THE OBJECTIVE
El zapador

La derechita punki moviliza a la izquierda

Las lonas punkis, más que seducir a tu electorado, lo único que consiguen es cabrear y movilizar al que nunca te va a votar

La derechita punki moviliza a la izquierda

Manifestación de Desokupa.

La colocación de una lona con un mensaje agresivo firmado por la empresa Desokupa contra el presidente del Gobierno en plena campaña electoral ha generado reacciones en ambos lados del espectro político. Por un lado, la derechita punki más volcada, aquella que se emociona con los valores del líder de Desokupa, ha visto en este tipo de acción una validación de sus creencias políticas. Por el contrario, el ala izquierdista de la población, la que se opone a las ideas promovidas por Desokupa, así como a sus formas,  ha considerado este mensaje macarra y belicoso como toda una amenaza a sus principios, derechos y causas, generando una respuesta de rechazo tal, que podría movilizar a los dubitativos de última hora.

La burbuja de la «extrema derecha» se ha inflado tanto en los últimos años que da la impresión de que está a punto de estallar. A tenor de lo que dicen las encuestas, Vox parece haber tocado techo. O no, no sabemos. Son encuestas. En el caso de Vox estamos hablando de una derecha antiglobalista con representación parlamentaria, sin embargo existe otra derecha a la derecha de Vox —con algunos vasos comunicantes con el partido— que se dedica a generar ruido político aprovechando las ventajas de difusión de redes como WhatsApp, Telegram o Twitter; además, en esta última, los mensajes extremistas se han visto fortalecidos por la laxitud en la moderación de tuits impuesta por Elon Musk tras su aterrizaje en la compañía. 

Los mensajes difundidos por esta derechuza contracultural y gamberra hacen vibrar a un amplio espectro ideológico cansado del establishment progre. ¿Pero con qué nos encontramos? Nos topamos con cuentas anónimas fuertemente trumputinizadas pidiendo mano dura contra los que no comen jamón (moros), exhortando a acabar con los «liberalios» (liberales de toda la vida), simpatizando con Hitler, Mussolini o con cualquier tirano (incluso con Stalin), loas a Nayib Bukele, teorías de la conspiración (Plan Kalergi, chemtrails, antivacunismo desquiciado…), obsesión con la Agenda 2030 y con la pandemia («plandemia») de la covid-19 y sus correspondientes «covidiotas»…

Los mensajes suelen ir acompañados de burlas a Zelenski y a los ucranianos (los más putinejos los llaman «ucronazis»), al rey Felipe VI (al que han apodado «Felpudo VI»), a Macron («Maricrón»), a Bill Gates («Kill Gates»). A Federico Jiménez Losantos —gran creador de legendarios motes— le tienen especial inquina por haber defendido las vacunas («kakunas») y le apodan «Pfizerico», Pedro Sánchez es «Perro Sanxe», los judíos son «narigones», los tibios moderaditos de centro derecha «follamoros» o «follamenas» y la democracia —que por supuesto, detestan— es una «demoniocracia».

Hasta me he encontrado con gente que niega el Holocausto perpetrado por los nazis (ellos lo consideran un «Holocuento»). La derechita punki —camuflada muchas veces entre una ultraderecha abiertamente neonazi— se maneja bien con los memes y prefiere hacer su guerrilla cultural sin desvelar nombre y apellidos. ¿Quién en su sano juicio sale a buscar curro soltando gansadas en Twitter con su nombre real? Suelen ponerse de avatar fotos de la rana Pepe, rostros de la cultura tartésica (que vienen a representar una especie de arianidad ibérica como mito fundacional europeo), símbolos esotéricos, aspas de Borgoña, águilas imperiales, Clint Eastwood, Franco, José Antonio… Todo muy «basadete».

¿Y quién dirige toda esta orquesta? Uno de los padres de este monstruo es España Bola (@Espball en Twitter), maestro del agitprop, cuenta que fue tumbada una y otra vez por los Red Birds, que vendrían a ser la némesis de la Españita punki (ojo, al que escribe estas líneas también le tumbaron la cuenta de Twitter los Red Birds por denunciar la propaganda del Kremlin). España Bola difundía a través de Telegram mensajes e imágenes ensalzando a Franco y a Hitler. Incluso llegó a ponerse de perfil las siglas «AHTR» (Adolf Hitler tenía razón).

Macarena Olona fue quien destapó la vinculación de España Bola con Vox, y aunque el partido quiso desvincularse, lo cierto es que España Bola sigue retuiteando mensajes de las cuentas oficiales de Vox. Pero la extrema derecha no solo milita en Vox. También lo hace en Hacer Nación, un partido que enfoca sus mensajes en la nación y en lo social, con conexiones con Moscú y que cuenta con algunos concejales en el corredor de Henares. Esta formación quiere expulsar a los ‘menas’ de España: «Menas fuera de España. Luchar por nuestros barrios es Hacer Nación» y tiene un discurso muy inflamado contrario a la inmigración.

Como directores de la orquesta punki en el plano de la conspiranoia tenemos a referentes como Fernando López Mirones, Nauzet Morgade o a Rafael Palacios (Rafapal) de los que ya hablé en otro artículo publicado en este medio. En cuanto a esa xenofobia que genera reacciones como la de «follamenas» o «follamoros» en redes sociales (a mí me lo han llamado unas cuántas veces esta semana) cabe destacar como propagadores de la misma, no solo a algunos cabecillas de Hacer Nación, sino a dos youtubers del entorno de Vox: David Santos e Isaac Parejo.

No son los únicos influencers que difunden mensajes xenófobos. Hay más, pero sí que es interesante detenernos un poco en ellos. Ambos tienen un medio llamado Labandera.es donde comparten información favorable al partido de Santiago Abascal. El digital cuenta con una sección llamada «Casos Aislados» donde se dedican a demonizar a los inmigrantes. David Santos es uno de los que se ha empeñado en hacernos ver que el asesino de la zona de Tirso de Molina —en Madrid— es de origen magrebí, incluso cuando supimos gracias al criminólogo Nacho Abad que se llamaba Jesús y que nació en San Lorenzo de El Escorial.

Isaac Parejo (alias InfoVlogger) también ha retuiteado información falsa sobre el origen del tipo que cometió el asesinato de Tirso de Molina. Parejo es un conocido del #TeamFacha; engreído, gritón y algo deslenguado: «ratas», «mugrosos», «me coméis los huevos»… Odia al PP con todas sus fuerzas: «Solo hay una cosa más insoportable que un progre: un boomer pepero». En un vídeo de Instagram Isaac Parejo confesó: «A mí solo hay una cosa que me parece peor que un comunista y es un equidistante, una persona que se sitúa continuamente en medio del bien y del mal y eso está encarnado en el Partido Popular y si tenemos que coger una figura que represente todo eso es Alberto Nuñez Feijóo y si tenemos que coger una figura que todavía lo represente mejor sería el hijo de puta de Borja Sémper».

Otro corifeo del identirarismo nativista es Daniel Esteve, fundador de Desokupa en 2016, una conocida empresa especializada en recuperar inmuebles mediante la mediación con los okupas. Detrás de Desokupa hay una estrategia de marketing muy estudiada y su líder ha entendido que el activismo le es muy útil para promocionarse, por eso realiza diferentes acciones más allá de la actividad de la empresa, desde campañas de solidaridad hasta manifestaciones contra Ada Colau en Barcelona junto al agitador Alvise Pérez.

Y, por supuesto, muchas apariciones en medios y en redes sociales. La última campaña de Desokupa ha consistido en colocar hace unos días una lona gigante en la madrileña calle de Atocha en la que se dice: «Tú a Marruecos, Desokupa a la Moncloa», con las caras de un asustado Pedro Sánchez con el Falcon detrás y la de Daniel Esteve con gesto eufórico. La lona la ha financiado un despacho de abogados coruñés. La derechita punki ha defendido este tipo de acción, pero el mensaje no ha sentado muy bien en la derecha moderada.

Y no ha sentado bien porque lo único que consiguen este tipo de acciones es cabrear al potencial votante de izquierda. Lo que para unos es una suma de complejos y tibieza, para otros es cuestión de cabeza. No es de extrañar que la prensa se haya llenado de titulares y que líderes de PSOE, Sumar, Podemos o ERC hayan puesto el grito en el cielo. La pancarta es munición muy jugosa para la extrema izquierda (y digo extrema izquierda porque el sanchismo es ya indistinguible del podemismo). Algunos como Íñigo Errejón piensan que hay partido. ¿Pero a quién beneficia que Pedro Sánchez forme gobierno y no se terminen de legislar soluciones contra la okupación? Exacto. El astuto lector ya lo habrá adivinado.

No contento con ello, Daniel Esteve se ha dedicado a lanzar mensajes alarmantes, como que va a crear un ejército que limpiará España en el caso de que se generen disturbios como en Francia. También se inventó que Nahel, el joven de 17 años cuya muerte a manos de un policía en Nanterre ha desatado esos disturbios, tenía todo tipo de antecedentes (asalto de un Lidl a punta de pistola en Niza, 78 atracos en la puerta de una discoteca de París o la quema de un concesionario de Renault).

En cuanto al asesinato de Tirso de Molina propagó en Instagram el bulo de que había sido cometido por un argelino añadiendo el siguiente mensaje llamando a la violencia: «Espero que se quemen contenedores y se asalten los lugares de acogida de argelinos en el barrio, así como que la prensa y Susana Griso hablen de ello».

Muchos líderes de Vox y personas de su entorno, al igual que Daniel Esteve, se lanzaron en tromba a difundir información falsa sobre los disturbios en las banlieue francesas y el asesinato de Tirso de Molina. El objetivo es criminalizar al inmigrante, no caben matices, no caben peros, todos a una. Consignas: la inmigración está descontrolada, los magrebíes son los que cometen los delitos, el multiculturalismo es un suicidio, si no nos votan a nosotros lo de Francia ocurrirá pronto en España como ya se está empezando a comprobar.

Jorge Buxadé llegó a afirmar que «la condición de miembro de una nación no es un documento de identidad», dejando entrever que para él hay ciudadanos de primera y de segunda, malos y buenos españoles y utilizando, por cierto, el mismo argumento que utilizan los independentistas catalanes y vascos que no se sienten españoles. Vox también generó gran indignación en la izquierda cuando hace unas semanas colocó en la calle Alcalá una lona (ya retirada por petición de la Junta Electoral) en la que se veía una mano tirando a la basura a la anti España: feministas, independentistas, comunistas, colectivo LGTBIQ+, partidarios de la Agenda 2030… un tipo de propaganda que ya se ensayó durante la Guerra Civil española o en la Rusia bolchevique y que recuerda también a la que utilizó la CUP en 2017.

¿Es que no recuerdan que las lonas contra Ayuso y contra los «cayetanos» que aparecieron en el madrileño Barrio de Salamanca hicieron desaparecer a Podemos y solo beneficiaron al Partido Popular? ¿En serio necesita Vox ‘buxadizarse’ cada día más a costa de colgar lonas y divulgar patrañas que busquen darles la razón? ¿Quieren cabrear a los que nunca les van a votar? ¿Quieren seguir haciendo campaña con la crónica de sucesos? ¿No criticaban esto último del partido morado cuando se inventaban violencias machistas o agresiones homófobas inexistentes?

Si Vox quiere podemizarse con el identitarismo de los antiguos falangistas Buxadé u Ortega Smith es su elección, lo que no tengo claro es que al partido verde le vaya a funcionar la estrategia. Veremos qué sucede el 23 de julio. Quizá todavía es pronto para que alguien en Vox le sugiera a Santiago Abascal que abandone a sibilinos spin-doctors, influencers gamberretes, institutos académicos que forman a asesores marxistas que recalan en sus filas y deje de cercenar el ‘ala liberal’ de la formación si es que todavía existe. Lo que no voy a ocultar es la sensación —compartida por muchos— de que la derechita punki está consiguiendo movilizar a la izquierda a dos semanas de las elecciones. Y algunas encuestas parecen darme la razón.

https://twitter.com/Sr_Donze/status/1677236007249276928?s=20
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