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Política

Moncloa usará la decisión sobre las lenguas para que se visualice su mayoría de gobierno

Gobierno y PSOE se ríen de la «torpeza del PP» por «romper su marco presidencial»

Moncloa usará la decisión sobre las lenguas para que se visualice su mayoría de gobierno

Los líderes del PSOE y del PP, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. | Eduardo Parra (Europa Press)

El Gobierno avanza en una hoja de ruta por fases. O por «rubicones», como los califican en el Palacio de la Moncloa. El primero de los hitos se logró el pasado 17 de agosto con la constitución de la Mesa del Congreso, superado a la primera votación y de una forma más holgada que la prevista. Entonces, Junts mostró su disposición a llegar a un acuerdo: «Ya se sumaron al bloque de la investidura y dejaron de ser vírgenes» en el terreno de la negociación con Pedro Sánchez, según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE. La segunda meta para el Gobierno se alcanzó el pasado lunes 11 de septiembre, con el «pinchazo» de la Diada, tras la que ERC y Junts «han abierto los ojos y reflexionaron sobre su perdida de posición de fuerza en la negociación». Y el tercer «rubicón«, para Moncloa, está a punto de llegar la próxima semana en el Congreso de los Diputados. 

El martes que viene se iniciará el debate del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, que se tramitará por lectura única -sin necesidad de pasar por comisión- y se aprobará en la misma sesión plenaria del jueves que viene. La luz verde está descontada, aunque ello no explica la trascendencia de su aprobación. Se trata de un guiño a los independentistas, de un pago en especie, como moneda de cambio a quienes deben apoyar la investidura de Sánchez. Pero, sobre todo, es una estrategia de Moncloa para ir afianzando el bloque de la investidura antes de que fracase el primer candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo

«La mayoría de Gobierno»

«Son tan torpes que no han caído en que nos han dado tiempo, no sólo para negociar nuestra investidura, sino para hacer política trayendo a la cámara iniciativas que nos permiten volver a proyectar una mayoría de Gobierno». Será la segunda vez que el Ejecutivo en funciones logre sumar en torno a 178 escaños de sus socios potenciales, después de que PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu y BNG hicieran presidenta a la socialista balear Francina Armengol. «Feijóo pidió tiempo a la presidenta y nosotros lo aprovechamos mientras él lo pierde», se congratulan en Moncloa. 

Moncloa y Ferraz sueñan, además, con que se repita lo ocurrido el día de la constitución de las Cortes: que se rompa el bloque de la derecha en el debate del uso de las lenguas, al tiempo que se afianza el de la investidura. Si bien tanto Vox como el PP han anticipado su voto en contra de la iniciativa, en el Gobierno dudan si los populares se decantarán finalmente por una abstención, teniendo en cuenta que «el gallego Feijóo ha sido el representante del bilingüismo en Galicia». Otra duda es si Coalición Canaria se descolgará del bloque de la derecha y se sumará a los apoyos de la llamada España periférica, a la que también representan los nacionalistas canarios. 

«Falta materia gris» en Génova

Sea como fuere, en el Gobierno se frotan las manos con el hecho de que Feijóo pueda perder apoyos respecto a los 139 votos que le sorprendieron durante la votación de la sesión constitutiva. Y se felicitan más aún porque la votación del día 21 será el anticipo del siguiente hito en la hoja de ruta socialista: la investidura fallida de Feijóo el 29 de septiembre. «Se volverá a demostrar a España quién ha ganado las elecciones y quién ha perdido el Parlamento», sostienen en Moncloa, poniendo el acento en la importancia de tejer alianzas en un sistema parlamentario y la incapacidad de Feijóo al no haber conseguido «ni un apoyo más en estos últimos 20 días». 

«Se visibilizará que Feijóo ha perdido y que ha sido un error haberse presentado, porque no habría perdido si no se hubiera presentado. Nos ha regalado el mantra de toda la legislatura: que, en realidad, él no ganó las elecciones», sostienen estas fuentes. Pero lo que hace las delicias de los socialistas es la nueva convocatoria contra la amnistía que han convocado los populares a tres días de la investidura de Feijóo, el fin de semana del 23 y 24 de septiembre. «¿Pero nadie se da cuenta de que están convocando un acto de oposición al Gobierno días antes de que se vote su Gobierno? Están rompiendo su propio marco. Son su peor enemigo… Aquí no hay materia gris», exclaman las fuentes socialistas consultadas entre la diversión y la sorpresa. 

Los socialistas llevan semanas sosteniendo que Feijóo no es capaz de pilotar la nave popular y que son otros los que han tomado el puesto de mando. La obviedad apunta a la lideresa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que «ya calienta en boxes para tomar el relevo», no cuando fracase el actual presidente del PP, sino una vez se constate que hay Gobierno de Pedro Sánchez. Pero el movimiento del expresidente del Gobierno, José María Aznar, sobre el llamamiento a rebelarse contra la futura ley de amnistía, es, para Moncloa, la constatación del vacío de poder en el que se encuentra la calle Génova. «Están frustrados, desesperados, porque pensaban que ganarían las elecciones y no entienden cómo Pedro Sánchez seguirá siendo presidente», se burlan los estrategas gubernamentales.

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