El hallazgo de otros 13 cuerpos en la zona afectada por el gigantesco incendio Camp Fire que afecta desde el jueves al norte de California, ha elevado la cifra total de víctimas mortales a 42, según las autoridades, mientras continúa la búsqueda de los centenares de desaparecidos
El suceso ocurrió sobre las 23.30 -hora local- del viernes en el barrio de Fruitvale, en Oakland, cuando el local donde actuaba el grupo de música electrónica Golden Donna se incendió por causas aún desconocidas. Inicialmente las autoridades habían reportado nueve muertos durante el siniestro, y más de 40 desaparecidos. Por su parte, el funcionario policial precisó que por el momento solo se había podido notificar a tres familias del deceso de un pariente. La identificación de los cuerpos será larga, explicó Kelly. Tampoco se tiene clara ła procedencia de todos las víctimas y heridos. Las autoridades están haciendo uso de las redes sociales para tener un listado preliminar de los asistentes. En la página del evento en Facebook, donde la localización se mantiene en secreto, pero sí se puede acceder al programa, hay 293 perfiles confirmados de 685 interesados. Los bomberos trabajaron durante 12 horas sin interrupciones en la noche para ingresar al edificio tras hacer un agujero en un muro y luego comenzar a despejar de escombros, explicó una jefa de batallón de bomberos de la ciudad, Melinda Daryton. «Necesitaremos varios días solo para poder inspeccionar todo el edificio», un depósito transformado en talleres de artistas. El techo del edificio se derrumbó enteramente y la estructura quedó inestable, lo que ha dificultado enormemente las operaciones.
Las llamas, en una zona agreste situada a unos 48 kilómetros al sur de San José, ha carbonizado más de 400 hectáreas y quemado varias estructuras, según el Departamento Forestal de California. El incendio sólo está contenido apenas un 5%.
A dos meses de que concluya la temporada oficial de incendios, el Departamento de Protección de Fuegos de California (Cal Fire) ha contabilizado ya 600 incendios forestales más que en todo 2015. Una alarmante cifra que presenta un escenario devastador. Entre el 1 de enero y el 16 de septiembre las llamas han calcinado más de 200.000 hectáreas en 5.700 incendios, una aumento que se atribuye a las consecuencias del cambio climático que se señala como causa de la sequía que sufre California desde hace ya cinco años. Uno de los fuegos más virulentos este año fue el llamado Blue Cut Fire, que el mes pasado se extendió por más de 200.000 hectáreas del condado de San Bernardino y obligó a la evacuación de más de 80.000 personas.
Este sábado, los servicios de urgencias comenzaron a recorrer vecindarios para contar las casas achicharradas por el siniestro cuando en varias de ellas encontraron lo que parecen restos humanos. Sin embargo, algunos están tan quemados que los investigadores forenses tendrán que determinar si corresponden a una persona o un animal, dijo el portavoz del sheriff del condado de Kern Ray Pruitt. Unas 2.500 casas siguen en peligro. La evacuación fue tan rápida que una pareja de ancianos quedó envuelta en humo mientras trataban de huir. Sus cadáveres fueron hallados el viernes, pero sus nombres no han sido divulgados.
Con el inicio del verano empiezan los peligros forestales como el llamado «Sherpa fire» en el Bosque Nacional Los Padres.
El incendio ‘Sherpa’ ha arrasado más de 3.000 hectáreas de chaparral y cultivo, aunque las autoridades han podido contener el fuego en un 54%. Más de 1.200 efectivos participan en la lucha contra las llamas apoyados por más de una decena de aeronaves. A causa de los peligros que implican dichos incendios, las autoridades locales han declarado el estado de emergencia en ciertos condados y cerrado algunas carreteras intermitentemente. El condado de Santa Bárbara, al igual que otras zonas del sur de California, permanecerán bajo alerta por calor excesivo hasta el próximo miércoles, según el Servicio Meteorológico Nacional.
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