Hipocondría: qué es y por qué crees que te pasan cosas más graves de lo que parecen

Ni capricho ni por llamar la atención. Podríamos pensar que la hipocondría es simplemente una manera de dar la nota. Sin embargo, la realidad de este trastorno va mucho más allá. Además, es habitual pensar que la hipocondría es una realidad cambiante, algo así como si viniera y se fuese.

Sin embargo, la realidad es más severa y tozuda, además de ser una complicación recurrente para los hipocondríacos. Lo cierto es que, curiosamente, puede ser una patología que se manifieste sin síntomas físicos. Todo ello hace que sea un trastorno difícil de diagnosticar y de catalogar, así como muy complejo de atajar debido a la somatización.

No obstante, como veremos a continuación, también ha cambiado mucho la realidad de esta patología psiquiátrica que, como insistimos, no surge de manera espontánea. Las razones que justifican su aparición pueden estar más fundamentadas de lo que parecen y, sobre todo, relacionadas con determinadas vivencias.

Qué es la hipocondría

De manera correcta deberíamos referirnos a este concepto como hipocondriasis. Sin embargo, distintas escuelas de medicina abogan por suprimir ambos términos. De esta manera, MSD Manuals y Mayo Clinic consideran que se debe superar el término hipocondría. Por ello, abogan por utilizar algo que resulta más preciso y menos peyorativo. Algo en lo que insisten numerosas publicaciones y simposios sobre psiquiatría.

La traslación sería considerarlo como trastorno de ansiedad por enfermedad. También, a veces, ansiedad por la salud. De ello, además, ya te hablamos en THE OBJECTIVE. Lo cierto es que el término hipocondría o hipocondriasis parece superado. Además, así se conseguiría realmente visibilizar a una patología psiquiátrica que, como insistimos, no es fruto de caprichos.

De manera muy resumida, podríamos sintetizar el trastorno de ansiedad por enfermedad como una preocupación excesiva por tener o poder contraer una enfermedad grave. Además, hay otro matiz diferente que se vincula con la hipocondría. En este caso, Mayo Clinic advierte de que sucede cuando «creer que las sensaciones corporales normales o los síntomas menores son signos de una enfermedad grave». No obstante, un examen médico determinaría que no se trata de nada grave.

Cómo afecta la hipocondría

Los síntomas del trastorno de ansiedad por enfermedad, como se puede comprobar, van relacionados con todos los matices que alcance la propia ansiedad. En este caso, lo que sucedería es la experimentación de una ansiedad extrema que también se traslada a sensaciones corporales. Lo cierto es que más allá de la sintomatología física, lo más grave de trastorno es la generación de «una aflicción intensa que puede trastornar la vida».

No obstante, también se cita a menudo, como indica MSD Manals que «la persona puede estar tan preocupada por la idea de que está enferma o puede enfermar que se angustia y es incapaz de funcionar con normalidad». Por ello, lo que acabaría sucediendo es que incluso se malogren las relaciones personales y laborales.

De la misma manera, la hipocondría cuando presenta síntomas físicos, generalmente leves, la persona está más preocupada por lo que pueden significar que por el síntoma. Es decir, un simple dolor en el brazo izquierdo –quizá fruto de un traumatismo– podría ser visto como un infarto.

Por eso es importante comprender que, cuando se sufre un trastorno físico, la ansiedad es desproporcionada respecto a la gravedad de ese malestar físico. También pueden llegar al extremo del autodiagnóstico y al autoanálisis, buscando las justificaciones del malestar. De esta manera, cuando se aprecian cambios en los parámetros –como el ritmo cardíaco o la tensión–, pueden llegar a asustarse.

La traslación a la vida personal de un paciente con hipocondría

Una buena parte de las complicaciones que acontecen a las personas con hipocondrías vienen por su vida privada y laboral. La situación suele eclipsar el resto de su vida, posicionándose en un lugar central. Además, intentan hacer partícipes a los demás. De esta forma, ya no solo se trata de que modifique su vida, sino que condiciona al resto.

Por desgracia, como indica la literatura médica, este trastorno además no tiene una solución fácil. Muchas personas con hipocondría buscan consejo o ayuda en personas cercanas. No obstante, cuando se relativiza su dolencia, se siente ofendidos o ignorados. Del mismo modo que cuando se pregunta a médicos o especialistas que constatan la no existencia del malestar. Motivo por el que de nuevo ese sentimiento de frustración regresa.

No obstante, un médico puede sospechar por la presencia de esta ansiedad excesiva, buscando las causas orgánicas y también otros problemas de salud mental. De esta manera, la diagnosis de la hipocondría solo se produce cuando el período de la enfermedad supera los seis meses aún sin presencia de síntomas o siendo leves. También tras descartar que haya realidades que explicasen la ansiedad. Ante ello, el trastorno de ansiedad por enfermedad, aún crónico, se suele combatir con terapia y antidepresivos, tal y como explica este estudio.