Keiko Fujimori es trasladada a la misma cárcel donde estuvo presa
La primogénita de Alberto Fujimori ha sido detenida menos de dos meses después de que recuperara su libertad
La opositora peruana Keiko Fujimori ha sido transferida este miércoles a una prisión tras pasar la noche detenida en una celda judicial en medio de expresiones de apoyo en las calles de decenas de partidarios.
La primogénita del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) ha sido llevada a la cárcel de mujeres de Chorrillos, en el sur de Lima, para cumplir los 15 meses de prisión preventiva que le impuso el martes el juez Víctor Zúñiga.
Keiko, de 44 años y madre de dos niñas, forma parte de los políticos investigados en el escándalo de pagos ilegales por parte del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, que también salpica a cuatro expresidente peruanos.
En una ambulancia del servicio penitenciario, escoltada por una caravana de vehículos policiales y de prensa, la líder opositora ha sido trasladada al mediodía (17h00 GMT) hasta el mismo penal donde ya había estado presa durante 13 meses.
A lo largo del recorrido, se han formado piquetes de partidarios que alzaban banderas naranjas, el color del fujimorismo, y gritaban consigas de apoyo a Keiko, considerada la persona más poderosa de Perú entre 2016 y 2018.
Keiko Fujimori ha sido detenida menos de dos meses después de que recuperara su libertad, y pasó su primera noche detenida en la «Carceleta» de los tribunales, dos días después de que su partido recibiera un voto de castigo en las elecciones legislativas extraordinarias.
El juez Zúñiga la mandó a prisión preventiva al acoger una solicitud de la fiscalía, que argumentó que existía riesgo de que se fugara del país.
«Esto no es justicia, esto es ajusticiamiento», declaró Keiko en un video divulgado en las redes sociales minutos después de ser detenida.
Keiko, quien acarició la presidencia de Perú tras las elecciones de 2011 y 2016 favorecida por la popularidad de su padre, rechaza todos los cargos que le imputa el «Superfiscal» José Domingo Pérez, y negó que pretendiera escapar de Perú.
Su regreso a prisión constituye un nuevo revés para al fujimorismo después del voto de castigo del domingo, que selló el fin de la hegemonía fujimorista en el Congreso, al pasar de 73 a 12 escaños, de un total de 130.
Después de salir de prisión el 29 de noviembre, Keiko anunció que haría una pausa en la actividad política para estar con su familia.