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La Guardia Civil analiza el GPS de la lancha de Barbate para confirmar si fue la del ataque

Expertos del servicio de criminalística estudian el recorrido de la nave para confirmar la autoría del presunto asesinato

La Guardia Civil analiza el GPS de la lancha de Barbate para confirmar si fue la del ataque

La narcolancha, en el puerto de Barbate. | TO

La Guardia Civil trata de confirmar con un último informe que la narcolancha que arrolló y mató a los dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) era la que conducía Francisco M.P., más conocido como Kiko El Cabra, en prisión provisional por el supuesto asesinato de los agentes, al igual que las otras cinco personas que iban a bordo de la embarcación ilegal. El Servicio Central de Criminalística de la Dirección General del Instituto Armado está analizando los datos del GPS de la nave, que fue localizada al día siguiente de los hechos, el 10 de febrero, en la playa de la Hacienda, en la Línea de la Concepción, para confirmar el recorrido de la misma, señalan fuentes próximas de la investigación a THE OBJECTIVE.

Esta pesquisa podría resultar clave para el caso pues, señalan las mismas fuentes, aclarará cuál fue la trayectoria de la narcolancha en el recinto portuario, una vez decidió embestir la neumática en la que iban los seis guardias civiles; y revelará si los detenidos son realmente los autores del crimen. En sus declaraciones, a las que tuvo acceso este diario, todos ellos alegaron que, una vez comenzó el ataque, la barca en la que iban se refugió casi en la salida del puerto y poco después salió del mismo. Una coartada que la investigación de la Guardia Civil confirmará o descartará cuando culmine este informe pericial.

La información que revele esta prueba, por otro lado, también pondrá en jaque el supuesto vídeo en el que los imputados basan su inocencia. Se trata de una filmación telefónica, aportada por uno de los investigados a la causa que instruye el Juzgado de Instancia número 1 de Barbate y que situaría tanto al principal implicado y tripulante de la embarcación, Kiko El Cabra, como al resto, todos ellos en prisión provisional, (José Israel A.B., Mustafá C., José Jairo P. G, José Antonio G.C. y David G.N.) en otra neumática distinta a la que embistió a los agentes, tal como ya informó este diario.

La grabación en el puerto de Barbate

Los supuestos implicados en el asesinato de los funcionarios policiales negaron su implicación en los hechos en sede judicial y defendieron que, tras advertir el barco de la Guardia Civil, se resguardaron en la «boca de salida» del puerto y, desde allí, a «unos 600 metros de distancia», vieron cómo la otra embarcación, de «cuatro motores y una antena, daba vueltas a su alrededor» y, finalmente, «la partía en dos». Una coartada que han apuntalado con la grabación en cuestión y que, según ha podido confirmar este periódico por fuentes judiciales, será analizada los investigadores del caso.  

La filmación, según relató Francisco P. M., alias El Cabra, ante la juez instructora, fue grabado por José Jairo P. G. y revela audios de los presuntos implicados, sorprendidos ante el ataque a la Guardia Civil por parte de otra narcolancha: «¡Mira Kiko, no veas el porrazo les han dado a los hijos de puta!». Al mismo tiempo, Mustafá C. también aseguró que tenía un vídeo «de 40 segundos donde se veía todo» y que mandó a un familiar poco después de que otra narcolancha embistiese a los guardias civiles. 

Una embarcación sobre la que este último también dio más datos. Según su versión, la «goma» era propiedad de «un marroquí de nombre Karim que vivía en el reino alauí», y en ella iban cuatro personas, «dos de nacionalidad española y otras dos en situación irregular». Asimismo, señaló que mientras ellos, es decir, los detenidos, tenían la narcolancha en una zona cercana a «la boya roja», la otra, que perpetró el ataque, estaba en otra ubicación «cercana a una boya verde». «Es la que mató a esa gente», insistió Mustafá C. en su declaración como imputado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate.

La versión de los acusados

Tres de los investigados, Francisco M.P, José Israel A.B. y Mustafá C., siempre según su versión, decidieron ir al puerto de Barbate por el temporal, pero también por «un error en la dirección» y otra serie de averías en la narcolancha. Motivo por el que, una vez allí, sobre el mediodía del pasado 9 de febrero, habrían llamado a los otros tres investigados, José Jairo P. G, José Antonio G.C. y David G.N. para reparar el problema, que tardaron en solucionar entre «dos y cinco horas», han declarado. 

De este modo, relataron ante la instructora, los supuestos mecánicos, que todavía estaban en la narcolancha cuando se produjo el ataque a la Guardia Civil, se vieron obligados a quedarse en su interior. De hecho, uno de ellos fue el que filmó supuestamente los hechos en el vídeo que ahora analizan los investigadores. «Los chavales no podían irse porque sabíamos que todo eso era ilegal. Nosotros acudimos cuando nos llamo el Kiko porque solemos apañarnos entre nosotros para arreglar estas cosas», han señalado los investigados. «Asustados», decidieron refugiarse casi en la salida del puerto y posteriormente salir del recinto portuario. 

Sobre por qué desembarcaron, tras la huida del puerto, a tres de los implicados en Sotogrande sobre las 00.45 horas del día 10 de febrero, y posteriormente se fueron con la embarcación mar adentro, José Israel A.B. relató que fueron «ellos —los supuestos mecánicos— quienes se lo pidieron porque no tenían nada que ver». Asimismo manifestó que «tenían ordenes de custodiar la narcolancha durante toda la noche», por lo que tuvieron que marcharse. Sin embargo, «el temporal y un error en los motores» les llevaron a ir a tierra y embarrancar la neumática en la Playa de La Hacienda, en la Línea de la Concepción, donde fueron finalmente detenidos. 

Las pruebas de la Guardia Civil

Para la Guardia Civil, sin embargo, existen un gran número de indicios que prueban la implicación de los detenidos: vídeos del recinto portuario de Barbate, imágenes grabadas desde otros barcos atracados en el puerto, testimonios de distintos testigos, la cámara Go-Pro de una de las víctimas… y un hecho clave: que las narcolanchas no portasen ningún tipo de mercancía ilegal. «La única explicación hallada para dar sentido al brutal ataque gratuito acometido contra la embarcación de la Guardia Civil es la intención de causarles un grave daño o quitarles la vida», apuntala el atestado. 

Además de esto, un último informe de criminalística también ha revelado que los daños que presentaba la narcolancha era compatibles con los la neumática siniestrada de la Guardia Civil. En concreto, el documento revela que la barca de los narcotraficantes presentaba muestras de color verde y amarillo, los mismos que vestían la embarcación en la que fallecieron los dos agentes del Instituto Armado. 

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