Malestar entre Policía y Guardia Civil por las cesiones a los 'indepes' ante la UE
El informe del CITCO revela fricciones entre los dos cuerpos por desequilibrios de poder en el organismo antiterrorista
El director del CITCO, Manuel Navarrete. | Interior
La última concesión del Gobierno a Carles Puigdemont para conseguir el sí a la investidura de Pedro Sánchez ha revelado fricciones entre Policía y Guardia Civil dentro del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Este organismo, creado en 2014 y dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, fue el que solicitó el pasado martes a la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) la desvinculación de los movimientos independentistas catalanes como terrorismo en el informe que elabora anualmente.
En la carta, dirigida a la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, el director del CITCO, Manuel Navarrete, solicitó «la rectificación de los epígrafes con el fin de que las alusiones al independentismo catalán se eliminasen del apartado de terrorismo». El general de brigada de la Guardia Civil justificó su petición en que España hiciese referencia «exclusivamente» en ese capítulo a ETA y Resistencia Gallega, y solo mencionase a los grupos ‘indepes’ por la realización de escraches y quema de banderas españolas».
«Un ‘cortijo’ de la Guardia Civil»
Una petición que ha generado un gran revuelo dentro del departamento dirigido por este mando de la Benemérita, desde donde ven esta maniobra «como una locura» que «solo conduce al desprestigio de la institución», denuncian a THE OBJECTIVE fuentes de Interior. Sin embargo, el descontento dentro del CITCO, advierten estas mismas fuentes, «no es nada nuevo en el centro de inteligencia, sino algo cronificado en el tiempo». En concreto, desde que lo capitanea Navarrete: «Ha convertido el centro en un ‘cortijo’ del Instituto Armado’».
En 2014, el Ministerio del Interior —entonces bajo el mando de Jorge Fernández Díaz— decidió fusionar el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) con el objetivo de lograr la optimización de la lucha contra ambas amenazas. Un organismo que se configuró a partes iguales entre Policía Nacional y Guardia Civil hasta seis años después, en 2020, cuando Grande-Marlaska nombró al actual director del CITCO, según revelan distintas fuentes del Ministerio.
«Todo ha cambiado desde que llegó él. Durante los primeros años, había el mismo numero de policías que de guardias civiles, también de jefes de cada cuerpo, se respetaban las escalas… Con la llegada de Navarrete, se ha priorizado a la Guardia Civil por encima de la Policía Nacional», critican.
Enfado en la Policía
Estas fuentes se refieren, por ejemplo, al hecho de que en las divisiones que conforman el CITCO —estas son, por un lado, la antiterrorista y, por otra, la de crimen organizado— haya mas mandos del Instituto Armado que de Policía Nacional. «En antiterrorismo, de cuatro jefes tres son mandos de la Benemérita. Pero no es solo eso, es que se está poniendo a agentes con mayor rango bajo las órdenes de otro que tiene menor rango. Hay tenientes de la Guardia Civil mandando a inspectores de Policía, y comandantes dando órdenes a comisarios. Es un despropósito».
Este escenario ha provocado gran enfado por parte de los agentes y mandos de la Policía Nacional, para los que «cada vez es menos atractivo cubrir vacantes en el CITCO» al haberse producido «un total desequilibrio de poder». «Es el cortijo de Navarrete, ha puesto al frente de todos los cargos de importancia a personas de su confianza. Y no solo eso, ahora hay más del doble de guardias civiles que de policías», denuncia otra fuente del departamento de Grande-Marlaska.
Interior niega la cesión a Puigdemont
Mientras tanto, desde el Ministerio del Interior niegan que se haya realizado ninguna cesión. Fuentes del departamento dirigido por Grande-Marlaska señalan a este periódico que el «CITCO nunca ha calificado a ningún movimiento independentista de grupo terrorista» y que el escrito remitido a Europol se «circunscribe exclusivamente a un plano técnico, sin que tenga cabida otras consideraciones».
La petición registrada por Interior, sin embargo, responde a una de las exigencias que Carles Puigdemont esgrimió desde Bruselas el pasado 5 de septiembre para garantizar su respaldo a la reelección del candidato socialista. «No se puede negociar con quien, en la directiva donde se fijan los objetivos de inteligencia para los cuerpos policiales, nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista y que pide a Europol que nos trate de terroristas», dijo el político catalán prófugo, que pidió «reconocimiento y respeto a la legitimidad democrática del independentismo».
