntimo de euro», con «transparencia y honradez». Una alusión a los que la criticaron cuando saltó la polémica del contrato sanitario de su hermano.