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'Dieta y cáncer': contra falsos mitos y pseudoterapias

Dieta y cáncer se posiciona ante la peligrosa proliferación de pseudoterapias y remedios milagrosos que aparecen alrededor del cáncer, que es una de las principales causas de mortalidad.

‘Dieta y cáncer’: contra falsos mitos y pseudoterapias

Julio Basulto, dietista-nutricionista,  y Juanjo Cáceres, doctor en historia, especialista en la alimentación desde una óptica social, se complementan a la perfección. Son como esos matrimonios que después de años de convivencia se acaban las frases mutuamente, de forma que no sabes donde comienza a hablar uno y donde acaba el otro. Dieta y cáncer lo firman ambos, pero no diferencian la autoría de los capítulos que lo componen. “Somos como los Beatles, lo hacemos todo conjuntamente”, bromea Juanjo Cáceres. La excepción es el capítulo escrito por Carlos González, experto internacional en lactancia materna.

Dieta y cáncer se posiciona ante la peligrosa proliferación de pseudoterapias y remedios milagrosos que aparecen alrededor del cáncer, que es una de las principales causas de mortalidad. En el libro se señala a embaucadores y charlatanes que con falsas promesas ponen en peligro a una gran cantidad de personas. Como reacción, los autores profundizan en la importancia de ser críticos, de estar debidamente informados, y explican lo que sí puede, o no puede, hacer la nutrición en cuanto a los diferentes casos de cáncer.

 

Una extensa cita del doctor Edzard Ernst abre el libro. Destaca esta parte: “la noción de una cura alternativa para el cáncer es una contradicción en los términos”. Toda una declaración de principios. ¿Pero a qué se refiere exactamente?

Juanjo Cáceres (JC): Si nos fijamos bien, hace algunas décadas, el 90 % de las personas que tenía cáncer se moría, hoy en día casi dos terceras partes de las personas diagnosticadas con cáncer lo superan. ¿Qué ha pasado por medio? Investigación médica, aplicación de esa investigación al ámbito sanitario, hospitales públicos, privados… Por lo tanto, la gente se salva. Esa línea cura el cáncer. En cambio, las terapias falsas, además de un fraude, son ineficaces y contraproducentes.

Según la OMS, el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, con una estimación para 2018 de 3,9 millones de nuevos casos en Europa. Sin duda, es un amplio mercado para acupuntores, hipnoterapeutas, homeópatas y demás terapias falsas.

JC: Así es, son “empresarios” que quieren lucrarse con tu enfermedad… Los mensajes sobre medicinas alternativas fluyen en nuestra sociedad con una facilidad pasmosa. No sólo en redes sociales, también en los medios de comunicación, incluso entran en los hospitales. En ese contexto, una persona no informada puede pensar que realmente hay alternativa a la medicina convencional, y eso es una falacia construida a través de falsos mensajes y falsos terapeutas. Además, no se combate con la exigencia necesaria cuando, por ejemplo, hay productos de homeopatía que no son efectivos para curar enfermedades que se siguen vendiendo en farmacias. Ese es el nivel de tolerancia que hay.

Julio Basulto: “En cáncer, tradicional, ancestral, milenario, significa muerte segura.” 2
Imagen vía Editorial Martínez Roca.

¿Pero por qué tienen tanto éxito este tipo de terapias cuando se ha demostrado, y se sigue demostrando constantemente, que son ineficaces y peligrosas?

Julio Basulto (JB): Fíjate que los vendedores de terapias alternativas, muchos de ellos grandes multinacionales, no tienen que demostrar ninguna efectividad. No gastan nada en investigación ni en pruebas.Todo el dinero que reciben es limpio para publicidad. Por lo tanto, logran un gran alcance en medios que favorecen su difusión, como libros, páginas web, y ahora, incluso influencers.

JC: Además, el cáncer está rodeado de una gran cantidad de tabúes sociales. Ha sido una enfermedad que históricamente no tenía ni nombre y de la cual cuesta mucho hablar, aún hoy, y por lo tanto, el silencio y el miedo es lo que predomina. Ese miedo y ese silencio favorece a que surjan teorías conspiratorias y todo tipo de terapias alternativas. Se llega a una situación absurda y dramática en la que confundimos aquello que salva vidas con aquello que te pone en más riesgo de morir.

Señaláis a Josep Pàmies, Teresa Forcades y a Enric Corbera (al que la propia Asociación Española Contra el Cáncer define como charlatán) como embaucadores y fraudes disfrazados de ciencia. ¿Hasta qué punto pueden poner en peligro a personas diagnosticadas con un cáncer?

JB: Ponen en riesgo a muchísima gente. Según una investigación del periodista Manel Ansede, quien sigue una terapia alternativa tienen un 470% más de posibilidades de morir que quien no la sigue. Esto ocurre por varias razones: el terapeuta alternativo suele desacreditar la medicina tradicional, por lo tanto las posibilidades de que tú desconfíes de tu oncólogo son muy altas, y en segundo lugar, porque alternativo significa que escoges una terapia en vez de la que te salva la vida. Con las terapias alternativas, cuando llegas al hospital ya es tarde, ya no hay cura, sólo tratamientos paliativos.

También señaláis a Odile Fernández y su superventas Mis recetas anticáncer por lo peligroso y desacertado de sus consejos.

JB:  Sí, es un superventas. Pero ¿tú te comprarías un manual de conducción en el que te aconsejaran conducir con los ojos cerrados para relajarte? Pues tampoco deberías comprarte un libro que diga que el agua puede curarte. Además, la palabra “anticáncer”, engañosa y poco ética, tiene el uso prohibido en publicidad y promoción de servicios y productos con pretendida finalidad sanitaria.

El año pasado, el oncólogo Joaquim Bosch denunció el caso de una mujer que llegó con el pecho putrefacto por seguir las recomendaciones de un curandero. También se hizo público el fallecimiento con 21 años de Mario Rodríguez, tras abandonar el tratamiento contra la leucemia que le habían pautado en el hospital para seguir una “dieta ortomolecular”. Pero, tal vez, el caso de Steve Jobs, imagen del emprendedor con éxito, sea menos conocido (tras recibir el diagnóstico de un cáncer de páncreas, retrasó su tratamiento oncoterápico durante nueve meses a cambio de terapias alternativas como la acupuntura y por el consumo de zumos y suplementos dietéticos).

JB: Eso demuestra que todos somos víctimas potenciales de este tipo de pseudoterapias y gente que quiere aprovecharse de nosotros. Y son solo unos pocos casos que se hacen públicos. El doctor Edzard Ernst justifica que lo que vemos de los daños de las pseudoterapias es la punta del iceberg. Debajo, hay muchos otros casos. Si un paciente se muere en el hospital, eso queda regulado. Los pseudoterapeutas no tiene que declarar ante nadie. Pero lo bueno es que poco a poco la percepción social está cambiando. Hace falta un cierto activismo a la hora denunciar casos así.

Julio Basulto: “En cáncer, tradicional, ancestral, milenario, significa muerte segura.”
Julio Basulto y Juanjo Cáceres | Foto cedida por los autores.

En realidad los cánceres atribuibles a la genética son muy escasos… Pero aún seguimos confiando en el azar, en el destino, como si fuéramos náufragos a punto de naufragar. ¿Qué os parece ese comportamiento?

JB: Frente a eso, lo que tienes que saber es que sí, que te vas a morir, pero te vas a morir distinto. No es lo mismo morirse a los 85 años con plena salud física y mental que estar desde los 65 a los 85 con un cuerpo achacoso, que eso es lo que ocurre en España hoy. Somos dependientes con 65 años por pensar toda la vida que de algo hay que morirse.

En ese sentido, el libro, además de destapar pseudoterapias y falsas creencias, se enfoca en la prevención, en lo que sí podemos hacer para tener una mejor salud y reducir las posibilidades de sufrir un cáncer. Habláis de los tres pilares básicos: el tabaco/alcohol, deporte, alimentación. ¿Significa eso que hay alimentos que permiten prevenir el cáncer?

JB: No hay alimentos concretos, ni los habrá, que ayuden a prevenir el cáncer. Bueno, sí que hay un alimento que, en lugar de prevenir, reduce el riesgo, que es la leche materna. Disminuye el riesgo de leucemia de uno de cada cinco bebés. Hay estudios que así lo demuestran. Con el resto de alimentos es sencillamente mentira. Sí podemos hablar de un patrón de alimentación, que no es un menú, no es un súper alimento, no es una receta.

¿Entonces, tampoco hay dietas que nos ayude a prevenir el cáncer?

JB: Al contrario, hay dietas que pueden aumentar las posibilidades de sufrir un cáncer. Una dieta rica en carne, por ejemplo, como la que proponía Dukan, aumenta el riesgo de sufrir cáncer de colon. Un dieta, en general, hiperproteica, rica en productos de origen animal, aumenta tu riesgo de cáncer. En cambio, podemos afirmar que un patrón de alimentación basado en productos de origen vegetal poco procesados eso sí disminuye las posibilidades, que no evitar, de sufrir un cáncer.

Dentro de ese patrón alimenticio saludable, os habéis atrevido a decir que el bocadillo de jamón y, en general, el consumo de embutidos y carnes procesadas, es algo a evitar. El no le des a tu hijo un bocadillo de jamón para desayunar se ha convertido en un titular llamativo y foco de no pocas críticas… Pero, ¿ahora que desayuno yo todas las mañanas?

JB:  Me sabe mal, pero eso es lo que dice la ciencia en diferentes estudios publicados. A más carnes procesadas, más riesgo de mortalidad prematura. El cáncer de colon es el segundo cáncer más prevalente en España. Si este dato es una evidencia científica, el consejo que nos toca darte a tí es que seas consciente de ello y trates de evitar su consumo. ¿Qué le pones ahora en el bocadillo, entonces? Cualquier cosa será mejor que el embutido: ponle atún, pimientos, una tortilla, queso…

¿En cambio no decís nada sobre la soja, transgénicos, aditivos y otros tóxicos tan demonizados? ¿Por qué?

JB: Porque de la soja y los transgénicos hay evidencia de que son seguras e inocuas. Están controlados por los diferentes organismos, que, además, no nos quieren matar. Hay que tener en cuenta que los alimentos actuales son seguros, no sanos. Eso llegará.

JC: El alcohol y la obesidad son factores cancerígenos. Los aditivos, no. ¿De qué nos tenemos que preocupar? Pues de reducir el consumo del alcohol y de las bebidas azucaradas, no de los aditivos que aparecen en la etiqueta.

¿Entonces, no hay riesgo en nuestra salud por consumir frutas o verduras que presenten concentración de tóxicos medioambientales?

JC: Las entidades de referencia no ha encontrado pruebas de ello. Los informes del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, la Agencia Catalana de Salud Pública, los de la ONU… ¿Crees que no han tenido en cuenta la sinergia de los posibles tóxicos medioambientales? Muy al contrario, cuando evalúas ese conjunto de investigaciones científicas sobre frutas y hortalizas y cáncer, lo que observamos es que a mayor consumo de frutas y hortalizas, menor riesgo de cáncer.

JB: Las noticias de fresas, y frutas en general, o verduras, con contaminantes y pesticidas genera una confusión terrible sobre aditivos, conservantes, tóxicos… Además, puede provocar un efecto contrario. Mucha gente puede pensar que total para qué cuidarse si todo produce cáncer. Y eso no es verdad. No es lógico, los gobiernos no nos están matando con las fresas ni los pesticidas. De verdad, lo diría, igual que he dicho que hay que evitar el consumo de jamón, algo que nos trae enemigos por un tubo.

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