Esperanza Aguirre enseña su casa en el programa de Jorge Javier Vázquez

Esperanza Aguirre ha abierto las puertas de su casa a Susi Caramelo, la díscola reportera de Cuentos Chinos cuya sección consiste en enviar sushi a domicilios de famosos. Si la pasada semana estuvo en la casa de Joaquín Torres, en esta ocasión le ha tocado el turno a la expresidenta de la Comunidad de Madrid.

La locuaz colaboradora del programa de Jorge Javier Vázquez se caracteriza por una facilidad de palabra que en ocasiones roza la incontinencia verbal, pero que configura un carácter con el que consigue llevarse a su terreno a los VIP. Es su seña de identidad humorística y no piensa renunciar a ella.

La cita entre Esperanza Aguirre y Susi Caramelo comenzó en el castizo barrio madrileño de Malasaña. Se reunieron ahí por petición de la que fuera líder del PP madrileño, ya que quería denunciar el estado de algunos edificios históricos que lucen llenos de grafitis. Una queja que Aguirre elevó para que la escuchase José Luis Martínez Almeida: «¿Ves cómo está esto? El Ayuntamiento no lo limpia», dijo sin miramientos.

Así es la casa de Esperanza Aguirre

Después de pasear por el patio interior y charlar sobre sus vecinos y demás cotilleos, llegó el momento de subir al piso. Esperanza Aguirre invitó a pasar a Susi Caramelo. Lo primero que le enseñó fue una foto de su perro fallecido que luce en la pared, junto a la puerta.

Acto seguido pasaron a uno de los salones dónde la dueña del inmueble le enseñó algunas fotografías enmarcadas. Varias pertenecían al álbum de su boda con Fernando Ramírez de Haro y Valdés. Fue ahí cuando Susi sacó su vena más gamberra: «¿Te casaste casta y pura?», a lo que la expresidenta contestó con firmeza: «Bueno, es que esas preguntas no se deben hacer».

Ya sentadas en los sillones, Esperanza Aguirre recibió algún que otro vacile por parte de la siempre irreverente Susi Caramelo: «Es muy roja esta casa para ti, seguro que te lo han dicho». La política supo salir del paso con pericia: «Rojo Comunidad de Madrid», respondió.

La gamberrada de Susi a Esperanza

La siguiente estancia que descubrieron fue un cuarto de estar donde Esperanza y su marido descansan, viendo algo en la televisión o leyendo uno de los cientos de libros que adornan sus estanterías. Encima de las mismas presiden la habitación varios trofeos por los méritos del matrimonio en la práctica del golf. Susi bromeó con que a ellas se la regalaban en la discoteca por beberse copas.

Por último, la reportera se guardó una última broma a Esperanza Aguirre. Como estaba tan molesta con los grafitis, decidió hacerle uno en el muro de su portal. Eligió una gaviota en honor al Partido Popular, algo que cambió la cara por completo de la expresidenta, que tuvo que subir a casa a por dos trapos para quitarlo de la fachada.