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La Policía sospecha que el asesino en serie de Bilbao también pudo actuar en Madrid

Los agentes analizan sucesos en la capital española de características similares a los que cometió el sospechoso en la ciudad vasca

La Policía sospecha que el asesino en serie de Bilbao también pudo actuar en Madrid

Imagen de archivo de un coche patrulla de la Ertzaintza. | EFE

La investigación sobre el presunto asesino en serie en Bilbao, al que la Ertaintza atribuye cuatro asesinatos de hombres homosexuales en los últimos meses, se ha extendido a otras partes de España. La Policía Nacional está analizando otros fallecimientos en la capital española que podrían tener características en común con los crímenes que cometió supuestamente el sospechoso, un joven de 25 años y origen colombiano, en la ciudad vasca, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.

En la tarde de este jueves, un hombre se entregó en la comisaría de la Ertzaintza en Irún (Gipuzkoa) tras ver su imagen publicada como sospechoso de los asesinatos en diversos medios de comunicación. El varón, de quien no ha trascendido su identidad, negó su implicación en las muertes pero se mostró dispuesto a colaborar en el caso. Tras tomarle declaración, la policía autonómica lo detuvo para avanzar en la investigación, cuyas actuaciones son secretas.

La Ertaintza pidió ayuda en un primer momento a la Policía Nacional para conocer más datos del investigado y de su estancia en España, donde lleva residiendo desde hace más de tres años en distintas ciudades. Ante esto, la policía vasca amplió el foco en la ciudad de Madrid, donde ahora las fuerzas de seguridad tratan de determinar si se produjeron hechos similares a los que se ya se han confirmado en Bilbao.

Autopsias

Un trabajo que está resultando complicado, sostienen las mismas fuentes, habida cuenta de que hasta ahora estos fallecimientos, al igual que ocurrió en un primer momento en el País Vasco, se habían atribuido a causas naturales. Y, por tanto, si los cuerpos se han incinerado o las autopsias no se han completado debidamente es difícil a tiempo pasado verificar que el presunto asesino ha podido estar detrás de dichas muertes.

En cualquier caso, el primer paso de esta «reinvestigación» corresponde a los servicios forenses. Si se certifica una muerte natural, aunque sea en extrañas circunstancias, el informe de la autopsia, al que se incluye tiempo después el resultado de las pruebas toxicológicas, no se envía a la Policía, según explican a este diario digital.

De este modo, son estos médicos los que están revisando los expedientes de los últimos meses en busca de algún rastro de la sustancia que empleaba el principal investigado en sus crímenes, el éxtasis líquido. Una droga que desaparece rápidamente del organismo y cuyo consumo anula la voluntad y puede provocar la muerte si se toma en altas dosis.

La investigación

A este problema, en cualquier caso, también se están enfrentando los agentes del Servicio de Investigación Territorial Criminal de Bizkaia (SICTB) con el resto de muertes que están investigando. Por el momento, son cuatro los asesinatos que están judicializados, todos en Bilbao. No obstante, la Policía vasca trabaja con la hipótesis de hasta ocho posibles asesinatos de hombres a manos del sospechoso, que cuenta con antecedentes por delitos de estafa en otras regiones españolas.

Las fechas en las que se cometieron los cuatro crímenes fueron entre los meses de septiembre y octubre de 2021. No obstante, la investigación, que coordina un juzgado de instrucción de Bilbao, no comenzó hasta diciembre cuando la familia de una de las víctimas, de 43 años, denunció la desaparición de miles de euros de su cuenta a los pocos días de su muerte. Hasta ese momento, las muertes se habían atribuido a causas naturales. 

La ausencia de símbolos de violencia descartó en un primer momento que fuera un asesinato, aunque la relación con otros tres casos muy similares llevaron a los agentes vascos a sospechar de la existencia de una cadena de muertes causadas por un mismo individuo. El supuesto asesino utilizaba el pseudónimo de Carlos para citarse con homosexuales, residentes en el casco antiguo de Bilbao, a través de apps como Grindr y Wapo. Su nombre real es Nelson.

Según la investigación, primero se ganaba la confianza de las víctimas y más adelante, en sucesivas citas, les drogaba y aprovechaba su situación de vulnerabilidad para obtener las claves de sus cuentas bancarias y sustraerles grandes cantidades de dinero tras acabar con sus vidas. 

Se dejó una mochila

La Ertaintza pudo corroborar este modus operandi tras realizar la autopsia a unas de las víctimas. Los resultados descubrieron que el cuerpo del varón contenía grandes cantidades de éxtasis líquido. En cualquier caso, lo que resultó fundamental para la investigación y, en definitiva, para destapar este caso fue el error que el supuesto criminal cometió poco antes de que la Ertzaintza confirmase los restos del éxtasis líquido en el cuerpo de una de las víctimas.

Según publicó El Correo, el sospechoso se dejó una mochila con documentos y un recipiente que contenía esta droga en el piso de una de las víctimas, que logró zafarse del asesino tras enfrentarse a él y pudo denunciar posteriormente al agresor. El superviviente relató a la Policía que, mientras tomaban algo en el salón, el individuo le besó y, acto seguido, intentó estrangularlo. 

El hombre se resistió y entonces comenzó entre ambos un forcejeo por toda la casa. Los ruidos y los gritos de la víctima, que llegaron a oídos de los vecinos, acorralaron al presunto asesino, tras lo que huyó a toda prisa, dejándose sus pertenencias. Entre ellas, enseres personales, que facilitaron su identificación, y las sustancias sedantes que presumiblemente usaba para acabar con las víctimas. 

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