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OPINIÓN

Yolanda Díaz, la 'it girl' de la izquierda caviar: muchas sonrisas y todo humo en lo de Évole

Se nota que la fundadora de Sumar tiene cuitas pendientes con los varones, Sánchez e Iglesias, a quienes ha dejado retratados como dos machistas de libro

Yolanda Díaz, la ‘it girl’ de la izquierda caviar: muchas sonrisas y todo humo en lo de Évole

Yolanda Díaz. | Europa Press

De la entrevista a Yolanda Díaz en lo de Évole me quedo con Isabel Díaz Ayuso. Se nota que la fundadora de Sumar tiene cuitas pendientes con los varones, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a quienes ha dejado retratados como dos machistas de libro. Reconoce que tiene una forma de hacer política que no comparte con ellos, por mucho que se beneficie de ese dedazo “que le ha jodido la vida”, como le dijo el de Galapagar, y aunque esté completamente en contra de esa forma de hacer política, ahí está haciendo política de esa forma que tanto la molesta. 

En un escenario tarantiano, telón rojo, jarrón chino caro, un bonsai que aparece por un lado y una cena que no han tocado, la ministra de Trabajo se deja acariciar por el periodista de Atresmedia, quien parece tener muy clara la premisa que le han mandado: Yolanda es la nueva heroína del aire, la burbuja que cuando gane deberá agradecernos lo bien que nos portamos con ella. Así que afloja, Jordi. Entre líneas se leen muchas más cosas. La primera que es la primera vicepresidenta de una monarquía parlamentaria que reconoce en prime time que es republicana. También que le gustaría tener a Iñaki Gabilondo como jefe del Estado y no al rey Felipe, con quien viene de tratar en el Consejo de Seguridad Nacional y por lo que parece llegar tarde a su cita con Évole. Tampoco puede evitar Évole preguntarle por el próximo viaje del rey Juan Carlos a Sanxenxo, que le molesta mucho más a él que a ella, pero sí deja clara una cosa: en la próxima legislatura se abordará el tema monarquía o república. O eso le gustaría a los dos. 

La valentía de Pablo Iglesias

De Pedro Sánchez ha dicho que es un gran político y que la gente lo ha menospreciado. Dirige a un partido que tiene 140 años de historia y claro, ella que dirige uno que tiene cuatro días lo entiende muy bien. Lo que no parece tener claro es que a Pedro Sánchez no se le respeta por embustero, mentiroso y por tratar de usurpar las funciones de las instituciones del Estado. Y ante la pregunta de si contaría con él en una hipotética victoria de Sumar en la generales, la vicepresidenta se lo ha quitado de encima con esa misma sonrisa que no se ha quitado ni para reconocer que a Marlaska le habría cesado por las falacias de aquel salto a la valla con muertos y derechos humanos pisoteados. Ahí ha tenido el coraje de ser honesta. Lo mismo que con la política de España respecto a Marruecos y el Sáhara. Ha llamado dictadura a lo que es una dictadura, pero no ha querido contarnos los detalles de por qué Moncloa es también parte súbdita de esa dictadura, con ella como vicepresidenta, que no se olvide. 

Una parte divertida de la entrevista ha sido cuando Yolanda Díaz ha reconocido la valentía de Pablo Iglesias al dejar la política activa. Igual se me ha pasado a mí, pero la razón fue el palizón que recibió en las urnas por parte de Ayuso. Punto pelota. Eso no es valentía sino fracaso. Y además de fracaso estrepitoso, Iglesias no se ha ido y “está muy presente”, tal y como ha reconocido la vicepresidenta: “No está en los órganos pero está ahí siempre, incluso anunciando cosas del Consejo de Ministros”. Después ha confesado que hubo gente de Podemos que quiso ir a la fiesta de iniciación de Sumar pero que el partido no les dejó. ¿Son una mafia? Son lo que son. Pero “es que Pablo es un poco cascarrabias”. 

Una parte de la emisión que parecía de broma ha sido cuando han llamado al exdiputado Alberto Casero para darle las gracias por el error en su voto de la reforma laboral. Igual le llaman también cuando sea inhabilitado por los delitos de corrupción que le acechan. Si ese merluzo no se hubiera equivocado, Yolanda habría dimitido, según ella ha reconocido. La política en España es berlanguiana, pero las entrevistas de esta manera rozan la parodia. 

Invasión rusa de Ucrania

Después, respecto a la guerra de Rusia y Ucrania, la vicepresidenta tiene claro que ante una agresión de este calibre es legítimo defenderse. Así que al menos difiere del resto de Podemos y demás políticos que quieren resolver las bombas que les tiran lanzando burbujas de jabón al aire. No se puede caer bien a todo el mundo ni mucho menos pretenderlo. Yolanda Díaz es una sonrisa que quiere quedar bien y más ahora que entramos en los meses previos de unas elecciones generales. Tendrá apoyos mediáticos como ya estamos viendo, pero será por aquellos que llevan decenios manejando los hilos del poder y la corrupción. Más de lo mismo. 

Una cosa sí ha quedado clara, Sumar no apuesta por las municipales porque, según la propia Díaz, todos están pendientes de las cuotas, de los liberados, del dinero y muy poco de lo que realmente importa, es decir, de los programas electorales. Así que nos ha quedado bien retratado a los telespectadores que esto de la política es más un repartirse chiringuitos y sobres que tratar de hacer de España un país mejor. Por mucho que se esfuercen algunos, la gente, lo siento, no es tan gilipollas como les gustaría. Todo humo. 

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