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Enrique Ruiz Escudero: «No entendemos la lentitud del Gobierno ante la viruela del mono»

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid nos abre las puertas de su despacho en plena lucha contra la viruela del mono

Enrique Ruiz Escudero sigue esperando respuestas por parte del Ministerio de Sanidad para hacer frente a la viruela del mono, pasados más de 15 días tras la alerta por el brote surgido en España y pese a que la gran mayoría de los casos están localizados en la Comunidad de Madrid. Sin querer ir más allá, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid se limita a manifestar su sorpresa. Sí reprocha, sin embargo, sin paños calientes, tanto la actitud de Pedro Sánchez -al que acusa de atribuirse como propios los éxitos y sacudir hacia las autonomías los fracasos- como la del exministro Salvador Illa, a quien responsabiliza del cierre perimetral de Madrid: «Un auténtico atropello», según recuerda el consejero. Ruiz Escudero es crítico con la toma de decisiones más ideológicas o políticas que técnicas, dentro del Consejo Interterritorial de Sanidad.

Ruiz Escudero avanza escenarios dentro de la lucha contra la covid y augura que la cuarta fase de la vacuna – avanzada y mejorada- se administrará este próximo otoño. Y en esta fecha se planta. Como buen atlético, dice ir «partido a partido» y evita pronunciarse sobre su continuidad al frente de la consejería o su posible candidatura a la alcaldía del pueblo más rico de España: Pozuelo de Alarcón.

PREGUNTA.- Ha dicho usted recientemente que ya se ha alcanzado el pico de la enfermedad de la viruela del mono en Madrid, comunidad más afectada en España. ¿Se puede decir que la situación está bajo control y que esta enfermedad desaparecerá en las próximas semanas?

RESPUESTA.- Como mínimo podemos decir que no hay incremento de casos, que los contagios se están estabilizando y, por cómo se produce la vía de contagio, vemos que tenemos más control. Tenemos muy bien hecha la trazabilidad de los casos y de los contagios.

P.- ¿Se han resuelto las incógnitas que ha presentado la irrupción de esta enfermedad? ¿Tenemos certezas?

R.- La viruela del mono es una enfermedad de carácter endémico en algunos países de África y deberíamos saber por qué se empieza a contagiar en algunos países europeos. Su aparición nos sorprendió por la sintomatología que presentaban los pacientes: tras la incubación, tiene una fase inicial de síntomas que suelen ser fiebre y dolores musculares, adenopatías inguinales y, por último, la aparición de la erupción y esas vesículas, que son lo que más contagia. Una vez que se determinan, se empieza a hacer todo el trabajo epidemiológico, la búsqueda del paciente cero, que a veces es muy complicada, y la cadena de transmisión y trazabilidad que ha seguido.

P.- ¿Se ha llegado, en este caso, a dar con el paciente cero?

R.- En 2017 hubo un caso similar y el paciente cero fue un nigeriano que viajó al Reino Unido. Eso nos ha dado mucha información, porque conocemos la clínica y la enfermedad. Todo es más sencillo. De los 131 contagiados (en el momento de la realización de la entrevista) que hay en la Comunidad de Madrid la evolución ha sido muy favorable. Solo dos de ellos tuvieron que estar hospitalizados, apenas 48 horas.

P.- ¿Cuál es la explicación de que Madrid haya tenido muchos más casos que cualquier otra comunidad?

R.- Por cómo se produjo. El primer paciente que hubo en Madrid estuvo en una sauna y eso implica contacto estrecho. De esos contactos salieron más contagios. A partir de ahí ya se estableció la cadena de contagios, asociado a un brote concreto, igual que ocurrió en el otro foco, en Maspalomas (Canarias).

Enrique Ruiz Escudero | Carmen Suárez

P.- Aunque no parece que en esta ocasión haya llegado la sangre al río, sigue pareciendo que las relaciones entre la Consejería y el Ministerio de Sanidad son bastante mejorables. ¿Se podía haber llevado de otra manera?

R.- Nosotros entendemos que sí. Hay que hacer memoria de cómo se producen los hechos: el 17 de mayo el Ministerio nos comunicó la alarma internacional sobre la aparición de la viruela del mono y nosotros pusimos en marcha toda la red de vigilancia epidemiológica y asistencial y, atendiendo a la experiencia que había con brotes anteriores en otros lugares, elaboramos un protocolo de actuación asistencial y epidemiológica y después hicimos un protocolo sobre la vacuna de la viruela, que está en el mercado y se ha demostrado que puede tener una utilidad terapéutica al administrarla en los cuatro primeros días desde el contacto estrecho. Evita los síntomas y, si es posteriormente, los atenúa mucho. Entendimos que la vacuna era muy útil, por eso enviamos el protocolo el día 19 de mayo y no hemos tenido respuesta ni información.

«Quince días después de la alerta, estamos sin respuesta y sin vacunas»

P.- ¿Necesitan una autorización del Ministerio para actuar sobre la vacuna?

R.- La Comunidad no puede comprar esa vacuna. Por eso, lo que pedimos al Ministerio es que, a través del contacto con la Agencia Española del Medicamento, realice esa compra, como ya ha hecho Reino Unido, Alemania o Italia. Quince días después, no tenemos ni respuesta del ministerio, ni vacunas contra la viruela del mono. Y nos consta, por ejemplo, que en el Reino Unido ya están vacunando. Si otros países lo están haciendo, no entiendo por qué nosotros no.

P.- Para estos casos ¿no funciona el tradicional método de levantar el teléfono y llamar directamente a la ministra de Sanidad, Carolina Darias?

R.- El contacto a nivel técnico es permanente y se trató en el Consejo Interterritorial. Allí, la ministra nos dijo que se iba a ir a una compra centralizada. Pero claro, ir a una compra centralizada… nosotros necesitamos unas 300 vacunas. No entendemos por qué no se han comprado las vacunas. No entendemos la lentitud del ministerio en la actuación frente a la viruela del mono, porque también, el primer fin de semana después de detectarse la alerta, no tuvimos ninguna respuesta y las epidemias no entienden de fines de semana ni de festivos. Creo que hay que actuar con más velocidad y pensando en que tenemos que tratar de atajar y controlar de forma mucho más eficaz el brote de la viruela del mono.

P.- Le ruego sinceridad… ¿Cuando escuchó a Fernando Simón decir «no es probable que haya una transmisión alta…» sobre la viruela del mono. ¿Le vino alguna suspicacia a la mente?

R.- (Sonríe) No me vino ninguna suspicacia…Nosotros confiamos mucho en los técnicos de la Comunidad y sabíamos que el nivel de contagio no era igual que la covid, pero estábamos en fase de crecimiento de casos. Hemos aprendido que, en estos casos, no se puede minimizar. Sabíamos que lo que Fernando Simón dijo no iba a ocurrir. Estamos en 131 casos (en el momento de realizar la entrevista, posteriormente las cifras ofrecidas por la consejería son 141 casos confirmados, 101 descartados y 40 en estudio)

P.- Hablemos de la covid, ahora que parece controlada. ¿Qué hemos aprendido y qué no hemos logrado aprender de la pandemia, tanto los ciudadanos como las administraciones?

R.- ¡Hemos aprendido un montón con la covid! Nunca nos habíamos enfrentado a una crisis de esa magnitud. En un principio, no teníamos ni tratamiento ni vacuna, por eso la covid en su inicio era un enemigo temible. Por eso siempre hemos buscado estar en contacto y aprender de todo el mundo, a nivel internacional. En Madrid, por ejemplo, creamos las UCRI (Unidades de Control Respiratorio Intermedios), que fue una de nuestras fortalezas para luchar contra la pandemia, porque nos permitió evitar que muchos más pacientes fueran a la UCI y fueran intubados. Siempre hemos confiado en nuestros técnicos y en el personal sanitario. También hemos intentado dar una información rigurosa, de forma permanente, a la población que vivía con temor la pandemia. Lo que hay que mejorar es la coordinación entre administraciones.

Enrique Ruiz Escudero | Carmen Suárez

P.- ¿Entre la Consejería y el Ministerio de Sanidad?

R.- Ha habido momentos muy críticos en los que no ha funcionado la coordinación con el Ministerio. Fuimos muy cuestionados por decisiones que luego tomó el propio Ministerio de Sanidad, por decisiones sobre el uso de mascarillas, por la aplicación de zonas básicas de salud, el control en Barajas, la estrategia del test de antígenos… Ha habido momentos muy críticos en la relación con el Ministerio. No reconocerlo sería mentir.

P.- ¿Fueron discrepancias técnico-sanitarias o diferencias políticas?

R.- Creo que tenemos visión distinta de las cosas. Nunca hemos tomado decisiones por una visión política. Pero sí he visto decisiones claramente políticas del Ministerio, en la etapa de Salvador Illa.

P.- Dígame algún ejemplo…

R.- Cuando empezamos a controlar bastante la pandemia y, en el puente del Pilar se nos aplicó un estado de alarma, para perimetrar la Comunidad de Madrid. Eso fue una medida de carácter estrictamente político que no entendimos. Y eso lo hemos sentido dentro y fuera del Consejo Interterritorial. Pero nosotros nunca tomamos decisiones con visión política.

«El cierre perimetral de Madrid fue un auténtico atropello»

P.- Hombre, en alguna ocasión tendrían que tomar alguna decisión política si el consejero de Sanidad proponía unas medidas y el titular de economía, por ejemplo, planteaba otras… incluso en su propio Gobierno…

R.- Sí, claro… siempre hay momentos de tensión, pero, pese a todo, en la Comunidad de Madrid teníamos todos claro que los contagios se producían principalmente en los entornos familiares. Por eso luchamos contra la pandemia, pero tratamos de mantener la actividad económica. La hostelería ha sido un ejemplo. Nosotros medíamos a diario los contagios, etc. y teníamos muchos mecanismos de monitorización, aunque la covid nunca ha dejado de sorprendernos, con las sucesivas olas…

P.- Ha señalado usted a Salvador Illa pero no menciona a la actual ministra, Carolina Darias. ¿Eso significa que no detecta que esté tomando decisiones más pegadas al interés político que al técnico-sanitario?

R.- Bueno… con Salvador Illa vivimos momentos o situaciones muy intensas. El cierre perimetral de Madrid fue un auténtico atropello. El Gobierno cerró Madrid cuando teníamos la situación controlada, estábamos descendiendo y el resto de comunidades, no. Ese es uno de los múltiples ejemplos que vivimos entonces. Y Pedro Sánchez siempre ha utilizado la estrategia de apuntarse los éxitos y culpar de los fracasos a las comunidades. Y la Comunidad de Madrid ha sido permanentemente cuestionada: si íbamos tres puntos por debajo en vacunación, se destacaba… Es una estrategia que no hemos entendido, porque nosotros teníamos muy clara nuestra hoja de ruta y no nos hemos salido de ahí.

P.- A día de hoy, desde la oposición siguen señalando a la Comunidad de Madrid y reprochan a su Gobierno haber sido «la región europea que más mortalidad tuvo en la pandemia»…

R.- Eso no es así. Es cierto que, en la primera ola, tuvo una mortalidad alta, por lo que ocurrió y como pasó en otras regiones del mundo. Las cuatro regiones más afectadas en los inicios fueron Wuhan, Nueva York, Milán y Madrid, por su carácter y actividad internacional. Pero si vemos cómo se ha comportado en posteriores olas, eso no es cierto. Es más, con Baleares ha tenido la tasa más baja durante la pandemia, hemos hecho una buena estrategia de vacunación…

P.- Ya que menciona la vacuna… ¿qué fue de aquella vacuna española, cuya llegada era inminente?

R.- Hay dos vacunas españolas, pero aún no están en el mercado. La del CSIC, que es la más lenta, y la que está produciendo Hipra, en Gerona, aunque no se vende todavía. El siguiente reto de vacunación es la cuarta dosis para inmunodeprimidos y nos queda por saber si también para el resto de la población. Ahora las vacunas que se están produciendo introducen también la vacuna ómicron y están a punto de ser aprobadas.

«Vacunación covid: empezaremos con la cuarta dosis en otoño»

P.- ¿Cuándo se abrirá la cuarta fase de vacunación para las personas no inmunodeprimidas, es decir, para la mayoría de la población?

R.- Es una decisión de la estrategia de vacunación nacional, pero según lo que se ha hablado en la ponencia de vacunas y la Comisión de Salud Pública, si llega la vacuna en plazo, empezaremos con la cuarta dosis en otoño, dentro de seis meses. Y será la bivariante, que incluye la variante ómicron.

Enrique Ruiz Escudero | Carmen Suárez

P.-¿Le preocupa o debiera preocuparnos lo que ha ocurrido en Shangai, ciudad que ha tenido que volver a un confinamiento severo, cuando parecía que la covid estaba bajo control?

R.- Hay analizar muy bien el caso de Shangai. Ellos vivieron la primera ola con un confinamiento muy estricto, con la variante alfa, la inicial, que provocaba 3-4 contagios (la variante ómicron provoca unos 12 contagios por cada contagiado) y no hemos tenido noticia desde entonces. Su vacuna ni siquiera ha sido autorizada por la EMA, por su baja efectividad, que está por debajo del 50%. Ellos están viviendo prácticamente sin protección vacunal la variante ómicron. Eso es lo que creo que está ocurriendo allí, porque ellos tampoco transmiten los datos…

P.- ¿Está en disposición de decir que podemos estar tranquilos, que eso no nos va a ocurrir en España, en Europa..?

R.- Eso que ocurre en Shangai, desde luego, no. No sabemos si habrá alguna nueva ola… Ahora mismo en Madrid tenemos 54 pacientes en UCI, de los cuales 32 son por covid. La situación no es comparable.

P.- La pandemia ha sido un auténtico test de estrés para nuestra sanidad, en Madrid, en España, en Europa…¿Qué nota habría que ponerle a nuestro sistema sanitario?

R.- Creo que nuestra respuesta fue muy buena para todo lo que estaba ocurriendo. El pico máximo que tuvimos de pacientes covid en UCI en pleno pico de la pandemia fue de 1.570 y llegamos a tener, entre hoteles medicalizados, IFEMA y el resto de hospitales, tuvimos casi 16.000 pacientes. Eso es tremendo para un sistema sanitario. Madrid se reforzó con 11.000 profesionales más y nos centramos en un 90% en la actividad covid y lo que no era covid se desplazó. Creo que se hizo muy bien, ante una situación que fue muy complicada. Tuvimos profesionales muy comprometidos y una capacidad de elasticidad a la hora de dar respuesta a la pandemia. Ese fue nuestro acierto. Creo que fue una buena respuesta.

P.- Ahora que ya ha pasado lo peor, ¿en qué estado se encuentra el sistema sanitario y la Atención Primaria en particular? ¿Están justificadas las protestas de varios colectivos sanitarios?

R.- Después de la pandemia, el Servicio Madrileño de Salud está viviendo la época de mayor contratación que ha tenido en toda su historia. Ahora estamos en 86.000 profesionales en todo el sistema y cuando yo llegué aquí eran 73.000; se ha mejorado la remuneración y ahora estamos con la siguiente fase, que es la estabilización, dar más estabilidad a las plantillas. Tenemos un 55% del personal fijo y aspiramos a llegar al 83%. Más profesionales, mejor remuneración y estabilización plantillas. Esa es nuestra estrategia.

P.- Entonces, ¿las manifestaciones y concentraciones se producen por rechazo a los planes de la Consejería o por desconocimiento de los mismos? Piden más plantillas y mejor remuneración, entre otras cosas...

R.- No es un problema exclusivo de la Comunidad de Madrid, sino de todo el sistema nacional de salud: la escasez de médicos se produce en todo el territorio nacional. De hecho, de las últimas plazas MIR se han quedado 218 sin cubrir (las de Madrid se han cubierto todas) por médicos que no quieren esas plazas de médico de familia y comunitario. Entiendo que los profesionales sanitarios se han visto sometidos a una presión nunca vivida. Y eso influye en su estado de ánimo. Pero creo que nuestra estrategia de incremento de personal, salario y estabilización va en la buena dirección.

P.- ¿Cree que las ‘mareas blancas’ tenderán a bajar?

R.- Esperemos que sí. La huelga del último día se desconvocó a raíz de la reunión que tuvimos y que les transmitimos nuestra estrategia de actuación.

P.- ¿Qué opina de los Consejos territoriales de Sanidad, del ambiente en el que se desarrollan y de su utilidad?

R.- Lógicamente, en pandemia había que tenerlos… Nosotros estamos convencidos de que una de las fortalezas de España es su sistema sanitario. Pero el Consejo Interterritorial muchas veces toma decisiones en función del color político de la mayoría… Le pongo un ejemplo: en el debate sobre si la segunda vacuna debía o no ser AstraZéneca, que es eminentemente técnico, en base a un estudio de 600 personas, con un resultado más que dudoso, se determinó recomendar la segunda vacuna con Pfizer. Eso se decidió en una votación del Consejo Interterritorial, cuando nunca debió llegar allí. Por eso le digo que en el Consejo Interterritorial sigue primando el criterio político y eso no es bueno en una crisis sanitaria.

«¿Mi futuro político? Como soy muy atlético voy partido a partido»

P.- Ya que hablamos de política, ¿qué va a ser de su futuro político?

R.- (Se ríe) Pensé que me libraba de la pregunta de Pozuelo…

P.- Pues ya ve que no… ¿Se ve usted como alcaldable de Pozuelo de Alarcón (Madrid)? ¿Sería incluso un alivio, después de lo que le ha tocado vivir en esta Consejería?

R.- Le hablo con franqueza: soy el presidente del PP de Pozuelo, pero eso es algo que no me he planteado. ¿Mi futuro político? Como yo soy muy atlético, voy ‘partido a partido’. Todavía no me he planteado nada de mi futuro político, porque aquí, cuando sales de una ya tienes otra crisis abierta y hay que ir atendiendo todo lo que va sucediendo. Es cierto que habrá que plantearse las cosas en algún momento, pero eso depende mucho de lo que piense la presidenta Isabel Díaz Ayuso…

P.- Vamos, que si la presidenta del partido se lo pide…

R.- Yo no lo he metido en mis coordenadas para tomar una decisión, aunque el momento llegará, lógicamente. Pero todavía tenemos unos meses para pensarlo…

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