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Política

Eduardo Serra: «Tener a comunistas en el Gobierno nos distancia de Europa»

Conversamos con el que fuera ministro de Defensa sobre la situación política y económica española, además de las relaciones hipano-marroquíes

El exministro de Defensa y actual presidente del Consejo del Grupo Everis, Eduardo Serra (Madrid, 1946), repasa la situación de España, desde el conocimiento que le da haber participado en las estructuras de tres gobiernos distintos: en el de UCD y el PSOE, como alto cargo en el Ministerio de Defensa y, finalmente, como ministro de Defensa durante el primer mandato del Gobierno de José María Aznar (PP). Para Eduardo Serra, España ha empezado a perder crédito en Europa, ante el poder político y ante los inversores internacionales, y eso se está notando ya en la disminución de su renta per cápita.

A juicio de Serra, España llevaba una trayectoria ascendente e imparable desde 1975 hasta 2015, momento en el que aparecieron los partidos extremistas, como Podemos y Vox. Desde entonces, el comportamiento de PP y PSOE ha cambiado, para alejarse del centro. En su opinión, la Gran Coalición PP-PSOE nos vendría como agua de mayo y, puestos a hacer públicos sus deseos, Eduardo Serra lanza el suyo: que «esa gente (de Podemos) salga del poder cuanto antes».

PREGUNTA.- ¿Se está transformando España? ¿Para bien o para mal?

RESPUESTA.- España se está transformando una enormidad. Ha pasado en los últimos 60 años de ser un país pobre a ser un país rico, de tener 300 a 30.000 dólares de renta per cápita, de ser agrícola a ser industrial y de servicios, de ser rural a urbano. España era un país católico y es un país laico, era una dictadura y ahora es una democracia, y entonces estaba aislada y ahora somos una democracia plena e integrada. España es uno de los países que más se han transformado en el mundo y en Europa. Cuando yo tenía que ir a reuniones en la UE o en la OTAN, solía decir que lo más importante que ha pasado en Europa desde después de la Segunda Guerra Mundial es el cambio español. Pocos años después, ya no fue así, porque fue más importante el derrumbe de la URSS. Pero entre el 75 y el 89, sin duda fue lo más importante.

«Tener a comunistas en el Gobierno es extraordinariamente negativo»

P.- ¿Y con respecto a las últimas décadas?

R.- Si queremos hacer números, esto es así hasta 2015, cuando aparecen los nuevos partidos. Hasta entonces, España era un sistema bipartidista imperfecto. Hasta ese momento, PP y PSOE se disputaban los votos del centro y, para ello, hacían propuestas centristas y centradas. A partir de 2015, aparecen Podemos y Vox y los partidos tradicionales, para que estos no les quiten los votos, empiezan a hacer proposiciones no centristas, extremadas y polarizadas, lo que implica radicalización. Y todo esto lleva a que, por primera vez en España tenemos un Gobierno de coalición donde hay comunistas sentados en el Consejo de ministros y eso nos vuelve a distanciar de Europa. Tener a comunistas en el Gobierno es extraordinariamente negativo. Desde entonces, empiezan a mirarnos con recelo. No nos tienen confianza y no solo es una cuestión política, sino también económica. No confían los gobernantes, pero también disminuye la confianza de los inversores y eso ya se está notando. Nos vamos separando en renta per cápita y en renta de Europa.

P.- ¿Y cuál es su receta para recuperar lo que España ha perdido?

R.- Lo mejor es que esa gente salga del poder cuanto antes, a través de unas elecciones, naturalmente. Y que España vuelva a una normalidad, que nos llevará a una normalidad en nuestro trato con otros países. A causa de la influencia de estas personas, estamos adoptando medidas muy poco adecuadas a la realidad…

Podemos: «Esta gente añade altivez a la ignorancia»

P.- Como, por ejemplo, ¿cuáles?

R.- La elevación del SMI. Tanto que aumenta el paro. Si usted por contratar a una persona tiene que pagar 600 euros durante 4 años, contratará a unos cuantos, pero si paga 1.000 euros, bajará el número de contratados. Luego se puede camuflar, pero aumenta el paro. Luego hay proposiciones absolutamente demagógicas… ¡Se quita el dinero a los ricos! ¿Cuánto cree que tienen los ricos, comparado con lo que tiene el Estado? Si usted aumenta el impuesto a los ricos y los arruina, pagaríamos unos meses de la Seguridad Social y luego nos quedaríamos sin dinero y sin ricos. Hay que volver a la idea de que la riqueza genera riqueza. Si andamos perjudicando a los ricos, mañana seremos más pobres.

Cuando el presidente de la República portuguesa, Mario Soares, visitó Suecia, le preguntó a Olof Palme, entonces su presidente, cómo habían hecho para acabar con los ricos y Palme le contestó: «No, no… está usted equivocado: nosotros hemos acabado con los pobres, no con los ricos». Ese sentimiento de acabar con los ricos también nos está perjudicando y no entro a valorar la ley de solo sí es sí o la del impuesto, que al final es errónea… ¡Se cometen unos errores! Pero curiosamente, esta gente añade altivez a la ignorancia… Dicen que son los jueces fachas, los bulos de la extrema derecha… En fin, espero que lo paguen en las urnas.

P.- La alternativa a este Gobierno de PSOE-Podemos pasa por otra coalición de Gobierno, según las encuestas, que sería PP-Vox. ¿Teme que, de llevarse a la práctica esta hipótesis, Vox acabe radicalizando al PP o llevándole por políticas más extremas?

R.- Podría pasar, pero el origen es muy diferente. Los independentistas sabemos de dónde vienen, igual que los filoetarras. Pero Podemos viene del Partido Comunista. ¿De dónde viene Vox? Del PP. Esa es una diferencia esencial… Vox es más radical. Pero la socialdemocracia que ha desarrollado el PSOE durante 40 años en gobierno y oposición no es la que quiere Podemos.

«Carrillo y Fraga fueron grandes protagonistas de la Transición. Hoy, por desgracia, no tenemos esa clase política»

P.- El comunismo de los últimos 60 años, el de Santiago Carrillo, estuvo en la Transición, construyendo este país que tanto ha cambiado, y elaborando nuestra Constitución. ¿No es el mismo comunismo al que se refiere cuando habla de los comunistas de Podemos?

R.- Eso… además. Es una consecuencia de la polarización. Carrillo fue un protagonista de la Transición que ahora estos jóvenes quieren denostar. Pero Carrillo, igual que Fraga, fue uno de los grandes protagonistas de la Transición. Hoy, por desgracia, no tenemos esa clase política.

«Tenemos la certeza de que no se está invirtiendo el dinero de los fondos europeos»

P.- Su fundación ha hecho públicas algunas sugerencias para la mejor gestión de los fondos europeos. ¿Tienen ustedes una idea clara y una evaluación del uso que se está dando a esos fondos?

R.- Resulta difícil saber el uso que se está haciendo de los fondos europeos. Hay una cantidad ingente de dinero para España que tiene que venir a determinados sectores, si cumplimos unas condiciones. Si la culpa es de unos u otros, no lo sabemos, pero tenemos la certeza de que no se está invirtiendo ese dinero. Y si no se invierte en las fechas previstas, los perderemos. Sería bueno crear una oficina de seguimiento que no debería ser solo gubernamental, sino también con colaboración del sector privado.

P.- Pero eso es lo que pide la UE…

R.- ¡Claro! Razón de más para tenerla. Eso tiene que ver con la falta de transparencia, con el oscurantismo de este Gobierno. De alguna manera, esos comportamientos están haciendo que cada día sea más necesaria la sociedad civil. La sociedad civil clama por que haya un giro en las políticas.

Eduardo Serra en un momento de la entrevista. | Carmen Suárez.

P.- El primer Perte que se aprobó, el del vehículo eléctrico y conectado, ha tenido que ser paralizado, para volverse a retomar, con relevos de personas en el Ministerio de Industria, amenazas de alguna de las empresas de retirarse del proyecto…

R.- Creo que es una prueba de esa falta de transparencia que tenemos en la utilización de los Next Generation, pero no tenemos más información.

P.- ¿Existe algún riesgo de que la UE congele el envió de fondos a España por el conflicto con el Poder Judicial?

R.- Yo creo que se podría frenar la transferencia de fondos si no se cumplen las condiciones que los propios fondos establecen, pero creo que es muy difícil que se paralicen a causa de la crisis entre Gobierno, Parlamento y Poder Judicial… Crucemos los dedos…

«Me he pasado muchos años siendo el único que pedía incremento del presupuesto de Defensa»

P.- Supongo que estará satisfecho por el incremento del presupuesto de Defensa que usted tanto reclamaba…

R.- Sí… Me he pasado muchos años siendo prácticamente el único que pedía incremento de los gastos de Defensa… Yo estuve en el Ministerio de Defensa desde el año 82 hasta el 87, y luego fui ministro de Defensa desde 1996 hasta el 2000. Y, además, la mili…Creo que he hecho más mili que ningún otro civil [Sonríe]. Creo que hay un error de concepto. Si a una persona se le pregunta: ¿Quiere usted comprar ambulancias o un carro de combate? Todo el mundo querrá ambulancias, o escuelas… Si comparamos eso, Defensa siempre quedaría en el último lugar. Pero Defensa no es un sector, sino que es la base del resto de los sectores. El hecho de que seas un país fuerte y bien protegido, o que formes parte de la OTAN, te convierte en menos vulnerable, porque siempre hay que pensarse antes de atacar a un país miembro de la OTAN, porque no estoy atacando a un país, sino a una veintena de países. En Europa, en general, hemos estado arropados por la protección americana, que sí gasta mucho en Defensa y hemos olvidado esa obligación primordial. Los romanos decían primum vivere deinde filosofare (primero vivir, después filosofar). Europa ha dedicado mucho dinero al Estado del Bienestar, que es fantástico, pero ahora vemos lo que nos jugamos si seguimos sin invertir en nuestra Defensa.

P.- ¿Por convicción o porque nos lo ha reclamado Estados Unidos repetidamente?

R.- Los americanos lo denunciaron hace ya unos 13 años. Se quejaban de que ellos aportaban mucho más a la OTAN de lo que aportaban los países europeos y nos pedían que subiéramos al 2% la inversión en la OTAN. España era el país que, junto con Luxemburgo, menos aportaba a la OTAN en relación a nuestro PIB. Eso no te hace solo que tengas tu bienestar en peligro, sino que tu voz suena menos…

«Hay que agradecer al presidente del Gobierno que haya actuado rápido y haya ganado la batalla a sus socios para duplicar el presupuesto de Defensa»

P.- ¿Y ahora, con la guerra de Ucrania, hemos cambiado la forma de ver las cosas?

R.- La guerra de Ucrania es un desastre, como cualquier guerra, pero ha tenido la virtud de hacer ver a Europa, no solo a España, que estamos en una situación que hay que corregir cuanto antes. Hay que agradecerle al presidente del Gobierno que haya actuado rápido y que haya ganado la batalla a sus compañeros de Gobierno, de manera que hemos logrado duplicar el presupuesto en Defensa.

P.- Recientemente han aparecido informaciones publicadas sobre supuestos negocios suyos, que le vinculan con proyectos en Brasil que no acabaron de cuajar con la llegada de Bolsonaro al poder…

R.- Sí, sí… Se lo explico: Everis, en el año 2013 fue adquirida por NTTData, que es una compañía de Japón y, años después, me eligieron presidente del Consejo de Administración. No soy presidente ejecutivo. Pero antes de esa fecha se acordó, para que salieran una serie de socios, que se presentaran iniciativas nuevas. A esa división se la llamó «Iniciatives». Una línea de ellas se dedicó a diseñar simuladores para camiones que, en su momento, se pudieron exportar exitosamente a Brasil, que tiene un porcentaje elevadísimo de accidentes en carretera. Entonces se pensó que esos simuladores iban a ser una herramienta de aprendizaje, por ley, pero al final no fue así y el negocio no fue bien. Everis pidió unos créditos entonces para esa línea de negocio, que ya se han saldado hasta la última peseta. Pero eso no lo he visto en la noticia publicada… También he visto que han publicado de mí que había defraudado a Hacienda…

P.- ¿Y es así?

R.- Toda mi vida he declarado todo lo que gano. Había un criterio distinto en la interpretación de Hacienda, que cambió, sobre la forma de declarar. Pero eso lo hemos dirimido en los tribunales y, finalmente, han fallado parcialmente a mi favor, con lo que Hacienda me ha tenido que devolver el 70% de lo que me reclamó.

«La mejor defensa para España es tener las mejores relaciones con Marruecos»

P.- Ya que es usted fino analista y estratega, ¿es capaz de entender y explicar el cambio de posición de España con respecto al Sahara y la relación con Marruecos?

R.- Soy capaz de entenderlo, pero no de explicarlo. España tiene un pobre concepto de sí misma. Los españoles nos valoramos poco y, por tanto, no entendemos a los países que nos admiran. De los países que más nos admiran en el mundo, uno es Marruecos. El sueño de Al-Ándalus es un sueño todavía vigente, aunque no nos lo queramos creer. La mejor defensa para España es tener las mejores relaciones con Marruecos. No entro en el conflicto del Sahara, la ONU, etc. Pero sí entro en que llevarnos bien con Marruecos es bueno para nosotros. Lo que no sé es explicarlo, porque a mí no me lo han explicado, pero no me parece mal.

«El mayor riesgo que corremos es que haya una interpretación torcida de la Constitución»

P.- ¿Es usted de los que piensa que la Constitución está en peligro?

R.- Lo que ha sucedido con el Tribunal Constitucional (TC) no ha infundido confianza en la sociedad española. Y, como es el último garante de la Constitución, hay un riesgo de que, por esa vía, se interpretara conforme a la letra, pero en contra del espíritu de la Constitución. El mayor riesgo que corremos es que haya un riesgo de interpretación torcida de la Constitución y se autoricen cosas radicalmente contrarias a ella.

Eduardo Serra, en la sede de THE OBJECTIVE. | Carmen Suárez.

P.- ¿A usted, personalmente, le generan desconfianza los miembros del tribunal de garantías, una vez renovadas vocalías y presidencia?

R.- No les conozco personalmente, pero me daba más tranquilidad que hubiera un equilibrio en el TC a que haya una mayoría clara a favor de un partido que parece que no busca el acuerdo, aunque no me gustaría hacer juicios de intención. Pero si se llega a un acuerdo con este Tribunal, maravilloso, como ha ocurrido en anteriores ocasiones.

P.- ¿Le tranquilizan las palabras del actual presidente, Cándido Conde-Pumpido, advirtiendo de que el derecho de autodeterminación o la independencia de los territorios de España no caben en la Constitución?

R.- Me tranquilizan. Si él sale en defensa, honestamente, del artículo 2 de la Constitución, pues maravilloso. Lo contrario sería negativo. Yo quiero seguir confiando en que el TC interpretará la Constitución de acuerdo con el espíritu. Si algo consagra la Carta Magna es, precisamente, la unidad indisoluble de España. Contra eso no se puede ir.

«El comportamiento del rey Felipe VI está siendo ejemplar»

P.- ¿La monarquía está en riesgo como institución en este momento?

R.- La mayor fortaleza de la monarquía en España, aparte del comportamiento del rey Felipe VI, que está siendo ejemplar, es la imagen de neutralidad, de tranquilidad que arroja la monarquía. Tranquiliza a la sociedad. Y otro elemento tranquilizador es la unión indisoluble de la monarquía y la Constitución. Usted no puede cargarse la monarquía sin cargarse la Constitución y viceversa. Esa unión de ambas ha permitido la transformación asombrosa de la sociedad española, porque ha permitido la estabilidad, que es necesaria para desarrollarse y para crecer. Si desaparecieran la monarquía y la Constitución, nos cargaríamos esa estabilidad que nos ha permitido la transformación. Por eso es indispensable robustecer la sociedad civil y volver al consenso de los dos partidos con opciones de gobernar este país.

P.- ¿Es inviable en España una gran coalición, como en Alemania?

R.- Teóricamente, sí, pero no somos genéticamente distintos de los alemanes o los italianos. Esa falta de una coalición, formal o no, es el principal defecto del sistema político español desde hace 40 años, porque si hubieran llegado a un acuerdo sencillo, PP y PSOE, para que gobernarse el que más votos sacase, no hubieran tenido que someterse a las exigencias y requerimientos de los pequeños partidos nacionalistas, que imponían unas condiciones draconianas.

«Vendría como agua de mayo una Gran Coalición PP-PSOE»

P.- Pero en el Gobierno de España siempre ha gobernado quien gana las elecciones, más allá de los pactos que alcance luego…

R.- En el Gobierno en el que estuve yo, en 1996, tuvimos el apoyo de la minoría catalana… Hubo que alcanzar el pacto del Majestic… Ahora todo es más difícil y esa Gran Coalición, también. Pero quizás tras el resultado de las elecciones, a lo mejor, es más necesaria o más posible que nunca la Gran Coalición. La verdad es que vendría como agua de mayo una Gran Coalición PP-PSOE. No sé cuándo, pero se hizo un estudio sobre las discrepancias en el arco parlamentario y se vio que, en un 70-80% PP y PSOE coincidían. La sociedad española ve atónita que solamente salen a la luz las discrepancias y la discordia. Esa es la más grave muestra de la situación actual.

P.- Felipe González pudo haber intentado formar otra mayoría, pese a no ganar, en 1996 y no lo hizo. Zapatero dijo en su día que él no gobernaría si no obtenía un voto más. ¿Cree que existe la posibilidad de que ocurra algo distinto ahora, que Pedro Sánchez pueda llegar a gobernar sin ser el PSOE el partido más votado?

R.- Las últimas elecciones las ganó el PSOE, pero necesitó los apoyos. Eso se vería agravado si, además de no haber ganado las elecciones, se convirtiese en presidente del Gobierno con los votos de partidos, muchos de los cuales se declaran anticonstitucionales, que no están de acuerdo con la Constitución y tratarían de dinamitarla desde dentro.

«Hoy la ley electoral española no refleja la realidad social»

P.- ¿Cree que habría que reformar la ley electoral, para reequilibrar el peso de los votos y los territorios?

R.- Probablemente, esa ley sea la que requiere más consenso. Hoy la ley electoral española no refleja la realidad social, pero no se cambia, porque es la que decide el poder relativo de cada partido político. Los partidos no están de acuerdo en una modificación de la ley que les perjudique en un solo escaño y así es imposible. Es la ley más difícil de cambiar si no hay consenso.

Eduardo Serra conversa con Esther Jaén. | Carmen Suárez

P.- Más difícil que la Constitución no es…

R.- Es que la Constitución requiere, para su reforma, unas mayorías que no requieren las Leyes Orgánicas, que es lo que es la Ley electoral, la LOREG.

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