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Yolanda Díaz y Mónica García consolidan su cercanía en medio de rumores de ruptura

Sectores de la coalición trasladan la idea de que las dos dirigentes están alejadas y que peligra el ministerio de García

Yolanda Díaz y Mónica García consolidan su cercanía en medio de rumores de ruptura

Yolanda Díaz y Mónica García. | Europa Press

La vicepresidenta Yolanda Díaz y la ministra de Sanidad, Mónica García, no estarían experimentando un momento de ruptura, tal y como sectores de la coalición de Sumar están trasladando a la prensa. En el medio de estos rumores de un alejamiento entre ambas, con las declaraciones de García sobre el gasto militar del Gobierno de colofón, las fuentes consultadas aseguran que la coordinación y cercanía entre ambas es sólida y bien engrasada. Tal y como publicó este diario en marzo, García está centrada en una operación de restyling político dirigida a ofrecer a la ciudadanía, y al sector médico, una imagen más amable de la dirigente. Al mismo tiempo, y en el medio de una lucha feroz dentro de Más Madrid para su sucesión, García asegura a Díaz su apoyo en la consolidación de su liderazgo.

Las últimas declaraciones de Mónica García sobre el gasto militar del gobierno (es «bajo», dijo, en relación a otros países europeos) crearon algo de malestar interno en Sumar y las demás formaciones de la alianza. Yolanda Díaz se apresuró a criticar duramente a la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien había llevado al Consejo de ministros un acuerdo marco de gasto militar por más de 1.100 millones de euros. Los ministros de Sumar tuvieron que tragar con la medida, respaldada directamente por el presidente. Se limitaron a decir que manifestaron su rechazo en las sedes oportunas del Ejecutivo, pero como publicó THE OBJECTIVE su oposición fue más bien simulada y entregada al portavoz parlamentario Íñigo Errejón, más que a los ministros.

El problema fue que Pablo Iglesias y Podemos recuperó rápidamente la polémica para atacar a García, y con ella a todo el movimiento Sumar. Podemos lleva tiempo acusando a esta formación de haber reducido el margen de autonomía político e ideológica respecto al PSOE. En otras palabras, de ser una simple muleta de los socialistas. Los ataques de Podemos generan fricciones en Sumar porque algunos de sus aliados, sobre todo Izquierda Unida, suele comulgar más de una vez con las tesis esgrimidas por sus antiguos compañeros. García, que milita en Más Madrid, mantiene en cambio una feroz animadversión hacía el partido de Ione Belarra e Irene Montero.

«Está muy con Yolanda»

En todo ello hay que añadir que Más Madrid no está un momento de paz interna. La formación madrileña experimenta, tal y como adelantó este diario hace meses, una lucha por la sucesión de García. El grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid está roto, aseguran varias fuentes del mismo. La portavoz, Manuela Bergerot, es una protegida de Mónica García, pero ya le están buscando a un sustituto para la candidatura de las próximas autonómicas. Ha llegado incluso a sonar el nombre de Pablo Bustinduy, actual ministro de Derechos Sociales, que encarnaría para un sector de Más Madrid una alternativa viable a García de cara a un choque con Isabel Díaz Ayuso.

Las tensiones internas en Más Madrid, con el sector de Rita Maestre enfrentado al de García, han llegado también a la esfera de la prensa. Errejón intenta hacer equilibrismos entre ambos, aunque en el partido se le considera más cercano a Maestre. Él es quien mantiene un vínculo y conexión privilegiada con los medios de comunicación. Y en ese ámbito circula la tesis de que la relación de García con Yolanda Díaz estaría viviendo un momento de bajón, incluso con posible modificación en el equipo de Gobierno de Sumar, que podría afectar al ministerio de la política madrileña.

Las fuentes consultadas, sin embargo, sostienen que esta polémica no responde a la verdad, y que la coordinación entre ambas sigue siendo sólida. García, afirman las fuentes consultadas, ha decidido tener un perfil bajo a la hora de comentar las cuestiones de política nacional, y se está centrando en el trabajo y mensaje de sus ministerios.

Es una manera para respetar el liderazgo de Díaz, y al mismo tiempo consolidarse en un ministerio consciente de que su trayectoria política no pasa por una vuelta a la política regional madrileña. «Está muy con Yolanda, no la cuestiona para nada. No quiere pisar la manguera a nadie», afirmaron hace dos meses las fuentes consultadas, y esas declaraciones se remiten ahora en el medio de una batería de filtraciones que, tal y como ha podido detectar este diario, miran a debilitar la entente entre las dos mujeres fuertes del equipo ministerial de Sumar.

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