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Política

Podemos se compromete a recolocar en el Gobierno a empleados afectados por su ERE

El número de despidos podría reducirse si la formación morada consigue hacerse con algún ministerio

Podemos se compromete a recolocar en el Gobierno a empleados afectados por su ERE

La líder de Podemos, Ione Belarra, el pasado 29 de mayo. | Alberto Ortega (Europa Press)

La composición del nuevo Gobierno determinará el futuro de los trabajadores de Podemos. Tras las elecciones generales, la formación morada anunció la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la mitad de su plantilla. El proceso de negociación con los empleados ya se ha abierto, aunque la cifra de despidos puede variar si los de Ione Belarra consiguen hacerse con algún ministerio. A algunos afectados les han asegurado que les recuperarán si se cumplen las expectativas.

Podemos sigue con expectación lo que sucede estos días. Las negociaciones con socialistas y el resto de fuerzas políticas las pilota el equipo de Yolanda Díaz, cuya presencia en un futuro Gobierno de coalición ni se discute. No ocurre lo mismo con los miembros de la formación morada. Sus dirigentes son conscientes de que tienen pocas opciones de revalidar alguno de los cuatro ministerios con los que han contado esta legislatura. Apenas cuentan con peso para exigirlo (cinco diputados de los 31 que tiene Sumar).

La opción de entrar en el Gobierno solventaría parte de los problemas económicos de Podemos. Les permitiría contratar personal técnico, asesores y profesionales de comunicación. «No es la solución, pero sí un buen parche», se lamenta uno de los damnificados por el ERE. Los dirigentes del partido le han asegurado (le consta que también a otros compañeros) que les recuperarán en los próximos meses sin logran alguna cuota de poder en el futuro Gobierno de Pedro Sánchez.

Las opciones de Podemos

Los trabajadores de Podemos están expectantes estos días. «Confiamos en lograr una cartera. No solucionaría los problemas de todos, pero ayudaría a que se quedaran trabajando algunos compañeros», reconoce otra afectada. No obstante, admite que será muy difícil que se abra esa puerta porque Sumar tiene a su gente, aunque muchos miembros de la formación morada se están integrando. «Las relaciones quedaron muy erosionadas durante la creación de la coalición».

En las últimas semanas, Podemos ha redoblado la presión sobre Díaz para que sus cinco diputados (que se integran en los 31 que cosechó Sumar) tengan cierta autonomía en el Congreso. En caso contrario, el aún portavoz de la formación morada, Pablo Echenique, reclama constituir un grupo propio como hicieron los socialistas catalanes en la legislatura constituyente. Algunos lo achacan a una estrategia para conseguir mayor cuota en un futuro reparto de cargos.

La nueva realidad hizo que la formación morada anunciara un ERE tras las generales, aunque los comicios del 28-M ya les dio un disgusto en varios territorios al quedarse sin representación autonómica. Concretamente, en Madrid y Valencia, donde ya se abrieron procesos de despido. La situación se agravó el 23-J, aunque en Podemos eran conscientes de lo que iba a suceder. Este diario ha intentado sin éxito contactar con sus dirigentes nacionales para conocer la versión oficial.

Los de Belarra han pasado de los 26 diputados con los que contaban en la pasada legislatura a los cinco de esta. «Dicha reducción de ingresos lleva aparejada la necesidad ineludible de adaptar los gastos de toda índole, incluidos los laborales, que en el caso de los territorios afectados, implicará la extinción de los contratos y el cierre de los centros de trabajo y, en general, una reducción de la plantilla», indicaba la carta que recibieron el 24 de julio los empleados de Podemos.

Descenso de recursos

El descenso en el número de escaños, tanto en los parlamentos regionales como en el Congreso, llevará aparejada «una profunda reorganización del partido en todos los ámbitos» para adecuarse «al descenso de los recursos que esto supone». La valoración inicial que hace Podemos es que las pérdidas alcancen el 70% de su presupuesto habitual a nivel estatal y un 90% en los territorios.

Un centenar de trabajadores se verán afectados de alguna manera. Los que ya han cerrado el círculo son los empleados de la Comunidad Valenciana y Madrid. En esta última han sido despedidos una decena de profesionales, entre ellos fotógrafos, periodistas y expertos en redes sociales. Han sido indemnizados con 33 días por año trabajado, esquivando así el mínimo legal de 20 días a los que limitó la compensación la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012.

Los empleados afectados aspiran a conseguir la indemnización que han obtenido sus colegas en Madrid. Los afectados esperan que ese sea el camino a seguir por Lilith Verstrynge, encargada de las negociaciones. La formación morada ya ha constituido las comisiones para tratar las condiciones de los despidos. La apertura formal del ERE tendrá lugar en los primeros días de septiembre y será la Inspección de Trabajo quien culmine el proceso.

No es la primera vez que Podemos se encuentra en la tesitura de aligerar su plantilla. Tras las desavenencias entre Iglesias e Íñigo Errejón, que terminó con la marcha de este último en enero de 2019, despidieron a 11 trabajadores del llamado sector errejonista. Tras denunciarlo, llegaron a un acuerdo extrajudicial para elevar a 33 días las indemnizaciones. El año pasado en Andalucía se optó por una fórmula gradual, aunque la propuesta inicial fue de 20 días.

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