Encuesta | ¿Está de acuerdo con que se pueda abortar sin permiso paterno desde los 16 años?

Las adolescentes españolas que a partir de los 16 años decidan abortar no necesitarán el consentimiento de sus padres para iniciar este proceso. En la nueva ley del aborto que se aprobará en el Consejo de Ministros de este martes, se contempla la eliminación de esta condición (anteriormente necesaria) junto con la tutela para las mujeres que tengan algún tipo de discapacidad.

Estas son unas pocas características del nuevo texto promovido por la cartera dirigida por Irene Montero que ha enfrentado una vez más a la parte socialista y a la parte morada del Gobierno, quienes han chocado en diferentes medidas de esta nueva normativa que, entre otras características, cuenta con la debatida baja por reglas dolorosas o con un adelantamiento del permiso de preparto hasta la semana 39.

Junto a la supresión de los permisos de los progenitores se ha sumado la eliminación de los tres días de reflexión que antes resultaban necesarios ante de iniciar las operaciones. Además, también se obliga a que desde la sanidad pública se cuente con los profesionales necesarios para llevarlas a cabo, ya que debido a la alta objeción de conciencia de muchos profesionales este tipo de procesos se derivaban con frecuencia a la privada.

En este sentido, el anteproyecto de ley propone un registro de profesionales objetores de conciencia, similar al ya aprobado en la Ley de Eutanasia.

PSOE y Unidas Podemos chocan de nuevo

El Gobierno de coalición atraviesa una nueva turbulencia en sus relaciones tras los reproches cruzados por esta nueva normativa, en especial entre los ministerios de Igualdad y Hacienda, que han caído en bloqueos de algunas de las medidas propuestas desde la otra parte.

El caso más claro reside en la conocida como ‘tasa rosa’, que hace referencia a la bajada del IVA sobre los productos de higiene íntima femenina, actualmente fijado en el 10% y que Montero quería dejar en el superreducido 4%.

Sobre las reglas dolorosas, la secretaria de Igualdad del PSOE, la diputada Andrea Fernández, escribía un día antes de este anuncio que «las reglas no incapacitan por sí mismas», sino que, generalmente «esconden una enfermedad que hay que diagnosticar y tratar adecuadamente». A su juicio, «normalizar que la regla duele deteriora» la «salud» de las mujeres y «en algunos casos, muy gravemente«.

«Las mujeres necesitamos investigación, diagnóstico y tratamientos adecuados para abordar los padecimientos asociados a nuestro aparato reproductivo. Asumir que la regla exige por sí misma una consideración especial puede ser poco útil y perjudicial», ha señalado la dirigente socialista.

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