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Si solo quieres tener 30 libros, como Marie Kondo, te recomendamos estos

Si solo quieres tener 30 libros, como Marie Kondo, te recomendamos estos

Para los fanáticos del orden, para los caóticos, para los desastrados, para usted, querido lector. Marie Kondo se ha convertido en la influencer que te dice cómo debes organizar tu habitación y tu casa y, por extensión, tu vida. Es la gran representante del minimalismo en el mundo conocido –esa corriente casi filosófica que aboga por vivir con lo mínimo– y ha llegado tan lejos en sus preceptos que nos recomienda seguir un consejo o una temeridad: ¡quedarse solo con 30 libros!

Tres delicias

Tres delicias

Algo que ciertamente no se nombra con la palabra azar, sino con la palabra amistad, hizo que en el último tramo de mis lecturas de 2018 hubiese tres auténticas delicias. Tres libros elegantes, vitales y fecundos, con su puntito de melancolía, que es la señal de la alegría que va en la corriente del tiempo:

Escoria del primer mundo: Houellebecq y la catástrofe divertida

Escoria del primer mundo: Houellebecq y la catástrofe divertida

Occidente se va al traste de maneras crueles e inverosímiles en las novelas de Michel Houellebecq (La Reunión, 1956) y, justo es reconocerlo, fascina observar cómo se diluye por el escotillón de la historia. Con la debida persuasión y unos cuantos barriletes retóricos, Europa deja de ser un submarino lleno de hombres viriles sudando la gota gorda y se convierte en un kindergarten de flojos y pusilánimes; la democracia liberal, convertida en flor de un día, se marchita en un suspiro; el campo de batalla se nos come de un bocado y el mundo no termina con una explosión, sino con un no menos sonoro regüeldo. Así es la épica de lo fatal: de derrota en derrota, por fabulosas que resulten, hasta el ansiado cataclismo final.

Escoria del primer mundo: Houellebecq y la catástrofe divertida

Escoria del primer mundo: Houellebecq y la catástrofe divertida

Occidente se va al traste de maneras crueles e inverosímiles en las novelas de Michel Houellebecq (La Reunión, 1956) y, justo es reconocerlo, fascina observar cómo se diluye por el escotillón de la historia. Con la debida persuasión y unos cuantos barriletes retóricos, Europa deja de ser un submarino lleno de hombres viriles sudando la gota gorda y se convierte en un kindergarten de flojos y pusilánimes; la democracia liberal, convertida en flor de un día, se marchita en un suspiro; el campo de batalla se nos come de un bocado y el mundo no termina con una explosión, sino con un no menos sonoro regüeldo. Así es la épica de lo fatal: de derrota en derrota, por fabulosas que resulten, hasta el ansiado cataclismo final.

No es país para libros

No es país para libros

Dicha noticia reza que, por lo visto, en Islandia es tradición que tras la cena de Nochebuena los familiares se regalen unos a otros diversos libros, para pasar después el resto de la noche leyendo en compañía con una taza de chocolate caliente al regazo. Esta tradición se llama, siempre según el viral rumor, Jólabókaflód, y afirma el embajador islandés que carga con el 70% del gasto anual en libros de la isla.

Un libro destapa los secretos para convertirse en un experto en observación de aves

Un libro destapa los secretos para convertirse en un experto en observación de aves

Iniciarse en la observación de aves es un reto. Lo sabe Luis Martínez, autor de El extraordinario mundo de las aves, un libro cargado de «secretos y trucos» que pretende servir de guía a principiantes y aficionados, explica. «Los difíciles primeros pasos en la observación de aves terminan muchas veces en frustración e incluso en fracaso», dice a Efe. Este libro permite al lector aprender «de la manera más sencilla» a identificar las aves por su plumaje, su forma de volar o su canto, y le descubre «fascinantes» historias que rodean a los pájaros «de apariencia más humilde», señala su autor, biólogo y miembro de la organización SEO/BirdLife.

Nuestro hombre en Ottawa

Nuestro hombre en Ottawa

El poeta simbolista Mallarmé escribió -o así, al menos, lo cita Pla- que el invierno es lúcido. Un tópico que parecemos contravenir quienes vemos en las vacaciones de Navidad una larga maratón concupiscente, jalonada de comilonas opíparas y compunciones dispépticas, o quienes confunden el recogimiento con un ofuscado aborregamiento. Sirva de recomendación, cuando no de revulsivo y contraveneno, un libro invernal en el sentido mallarmeano: Canadiana (Debate).

Nuestro hombre en Ottawa

Nuestro hombre en Ottawa

El poeta simbolista Mallarmé escribió -o así, al menos, lo cita Pla- que el invierno es lúcido. Un tópico que parecemos contravenir quienes vemos en las vacaciones de Navidad una larga maratón concupiscente, jalonada de comilonas opíparas y compunciones dispépticas, o quienes confunden el recogimiento con un ofuscado aborregamiento. Sirva de recomendación, cuando no de revulsivo y contraveneno, un libro invernal en el sentido mallarmeano: Canadiana (Debate).

'La importancia del primer cero' o cómo hacerse mayor, según Oti Rodríguez Marchante

'La importancia del primer cero' o cómo hacerse mayor, según Oti Rodríguez Marchante

Este libro fue muy buscado, como ocurre con algunos niños. La editorial A buen paso es tan pequeña que apenas saca un libro o dos cada año, cuando el año es bueno, y se decidió por esta aventura infantil de Oti Rodríguez Marchante, a quien conocerás por sus críticas de cine en ABC, como una apuesta asegurada para preadolescentes en busca de identidad. Y aunque su autor todavía se debate en si se trata de un libro con niños, para niños o sobre niños, conoce con seguridad que nació de la observación prolongada de sus dos hijos, de 14 y 10 años, que de manera natural le condujeron hasta el título definitivo: La importancia del primer cero.

Amar la espera

Amar la espera

Este año nos ha regalado muchos libros maravillosos. Varios de ellos han venido a lomos de Libros del Asteroide, esa editorial que es fuente de alegría y de pesar: alegría entre las manos y pesar en la billetera.

Mis mejores lecturas del año

Mis mejores lecturas del año

Será que la obligación de leer por trabajo le quita literatura al asunto, o que el morro se vuelve con el tiempo más y más fino, o simplemente que no he sabido elegir buenos títulos, o que no los he sabido leer bien, pero este 2018 que se acaba no ha sido para mí un año de lecturas deslumbrantes. Ninguna me ha dejado sin habla, aunque sí ha habido un puñado de libros que me han gustado hasta el punto de querer recomendarlos en esta lista -otra más- de lecturas del año que nadie necesita ni reclama. Y, sin embargo…

Acertar con el diagnóstico

Acertar con el diagnóstico

Continúa deteriorándose la situación en Cataluña, en una farsa sin fondo que ahora fantasea con la sangre en un intento desesperado por que brote la épica. Esa fantasía no es tanto la del crimen como la del martirio, pero esconde un impulso desdichadamente tanático en cualquier caso. Por fortuna, no muchos parecen dispuestos a seguirlo; pero si lo siguieran el resultado tampoco sería la épica, sino una farsa incrementada, más absurda aún, hasta la náusea. La irrisión ya es inaudita, con ese Consell per la República que Puigdemont ha montado en Bélgica, en plan Palmar de Troya del catalanismo, o con el estrafalario Torra en la ‘Generalitat’, un Ubú ‘president’ que ha dejado pequeño a Pujol y a Boadella convertido en el guionista de ‘Bambi’. Los que en su día compramos el mito de Cataluña como avanzadilla europeizante de España seguimos pasmados ante el socavón.

De Madrid al libro: librerías madrileñas para todos los gustos

De Madrid al libro: librerías madrileñas para todos los gustos

Nadie como un librero de los de toda la vida para recomendarnos un buen libro. La comodidad del comercio electrónico no puede sustituir el consejo cercano de un librero. En Madrid hay librerías para (no) aburrir. De la mano del editor de elSubjetivo, Ignacio Peyró, paseamos por algunas de ellas. Este es nuestro homenaje a los libreros madrileños, siempre dispuestos a descubrirnos nuestra siguiente aventura.

Haga por mí un experimento

Haga por mí un experimento

Haga por mí un experimento. Pregúntele a un niño, su hijo, su sobrino, su vecinito, qué es el amor. A poco que sea como uno de mis hijos dirá: es eso que siento por mis papás y que me hace que quiera que me abracen todo el rato, es eso que sienten por mí y que les hace besarme y darme lo que les pido. Un niño tendrá muy claro qué es el amor si lo han criado en el amor. Después, pregúntele al niño qué es la literatura y a pesar de que llevará varios años dando la asignatura de lengua y literatura en el colegio, no será capaz de decir más que algo así como: no lo sé decir con palabras o es lo que está en los libros.

Juan Claudio de Ramón: "El referéndum es la forma más marrullera de decisión política"

Juan Claudio de Ramón: "El referéndum es la forma más marrullera de decisión política"

Juan Cla (Madrid, 1982) descubrió Canadá como una sorpresa: surgió una vacante en la Embajada española en Ottawa y allí que se fue con su esposa. Dice que del país lo desconocía todo, que le impactó el exotismo del frío y de la nieve, de los paisajes y la naturaleza infinita. “Lo que pasa es que además descubrí una historia política fascinante, la de la creación de una democracia ejemplar en esas condiciones, poco conocida, que me apetecía contar”, cuenta.

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